Libertad para Vladimir: Un caso que exige justicia en México
El caso de Vladimir Ernesto Guarache Angulo, un joven venezolano detenido en Cancún, México, enciende las alarmas sobre las posibles violaciones a los derechos humanos que pueden ocurrir en el sistema judicial.
Vladimir, un politólogo con una trayectoria intachable, fue arrestado sorpresivamente en su trabajo y acusado de colaborar en un secuestro ocurrido dos años antes. Las pruebas en su contra son endebles, basadas únicamente en declaraciones verbales y un video no concluyente, sin evidencia física que confirme su participación. Su acceso a la defensa se vio limitado durante los primeros cuatro días, lo que vulneró su derecho a un debido proceso. A pesar de las pruebas presentadas por sus abogadas, la juez las ignoró y vinculó a Vladimir al proceso, imponiéndole prisión preventiva oficiosa por dos años, una medida desproporcionada que no consideró alternativas menos gravosas.
Las preocupaciones sobre la presunción de inocencia y el debido proceso son evidentes. La falta de acceso oportuno a la defensa y la desproporción de la medida cautelar impuesta generan dudas sobre la imparcialidad del proceso.
La situación de Vladimir se agrava por ser un migrante sin familiares directos en México, lo que lo hace más vulnerable a la xenofobia y a la falta de apoyo.
Las dificultades a las que se enfrenta Vladimir se intensifican por la falta de recursos económicos para contratar a un abogado internacionalista. La solicitud urgente de apoyo y orientación legal, así como la necesidad de un familiar con entrada legal para respaldar la exigencia de su liberación, subraya la complejidad de su situación.
Lamentablemente, este no es un caso aislado. En los últimos años, se han documentado numerosos ejemplos de violaciones al derecho a la presunción de inocencia y la falta de acceso oportuno a la defensa en México.
Algunos ejemplos:
- El caso de Florence Cassez en 2005: Una ciudadana francesa que fue condenada por secuestro a pesar de las inconsistencias en las pruebas y la falta de debido proceso.
- El caso de los jóvenes torturados en 2008: Yasser Serna Flores, Sinhué Peralta Gómez y Óscar Barrera, que fueron detenidos y torturados por la policía sin pruebas suficientes. Posteriormente, fueron consignados como supuestos secuestradores.
- El caso de la Guardería ABC en 2009: Un incendio en una guardería que dejó 49 niños muertos, donde las autoridades inicialmente culparon a los empleados sin realizar una investigación exhaustiva.
Estos ejemplos nos recuerdan la importancia de defender los derechos humanos y de exigir justicia cuando estos son vulnerados.
No podemos permitir que la justicia se imparta de manera desigual, ni que la presunción de inocencia sea vulnerada por la falta de pruebas contundentes, por lo que exigimos a las autoridades mexicanas que revisen exhaustivamente el caso de Vladimir,
considerando, además, la desproporción de la medida cautelar impuesta.
La historia de Vladimir no es solo suya, es la de todos aquellos que han visto sus derechos vulnerados, la de los migrantes que buscan un nuevo horizonte. Es un llamado a la acción, a la solidaridad, a la defensa de la justicia.
Apoya a Vladimir y su familia. Únanse a la campaña. Comparte su historia, inunda las redes con #JusticiaParaVladimir #LibertadParaVladimir
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