Bruxismo infantil: claves para proteger la salud dental de nuestros hijos en tiempos de estrés
En los últimos años, odontólogos han notado un creciente aumento en los casos de bruxismo infantil; en un estudio titulado “Relación entre la prevalencia de bruxismo y factores psicosociales, edad y género de un grupo de pacientes pediátricos en Caracas, Venezuela”, publicado en la Revista Odontología Pediátrica, reveló que, de 209 pacientes estudiados, el 34.9% sufría de bruxismo, especialmente niños entre las edades comprendidas entre los 3 y 8 años. La Dra. Patrycia Piña, ortodoncista especializada en odontopediatría, señala que este incremento podría estar relacionado con los crecientes niveles de estrés en los niños.

El bruxismo es el hábito de rechinar o apretar los dientes, generalmente durante el sueño. Aunque puede afectar a personas de todas las edades, es importante prestar especial atención a los niños, ya que, si no se trata, puede tener consecuencias a largo plazo. Según la Dra. Piña, muchos padres y pediatras aún no están informados sobre las consecuencias del bruxismo, a largo plazo, este hábito desarrollado por los niños puede generar consecuencias tales como desgaste dental, dolor y problemas en la articulación temporomandibular (ATM), maloclusión dental y alteraciones del sueño entre otras afecciones.
Al igual que los adultos, los niños pueden experimentar estrés debido a cambios en las rutinas, problemas familiares o presión académica; por estas razones los padres juegan un papel fundamental en la detección del bruxismo infantil. Una opción común para su tratamiento es el uso de protectores bucales, que protegen los dientes del desgaste excesivo causado por el rechinamiento. Asimismo, manejar el estrés del niño a través de terapias o técnicas de relajación puede ser muy efectivo. Si el problema está relacionado con dolencias dentales, como maloclusiones, es fundamental corregirlos para prevenir complicaciones futuras.
La detección temprana y la intervención oportuna son fundamentales para proteger la salud dental y el desarrollo integral de los niños afectados por bruxismo. Los padres, en su papel de guardianes comprometidos, deben estar atentos a los signos y buscar asesoría profesional ante cualquier sospecha. La cooperación con odontopediatras y el uso de estrategias preventivas pueden marcar la diferencia en la evolución del problema y evitar complicaciones a largo plazo.
Con la información adecuada y una intervención oportuna, es posible reducir los riesgos asociados al bruxismo infantil y promover un crecimiento saludable y equilibrado. La clave está en la prevención, la atención temprana y el acompañamiento emocional, para que los niños mantengan una sonrisa fuerte y disfruten de un bienestar completo que impacta en su calidad de vida y autoestima.
Estar atentos y buscar ayuda profesional es clave para proteger la sonrisa y el bienestar de tu hijo