Ansiedad y ataques de pánico: guía rápida del Dr. Andres Rosado para reconocer y actuar
El Dr. Andres Rosado, médico psiquiatra, presenta una guía editorial breve y práctica para que la ciudadanía pueda reconocer señales de ansiedad y actuar con seguridad frente a un ataque de pánico, reduciendo riesgos y favoreciendo una consulta oportuna.

¿Cómo distinguir ansiedad de un ataque de pánico?
La ansiedad es una respuesta de alerta que puede sostenerse horas o días (preocupación constante, tensión muscular, dificultad para concentrarse). El ataque de pánico es un episodio súbito —generalmente alcanza su pico en 10–20 minutos— con palpitaciones, falta de aire, temblor, opresión torácica, mareo, sudoración, hormigueo, sensación de irrealidad y miedo intenso a perder el control o morir. Aunque es alarmante, no implica automáticamente un evento cardíaco; sin embargo, siempre hay que valorar el contexto clínico.
Qué hacer durante un ataque de pánico (protocolo en 5 pasos):
- Pausa y postura segura: siéntese con respaldo, ambos pies en el suelo; evite conducir o subir escaleras.
- Respiración 4–6: inhale 4 segundos por la nariz, exhale 6 por la boca; repita 3–5 minutos para bajar la hiperactivación.
- Anclaje 5–4–3–2–1: nombre 5 cosas que ve, 4 que siente, 3 que oye, 2 que huele y 1 que saborea; esto devuelve foco al presente.
- Etiqueta el episodio: dígase “esto es un ataque de pánico; es incómodo pero temporal”. Evite hiperventilar o correr.
- Pedir ayuda adecuada: informe a alguien de confianza y, si hay factores de riesgo médicos, considere evaluación inmediata.
Cuándo acudir a urgencias:
- Dolor torácico intenso que no cede en 10–15 minutos, desmayo, debilidad en un lado del cuerpo, confusión, embarazo, uso reciente de nuevas medicaciones o ideas de autolesión. En esos casos, no espere.
Prevención y seguimiento recomendados por el Dr. Rosado:
- Higiene del sueño (horarios regulares, menos pantallas antes de dormir).
- Reducción de cafeína y energizantes; hidratación adecuada.
- Técnicas diarias de regulación (respiración, journaling, caminata de 20–30 minutos).
- Psicoeducación y terapia cognitivo-conductual (TCC) para afrontar miedos, evitar evitación y prevenir recaídas.
- Telepsiquiatría segura para seguimiento, siempre con historia clínica, consentimiento informado y plan de crisis.
- Plan personal de acción: identifique desencadenantes, señales tempranas y contactos de apoyo (familia, profesional, línea de crisis).
Mitos que hay que derribar:
- “Es falta de carácter”. Falso: es un fenómeno neurobiológico tratable.
- “Te vas a desmayar siempre”. Raro en pánico; suele ocurrir lo contrario: activación.
- “Solo hay que ‘calmarse’”. Se requiere técnica, no voluntad a secas.
- “Si ya pasó, no necesito ayuda”. Recae quien no aborda causas y mantenimiento.
Señales de alerta para consultar pronto:
- Ataques recurrentes (≥2/semana) o evitación de lugares/actividades por miedo a repetirlos.
- Interferencia con estudio, trabajo o relaciones.
- Uso de alcohol o sedantes para “controlar” síntomas.
- Otros síntomas de depresión, irritabilidad marcada o insomnio persistente.
En escuelas y trabajos, el Dr. Andres Rosado sugiere el protocolo AAA: Acompañar (presencia calmada), Aire (respiración guiada) y Asistencia (derivación a salud). “Reconocer, respirar y pedir ayuda salva tiempo, sufrimiento y vidas. El tratamiento temprano cambia la trayectoria”, concluye.