Sociales

Juan Barreto: «Los tratos crueles, el acoso, la amenaza, la intimidación, las campañas de odio, son repudiables y condenables»

Juan Barreto, dirigente del partido Centrados señaló que «todo el mundo, en cualquier país tiene derechos humanos universales que de ningún modo pueden ser transgredidos, bajo ningún motivo o pretexto por autoridad alguna. Los tratos crueles, el acoso, la amenaza, la intimidación, las campañas de odio, son repudiables y condenables en cualquier parte del mundo independientemente de en donde ocurran».

«El asesinato o la muerte bajo custodia, la desaparición forzosa, el secuestro de ciudadanos y su traslado a otros países, la tortura, son crímenes inaceptables que son censurados y condenados en todo el planeta», advirtió el también profesor universitario.

Asimismo agregó que «la detención arbitraria y la no presentación de las pruebas ante un juez, son violaciones a los derechos humanos. No es posible hablar de democracia sin garantías a los ciudadanos. Traficar con rehenes, proponer intercambiarlos como mercancías, es un delito. La presunción de la inocencia, el debido proceso, el derecho a la legítima defensa, la objeción de conciencia, la visita regular de familiares y el intercambio de correspondencia, son derechos universales que deben ser respetados y garantizados por todos los países y estados del mundo, además, están consagrados en nuestra Constitución venezolana, en la Constitución y las leyes de todos los países del mundo y garantizados en tratados internacionales».

Los valores humanos

«La piedad, la generosidad, el perdón son valores humanos universales que deben estar presentes en todas las autoridades de cualquier país. La defensa de nuestros conciudadanos y la de cualquier persona que se encuentre sometida a indefensión jurídica, abuso de poder o cualquier violación de derechos humanos, es una responsabilidad cívica universal», alegó el periodista y sociólogo.

Agrega que «las detenciones arbitrarias por cuerpos de seguridad parapoliciales, la deportación irregular, la acusación sin pruebas y el confinamiento de prisioneros en campos de concentración, o cárceles clandestinas, son formas de secuestro. Mantener a una persona aislada, hacinada, sin alimentos adecuados, en prisiones sin condiciones mínimas para la habitabilidad, sin notificación a familiares y abogados, son también consideradas maltrato y formas de desaparición forzada y de tortura», afirmó Barreto.

En este mismo orden de ideas alertó que «hasta los prisioneros de guerra cuentan con garantías a sus DDHH, no es tolerable que regímenes que se dicen democráticos incurran en prácticas que los nieguen».

«Volver a la política, fomentar el diálogo, aferrarse a los principios democráticos y el respeto y garantía de los DDHH, es la única forma de construir consenso, estabilidad y paz», finalizó Barreto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *