Arte y Cultura

Lluvia constante y Moria marcaron la pauta

Por Eduardo Chapellín

Si de calidad se trata en cuanto a las obras presentadas, tanto a nivel nacional como foráneas en el II Festival Internacional Progresista 2023, podemos señalar que la mayoría fueron de primera. Y es de hacer notar, que los temas que se tocaron fueron variados.

En el aspecto internacional, pudimos asistir a 17 de las 22 propuestas realizadas. Lamentablemente los horarios a veces hacían imposible llegar a una de las obras por lo que se debió escoger. A nuestro criterio, Lluvia constante de Ninoshka Producciones por Uruguay fue la mejor. El drama de dos policías, uno corrupto y otro desorientado en la vida, pero ambos xenofóbicos, atrapa debido a su trepidante ritmo, donde se aprovecha el recurso audiovisual para los primeros planos y las soberbias actuaciones de los dos únicos actores en escena, que no desentonaron en poco más de hora y media de duración.

Luego está Moria de Unahoramenos por España. Combinando precisos testimonios audiovisuales en una pantalla circular dentro de una pequeña carpa con las grandes actuaciones de dos mujeres que transmiten sin dramatismos forzados las demostraciones de odio, violencia e impunidad que viven los migrantes africanos y asiáticos cuando llegan o intentan arribar a Europa, el espectador presente ni pestañea ante inyección suave pero precisa de hechos que sentimos más ahora los venezolanos, producto de la migración nacional hacia otros países donde es maltratada.

Tercera está El corrido del Rey Lear, gracias al grupo Puño de Tierra mexicano. Usando la figura del Rey Lear de William Shakespeare, se ironiza sobre el ego actoral, el poder y el narcotráfico, a la hora del montaje de una pieza teatral. Abrió con todo este festival internacional.

Y de cuarta está «La vis cómica» del grupo argentino Angulo El Malo. La obra, al estilo del teatro clásico español de comedia de hace siglos, trata de un grupo teatral de la “Madre Patria” que llega a Buenos Aires, Argentina, para montar un espectáculo. De dudosa calidad actoral, este contingente artístico muestran más su calidad para la tracalería que para las tablas.

Con respecto al resto de las piezas son muy buenas, incluyendo una cantata chilena y un performance poético teatral cubano. Eso sí, nos parece que hubo dos piezas no llenaron las expectativas.

NACIONALES DE ALTURA

En cuanto a nuestra producción nacional, el comité de selección acertó con los grupos y obras seleccionadas. Como la mayoría ya la habíamos visto, podemos decir que no perdió el tiempo el público que asistió a El mal querer, El Dylan, MoNos, El veneno, Turba, El juego, Ana y la muerte, Hamlet y Lo que pesa no es el peso, entre otras.

Destacó también la muestra de danza realizada por diez días corridos en el Teatro Alameda en San Agustín del Sur con puestas en escenas emotivas y de alta factura dancística.

Por supuesto y como ha sido desde hace años en diversos festivales internacionales realizados en Caracas y otras ciudades del país, el teatro de calle llevó la batuta, llevando las artes escénicas a las comunidades de diversas zonas y a diversas avenidas. Por lo menos en nuestra capital pueden dar fe las parroquias y áreas de San Bernardino, Sucre, Macarao, San Pedro, San Agustín, Santa Teresa, La Vega, La Candelaria, Santa Rosalía, San José, 23 de Enero, El Junquito, Altagracia, Antímano, El paraíso, El Valle, Catedral, Coche, El Recreo y San Juan.

A esto le sumamos el eje infantil, esta vez teniendo como epicentro al La Casona Cultural Aquiles Nazoa en La Carlota caraqueño, que deleitó a los asistentes con sus mimos, títeres y actos musicales, todos de alta factura.

Sin embargo, y como señalaron e hicieron énfasis nuestra autoridades culturales, el eje formativo fue muy importante en la adecuada preparación de nuevas generaciones teatrales en el país. Los talleres y conversatorios ofrecidos por María Brito, Rocco Mangieri, Jualian Bola, el grupo italiano La Grotta del Mago, Berta Hiriart, y Pablo García Gámez, entre otros, fueron de primera. También destacaron las lecturas dramatizadas de algunos textos foráneos y patrios.

Una crítica severa se puede hacer en cuanto al comienzo de las obras teatrales, muchas empezaron cinco o diez minutos después, pero fueron varias las que iniciaron acciones pasados 20 minutos o hasta más de media hora. Esto afectaba a quienes debían ir de una obra, por ejemplo, montada en el Teatro Nacional en el centro hasta el Celarg en Altamira… o al Teatro Alberto Paz y Mateo en la avenida Andrés Bello.

Sin embargo, del uno al 20 este II Festival Internacional de Teatro Progresista 2023, tiene 18 bien merecidos.

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