Ramón Santos: «La vocación teatral en Venezuela es admirable»
Por: Eduardo Chapellín
Cortesía: MIB
«La vocación teatral que hay en Venezuela, aun en medio de las dificultades es admirable. Y en particular destaco actores, directores, técnicos jóvenes. Desarrollan una actividad frenética para poder presentar sus obras, luego de largas horas de trabajo, con el apoyo de los productores. Y todos lo hacen con un espíritu de sacrificio diría yo, pero siento que es más por vocación», señaló el embajador de España en Venezuela, Ramón Santos.
El diplomático realizó este análisis durante sus palabras de agradecimiento por el premio Rajatabla Internacional. Este reconocimiento de esta institución teatral es debido al aporte de ese ente diplomático a la cultura venezolana, en especial el teatro. Santos agregó que «quiero decir que las tablas venezolanas me sorprenden mucho. Hay dos elementos que a mí me han sorprendido. En primer lugar, el número de obras que se montan es una producción constante de piezas que entran en escena y salen casi inmediatamente… porque es otra característica que también me ha sorprendido y es el escaso número de días que están en cartelera. A veces tres días, otras por cuatro o cinco días, sabemos que por el escaso número de salas y la gran cantidad de grupos. Esto nos lleva a otro punto y es la vocación teatral que hay en Venezuela».
Y lo más interesante, “por lo que me han contado (risas), lo que buscan actores, actrices es el aplauso del público. Y en Venezuela y particularmente en Caracas, sí que aplauden (risas). Y también me parecen importantes estas ceremonias para reivindicar estos esfuerzos. No quiero aburrirles más, sino agradecerles este reconocimiento y decirles que la Embajada de España sigue comprometida con la producción cultural en Venezuela”.
Destacó el embajador que la Embajada de España viene apoyando montajes de obras de autores españoles o algunas nacionales: “Pueden ser autores españoles o locales, pero que la temática tenga que ver con lo español”.
Recordó que cuando era joven, le encantaba mucho el teatro e, inclusive, actuó en agrupaciones de su barrio “y desde entonces me quedó el gusto por las representaciones”.
De hecho, es frecuente ver al embajador Santos como espectador en distintas salas caraqueñas y hasta del interior. Y también le gusta conversar sobre lo que ve.