MINEC y FAO fortalecen capacidad de los venezolanos para mitigar el cambio climático
El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático en los sectores Agricultura, Pesca y Recursos Hídricos (PNA), proyecto que ejecuta el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (MINEC) con asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y apoyo financiero del Fondo Verde del Clima (FVC), entró en marcha en el año 2024, con el propósito de fortalecer la capacidad de los venezolanos para enfrentar los efectos del cambio climático.
El PNA surge como respuesta a una serie de políticas de Estado que estableció el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, relacionadas con la adaptación al cambio climático, y los compromisos asumidos en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que entró en vigor en 1994. Una de estas políticas es el conocido Plan de la Patria (2019 – 2025), el cual señala que se debe: Diseñar un Plan Nacional de Adaptación que permita al país estar preparado para los escenarios e impactos climáticos.

Este proyecto se encuentra en fase de diseño, cuya duración es de 36 meses, los cuales se cumplen en agosto de 2027. Hasta mayo pasado el PNA ha dictado 17 talleres, con los que han participado más de 1.100 representantes de los sectores público, privado y académico. El objetivo fundamental de estas jornadas es identificar estrategias que mejoren y fortalezcan la coordinación entre los distintos actores a nivel nacional, en el proceso de toma de decisiones vinculadas a la adaptación al cambio climático en los sectores de agricultura, pesca y recursos hídricos.
Asimismo, en el proyecto se ha trabajado en la identificación de las áreas prioritarias de exposición al cambio climático en los sectores agricultura, pesca y recursos hídricos. Los primeros estudios indican que en los estados Anzoátegui, Aragua, Barinas, Bolívar, Guárico, Lara, Mérida, Portuguesa, Trujillo, Yaracuy y Zulia hay zonas catalogadas como áreas prioritarias; donde, hasta la fecha, se ha ejecutado análisis de aptitud climática de los sistemas agrícolas y pecuarios, así como vulnerabilidad al cambio climático de los cultivos de arroz, maíz, sorgo, café, cacao y palma aceitera.

En este contexto, se resalta que el cambio climático amenaza la capacidad de garantizar la seguridad alimentaria mundial y erradicar la pobreza. Datos de la FAO señalan que, en 2016 el 31 % de las emisiones mundiales generadas por la actividad humana provinieron de los sistemas agroalimentarios. Lo cual incluye la deforestación, la producción ganadera, la gestión de los suelos y nutrientes, y la pérdida y el desperdicio de alimentos. Las crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero están atrapando más calor en la atmósfera, lo que ocasiona el calentamiento de la Tierra.
El cambio climático tiene efectos tanto directos como indirectos en los sistemas agroalimentarios debido a regímenes de precipitaciones y temperaturas cambiantes e impredecibles, una mayor incidencia de fenómenos meteorológicos extremos y catástrofes como sequías e inundaciones y brotes de plagas y enfermedades.
La FAO presta apoyo a los países en la mitigación del cambio climático, mediante la reducción o prevención de las emisiones de gases de efecto invernadero, y en la adaptación mediante la ejecución de programas y proyectos, como aporte al alcance de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de las Naciones Unidas, para así brindar un mejor ambiente y una vida mejor a las generaciones futuras.
