MINEC y FAO realizaron jornada de diálogos para conmemorarel Día Internacional de los Bosques
Con el propósito de visibilizar a las mujeres que desempeñan un papel clave en la protección del medio ambiente y el desarrollo social y económico en los bosques, y así conmemorar el Día Internacional de la Mujer (el 8 de marzo) y el Día Internacional de los Bosques (el 21 de marzo); el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (MINEC) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) llevaron a cabo el evento Diálogo entre mujeres: Bosques, Cambio Climático y Financiamiento en Venezuela.
La jornada de diálogos, que se realizó en la Universidad Popular del Ambiente Fruto Vivas, ubicada en el MINEC, donde seis panelistas de los equipos de trabajo del Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género (MinMujer), MINEC, de la oficina regional de ONU Mujeres y la FAO dirigieron la conferencia sobre cinco áreas temáticas: La mujer en la gestión ambiental y la conservación; La Importancia de la mujer en los bosques; La mujer y el desarrollo de cadenas de valor agroforestales y agroecológicas; La mujer y la adaptación al cambio climático, y La Mujer y el financiamiento en el contexto ecosocial.
Posteriormente, se instalaron cuatro mesas de trabajo, con mujeres de múltiples perfiles, como: productoras, emprendedoras, y profesionales de las áreas ambientales, financieras, jurídicas, agrícola, forestales y comunicacionales.
Los impactos del cambio climático y la falta de inversión en la agricultura a pequeña escala de manera diferenciada han llevado a las mujeres a asumir tareas que antes realizaban los hombres, pero a menudo sin tener el mismo estatus legal, poder de toma de decisiones y acceso a capacitación, servicios y recursos.
Un reciente estudio de la FAO revela que el aumento de las temperaturas, a mediano y a largo plazo se asocia a una reducción del 34% en los ingresos totales de los hogares encabezados por mujeres, respecto a los de los hogares encabezados por hombres. Garantizar los derechos de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida es la única forma de asegurar el desarrollo sostenible.
Es por eso, que las Naciones Unidas se propone avanzar hacia el desarrollo sostenible para hacer frente a la pobreza, la desigualdad y el deterioro medioambiental, a través de modelos alternativos que preserven el medioambiente y generen sostenibilidad.
Si más de 500 millones de mujeres viven y dependen de los árboles y los bosques en sus territorios para sostener su vida y la de sus familias, es imperativo que sean reconocidas en las políticas públicas, y participen de proyectos e intervenciones relacionadas al manejo integrado del paisaje, y por lo tanto incluidas en los procesos de gobernanza agroforestal.
La ruta
La inclusión y el empoderamiento de las mujeres en las cadenas de valor agrícolas y forestales resulta necesario si queremos un futuro habitable. Entre las conclusiones más resaltantes a las que llegaron las mesas de trabajo de este evento destacan:
– Promover formaciones, jornadas de formación, capacitación, planificación y presupuestos que incluya a las mujeres en todos los eslabones de las cadenas de valor en todos los procesos participativos y de toma de decisión; para abordar las desigualdades de género en el ámbito de la gestión ambiental, agroforestal y con perspectiva ecosocial.
– Promocionar cada vez más la agenda de igualdad, dando visibilidad pública y privada, mediante las herramientas de comunicación e información y dando cuenta de cómo las mujeres pueden trascender los roles estereotípicos y asumir actividades productivas que aportan al desarrollo sostenible.
– Fortalecer y mejorar el acceso a mercados en manos de mujeres (contactos, planes de inversión, estrategias de mercado, publicidad), además de incorporarlas y sensibilizar en el enfoque de igualdad de género para la planificación y gestión de presupuestos y planes operativos anuales de instituciones públicas y privadas.
– Promover una revisión del anteproyecto de Ley de Cambio Climático que se ajuste a las realidades del país desde un enfoque diferenciado de género y edades del impacto de este fenómeno en el país.
– Impulsar la incorporación de las mujeres en oficios más rentables y/o remunerados, sensibilizando a entidades públicas o privadas a ofertar y contratar más mujeres, trascendiendo el financiamiento a los oficios estereotipados que reproducen las condiciones de cuidadoras.
– Dar mayor asistencia técnica y para atender necesidades prácticas en los entornos rurales para las mujeres; para equilibrar las responsabilidades o la distribución de renta de las actividades productivas, incluyendo de manera especial una demanda común: guarderías para la infancia autogestionadas y/o institucionales (como política pública), que permita a las mujeres acceder a herramientas, recursos, capacitaciones y trabajos que les permitan obtener mayores ingresos.
– Promover masculinidades positivas a los niños y niñas desde los hogares, limitar el uso de la fuerza de los hombres desde la niñez e impulsar el respeto e inclusión de las niñas en los espacios de juegos.