Las mujeres son pobres de tiempo en Perú por sobrecarga de los cuidados
Cortesía IPS Venezuela
Renunciar al ejercicio de su carrera e inventarse otras formas de ganar dinero para dedicarse al cuidado de su familia, en especial de su hijo con necesidades especiales, fue la única alternativa que Elda Novoa, una peruana de 61 años, encontró para que su tiempo pueda cubrir sus múltiples responsabilidades.
“Mi Flavio ya tiene 31 años, pero necesita de apoyo para valerse por sí mismo, lo llevo a sus terapias semanales de lenguaje, rehabilitación física y ocupacional, pero hay temporadas en que no puedo por la economía y la falta de tiempo”, cuenta a IPS en un recorrido por calles cercanas a su vivienda, ubicada en el distrito de San Miguel.
Caracterizado como de clase media, San Miguel es uno de los 43 distritos de Lima, la capital del Perú, país sudamericano con 34 millones de habitantes, donde casi una tercera parte de la población se encuentra en situación de pobreza y el empleo atraviesa un alto nivel de informalidad.
Entre las desigualdades persistentes en el Perú está el uso del tiempo por parte de mujeres y hombres. La población femenina, como ocurre con Novoa, invierte más horas de su vida en actividades no remuneradas del trabajo doméstico y de cuidados, que constituyen la base para el sostenimiento social pero que carecen de reconocimiento y de pago.
“Las familias en un contexto de crisis de cuidados asumen mucho más las tareas y se precarizan. Y al interior de ellas, quienes sostienen esas responsabilidades de manera desproporcionada, son las mujeres”: Susana Osorio.
Los resultados de la segunda Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (Enut), presentados en marzo, evidencian que esta desigualdad se mantiene respecto de los hallazgos de la primera realizada en 2010 y que sacó de la invisibilidad la pobreza de tiempo de las mujeres.
Se halló que las mujeres redujeron en 38 minutos su participación en el trabajo no remunerado y los hombres en seis, pero ellas siguen dedicando más del doble de tiempo que ellos a las diversas tareas del hogar y de la familia: las mujeres laboran cinco horas 41 minutos en actividades de cuidado sin remuneración y los hombres dos horas con nueve minutos.