Mundo Diplomático

Proyecto de ley sobre posesión de la tierra busca revitalizar agricultura en Cuba

Cortesía IPS Venezuela

A comienzos de marzo, el gobierno de Cuba presentó el anteproyecto de la Ley de propiedad, posesión y uso de la tierra, que sustituiría una norma de 1991 y flexibilizaría asuntos como la herencia y la compraventa de parcelas cultivables, además de la renta a extranjeros con residencia en la isla.

“Es un documento que, de aplicarse debidamente, dará muy buenos resultados”, dijo a IPS el agricultor Ernesto Reyna, asociado a la finca Santa Rita, ubicada en el municipio de Marianao, uno de los 15 que conforman el área metropolitana de La Habana.

“Para nuestro proyecto (la ley) viene a ser un refuerzo de los que hasta ahora hemos estado gestionando en función de una agricultura sustentable y amigable con el medioambiente, desde un enfoque de ciencia y tecnología aplicada al campo”, acotó.

El productor también es subdirector de un proyecto de desarrollo local con fines agroecológicos, ejecutado en esa finca.

Según Reyna, el nuevo anteproyecto responde a reclamos antiguos de los agricultores, como el aumento de la cantidad de hectáreas que el Estado puede otorgar en usufructo, o la facilitación de las condiciones para heredar la tierra, en el caso de las familias propietarias.

El artículo 58 del nuevo texto faculta la compraventa de tierras agrícolas entre –exclusivamente– campesinos propietarios, hasta alcanzar el límite de 67,1 hectáreas, y deja a un lado a posibles interesados que no posean parcelas. Aun así, con la ley vigente, el decreto ley 125 de 1991, solo el Estado podía comprarla.

Además, bajo la premisa de que los productores tienen la obligación de explotar la propiedad, solo sus familiares directos o el cónyuge puede hasta ahora heredar la tierra, siempre y cuando la hayan trabajado de forma estable durante los últimos cinco años.

“La agricultura nacional, realmente, no enfronta sus mejores momentos y existe un divorcio entre el discurso y la acción en la base. Los precios de los insumos para producir son elevados y los de ventas de las producciones son bajos: esta es una de las razones por la que no existe una adecuada relación entre el costo y las utilidades”: Ernesto Reyna.

Con el nuevo anteproyecto, se mantiene la condición de trabajar la tierra como requisito para heredarla, pero ahora también se le daría el derecho a quienes, simplemente, “muestren la disposición” de hacerlo.

Por otra parte, el Estado tendrá un derecho de tanteo, o sea, prioridad para comprar la tierra. En caso de que la transacción no le convenga a este, los copropietarios de la finca tendrán la primera opción para adquirirla antes de que se ofrezca a terceros, aunque nunca será a un precio inferior al que se propuso al Estado.

El anteproyecto se presentará y previsiblemente se aprobará en la sesión de diciembre del unicameral parlamento cubano.

Algunos especialistas coinciden en que resulta limitado el alcance planteado en la nueva norma, tanto por el poco terreno que puede acumular un propietario, como por la minoría de la tierra  que, en este país insular caribeño, poseen las personas de forma privada.

De los seis millones de hectáreas de superficie agrícola en Cuba, 79 % es propiedad estatal, 13 % privada y 7 % pertenece a cooperativas, según datos ofrecidos en 2024 por la directora nacional del Control de la Tierra, perteneciente al Ministerio de Agricultura.

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