La Identidad como Puente
Lecciones del Delta del Orinoco y un Paralelismo que viví en Dominicana
Querida comunidad de «Marcas que Trascienden»,
Hoy les traigo algo MUY especial. Lo viví de cerca hace unos años y hace pocos días lo reviví de manera mágica y tan clara.
En nuestra búsqueda por comprender qué impulsa a las marcas a dejar una huella duradera, a menudo exploramos estrategias de innovación, tecnología y marketing disruptivo. Sin embargo, mi reciente viaje al Delta del Orinoco en Venezuela me ofreció una perspectiva fundamental: la trascendencia genuina se arraiga en el respeto profundo por la identidad cultural.
Conocer de cerca la vida de la comunidad Warao, ubicada en el Delta del Orinoco en Venezuela (para que se hagan una idea, necesitas llegar en avión, luego autobús y de allí una lancha al sitio) fue una lección de humildad y asombro. Su existencia, intrínsecamente ligada al río y al MORICHE (planta), demuestra una sabiduría ancestral para vivir en armonía con su entorno, manteniendo intacta su identidad a pesar de las evidentes carencias materiales desde nuestra perspectiva occidental (no cuentan con luz eléctrica, agua potable ni ningún tipo de sistema básico de salud -occidental-). Su capacidad para prosperar, para construir un legado de generación en generación sin renunciar a su esencia, es un testimonio poderoso de la importancia de la autenticidad.
Esta experiencia me trajo a la mente un contraste vivido hace algunos años en República Dominicana. Un proyecto bienintencionado buscaba ofrecer viviendas «modernas» a comunidades haitianas, con la intención de integrarlas a estándares de vida «actuales». Sin embargo, estas nuevas estructuras, aunque dotadas de comodidades básicas como baños e instalaciones sanitarias, a menudo permanecían desocupadas. Las familias seguían prefiriendo sus viviendas tradicionales, construidas con materiales y diseños que respondían a su cultura, a sus dinámicas sociales y a su comprensión del espacio.
Ambos casos, el de los Warao y la experiencia en Dominicana, subrayan una verdad crucial: la trascendencia no puede imponerse desde afuera sin considerar la profunda conexión de las personas con su identidad cultural. Intentar «modernizar» o «ayudar» sin comprender y respetar las raíces, las costumbres y la cosmovisión de una comunidad puede resultar en un esfuerzo fallido, incluso contraproducente.
Para las marcas que aspiran a trascender de manera significativa, la lección es clara: la empatía cultural y el respeto por la identidad deben ser pilares fundamentales. Comprender las necesidades, los valores y las formas de vida de las comunidades con las que interactúan es esencial para construir relaciones auténticas y generar un impacto positivo duradero.
La verdadera trascendencia no reside en la imposición de un modelo único, sino en la capacidad de dialogar, de aprender y de construir juntos, respetando la riqueza de cada identidad. Los Warao nos enseñan que la esencia de un pueblo es su mayor tesoro, y las experiencias como la de Dominicana nos recuerdan que el progreso debe ser un camino de encuentro, no de imposición.
¿Cómo estamos incorporando la comprensión y el respeto por la identidad cultural en nuestras estrategias y proyectos?
Los invito a reflexionar sobre esto y a compartir sus experiencias ¡todo implica IDENTIDAD!