Preservar la vida silvestre para el planeta y sus habitantes
Por Alexis Bonte, Representante de FAO Venezuela
¿Sabían que…? Alrededor de 50.000 especies silvestres de animales y plantas satisfacen las necesidades de miles de personas en todo el mundo; que 1 de cada 5 personas depende de las especies silvestres para obtener alimentos o generar ingresos, y 1 de cada 3 depende de la madera como leña para cocinar; y que existen 5 especies que están en peligro de extinción: los cactus, las algas marinas, las jirafas, los loros y los robles.
Precisamente para visibilizar y concienciar sobre el valor de la fauna y la flora salvaje, el 20 de diciembre de 2013 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas decidió proclamar el 3 de marzo como el Día Mundial de la Vida Silvestre. Se eligió esta fecha para conmemorar el aniversario de la aprobación de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES, de sus siglas en inglés), la cual juega un papel importante en la protección de las especies frente al comercio internacional.
Los seres humanos dependemos de los recursos basados en la vida silvestre y la biodiversidad para satisfacer múltiples necesidades, desde alimentos hasta combustible, medicinas, vivienda y hasta ropa. Para seguir disfrutando los beneficios y la belleza que la naturaleza nos brinda, debemos trabajar juntos para asegurarnos de que los ecosistemas puedan prosperar, y las especies vegetales y animales puedan existir para las generaciones futuras.
En Venezuela, junto con el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (MINEC), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) ejecuta el proyecto Manejo integrado de paisajes de uso múltiple y de alto valor de conservación para el desarrollo sostenible de la región andina venezolana, y con el apoyo financiero del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés).
Este proyecto se lleva a cabo en Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAES), y busca restaurar zonas degradadas y preservar los ecosistemas, para así fortalecer los medios de vida de los agricultores y aumentar la masa boscosa de estos territorios, lo que contribuirá a proporcionar más refugios, alimentos y zonas de tránsito a las especies que ahí habitan, y así evitar que salgan de sus espacios naturales y se expongan a diversas amenazas.
Herramientas digitales
La tecnología también tiene aportes importantes que hacer en pro conservar la vida silvestre. Es por ello, que este año, las Naciones Unidas decidió conmemorar esta fecha con el tema: Conectar a las personas y el planeta: Explorar la innovación digital para la conservación de la vida silvestre, con el propósito de destacar cómo las tecnologías y los servicios de conservación digital pueden impulsar la protección de la vida silvestre, el comercio sostenible y legal de especies y la coexistencia entre humanos y animales. Además, reconoce el impacto de las intervenciones digitales en los ecosistemas y las comunidades en un mundo cada vez más conectado.
En este sentido, la FAO, también junto al MINEC, adelanta el proyecto Conservación y Uso Sustentable de la Diversidad Biológica en la cuenca del río Caroní del estado Bolívar, que entre sus objetivos busca mejorar el estado de conocimiento y valoración de la biodiversidad asociada a los bosques, asegurando el acceso a información sistemática y actualizada (ej. reservas de carbono, hábitat para biodiversidad, entre otros).
Con relación a esto, el proyecto cuenta con el Sistema Integrado de Información Forestal (SINIIF), siendo una herramienta tecnológica que permite la recopilación, sistematización y procesamiento de data existente sobre la evaluación y monitoreo periódico de los bosques y otros ecosistemas, generando información de alta calidad que sirve para integrar la conservación de la biodiversidad, el manejo sustentable de la tierra y la mitigación del cambio climático en la Conservación y Sostenibilidad de los Recursos en la cuenca del río Caroní.
Nos encontramos en medio de una revolución digital mundial que está desmantelando las barreras que impiden la gobernanza digital centrada en las personas y la igualdad de oportunidades. La «brecha digital» se está reduciendo gradualmente, con una mejor conectividad y mayor acceso a Internet que ya llega al 66 por ciento de la población mundial.
El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, señaló recientemente: “La vida silvestre ha quedado arrasada a raíz de nuestras actividades, pero justamente nuestro ingenio puede ayudar a salvarla. Si se utilizan de manera responsable, sostenible y equitativa, las tecnologías digitales pueden revolucionar la conservación”.
Desde las restauraciones de áreas degradas hasta el apoyo de las tecnologías, podemos colaborar en la preservación de la vida silvestre del planeta, y así contribuir con el logro de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para disfrutar de un mejor ambiente y una vida mejor.