Sociales

Se cumplieron 12 años de la tragedia de Amuay

Aquel 25 de agosto siendo la 1:00 de la madrugada un estruendo repentino sacudió los cimientos de la población cercana a la refinería de Amuay, que pertenece al Complejo Refinador de Paraguaná (CRP), ubicado en el estado Falcón. Una fuerte explosión, causada al parecer por una fuga de gas propano incendió los tanques de almacenamiento de combustibles, dejando un saldo de más de 40 muertos, decenas de heridos, 5 desaparecidos y un conjunto de negocios e infraestructuras destruidas.

Con la ligereza que le caracteriza el gobierno emitió un escueto comunicado indicando que la tragedia se produjo por efectos de un sabotaje, sin embargo; un estudio serio, responsable y técnico del Centro de Orientación en Energía -COENER-, junto a otro informe del experto petrolero Francisco Javier Larrañaga, indica que el argumento del sabotaje no tenía sustento técnico alguno; por el contrario, este informe de COENER reforzó la tesis de que las causas de la fuga de gas, fue la secuencia de eventos previos a la explosión e incendio, y la lamentable ausencia de los sistemas de alarma, del accionar efectivo del sistema contra incendios y de la aplicación oportuna de adecuados procedimientos de mantenimiento y de evacuación.

COENER por iniciativa propia y con los elementos de información disponibles, presentó a la opinión pública los resultados de su investigación realizada por un equipo de técnicos y especialistas. Este documento se publicó el 25 de agosto de 2013 en el blog de COENER http://coener2010.blogspot.com/ https://www.youtube.com/watch?v=0QuIkvBU-UE

En este Informe se presentó el análisis del accidente; sus causas potenciales; su impacto de tipo material, económico y ambiental, para la corporación PDVSA y el país; las conclusiones que se derivan de la investigación y un conjunto de recomendaciones orientadas a evitar la recurrencia de accidentes similares en la Industria Petrolera Nacional.

Vale señalar que a la presente fecha PDVSA no ha publicado el Informe Definitivo ni ha vuelto a declarar sobre el tema, y los demás entes responsables de este asunto, que se comprometieron a publicar su respectivo informe y en el que debían haberse pronunciado formalmente, como es el caso del Ministerio Público, tampoco lo han hecho.

Se observa un grave vacío institucional sobre este suceso sin que la sociedad venezolana tenga una respuesta clara, veraz y confiable sobre las causas de este accidente; que se tradujo en la pérdida de invalorables vidas humanas y cuantiosos daños materiales al patrimonio de los venezolanos, particularmente a la comunidad de Paraguaná, en el estado Falcón.

El lamentable accidente ocurrido en la Refinería de Amuay el 25 de agosto de 2012, definitivamente no fue un hecho fortuito. La tendencia creciente de paradas no programadas de la refinería para su mantenimiento, la extensión de paradas programadas en las refinerías del CRP y el recurrente aumento de la accidentalidad en todas las instalaciones industriales de PDVSA, son sin duda alguna consecuencia directa de la decisión de haber despedido en el año 2002 más de 23 mil trabajadores, lo cual desprofesionalizó sus cuadros gerenciales y técnicos. Por otra parte, el régimen convirtió, a la segunda mejor empresa gerenciada del mundo, en un apéndice ideológico para ejecutar venta de productos agrícolas, construir casas, entregar comidas y hacer propaganda; actividades ajenas a la misión de PDVSA, corporación que hasta el año 2002 fue un modelo de gerencia eficiente y meritocrática. 

En síntesis, para superar la crisis del país y de esta corporación, se requiere retomar el modelo de una empresa eficiente, productiva y orientada a la mejora continua de su gestión, concentrada en el negocio de los hidrocarburos para que vuelva a ostentar la eficiencia energética y la solvencia financiera, insertada en una Venezuela libre, democrática y de continuo progreso.

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