Mundo Diplomático

Las mortíferas armas estadounidenses de destrucción civil

IPS Venezuela

Mientras el devastador conflicto de 11 meses en Gaza sigue escalando, con más de 41 000 muertos, en su mayoría civiles, y más de 92 000 palestinos heridos, los israelíes siguen desafiando a Estados Unidos, que mantiene su flujo ininterrumpido de armas pesadas a Tel Aviv.

Hay dos duras lecciones en este conflicto, que comenzó como una represalia israelí por los 1200 asesinatos y secuestros dentro de su territorio el 7 de octubre de 2023, en un ataque del grupo armado islamista Hamás.

a juicio de un número creciente de analistas y expertos, quizás Israel debería darse cuenta de que no se puede seguir mordiendo la mano que te da de comer, mientras que la administración de Joe Biden debería darse cuenta de que no se puede seguir alimentando la boca que te muerde.

Las armas de destrucción masiva (ADM) del mundo se clasifican en su mayoría como armas nucleares, químicas, biológicas y radiológicas.

Pero los misiles suministrados por Estados Unidos y las bombas de 2000 libras lanzadas sobre Gaza se describen mejor como armas de destrucción civil, que también han reducido ciudades a escombros.

El 11 de septiembre, el diario The New York Times publicó un artículo sobre las últimas matanzas de civiles, titulado «Israel mata a gazatíes mientras su poder aéreo golpea una zona humanitaria».

El Times citaba a Trevor Ball, antiguo técnico en desactivación de artefactos explosivos del ejército estadounidense, identificando un fragmento encontrado en el bombardeo más reciente en Gaza como «la sección de cola de un kit SPICE-2000, un kit guiado de precisión utilizado con bombas de 2000 libras (907 kilogramos)».

Si se acusa a Israel de genocidio y crímenes de guerra, la pregunta es: ¿dónde encaja Estados Unidos como principal proveedor de las armas que están matando a todos estos civiles?

El 13 de agosto, mientras los asesinatos de civiles continuaban incesantes, la administración Biden notificó formalmente al Congreso legislativo su plan para autorizar la venta de una asombrosa lista de armas a Israel que incluía:

-la venta por valor de 18 800 millones de dólares de 50 aviones de combate F-15 y equipamiento relacionado;

-la venta por valor de 774 millones de dólares de hasta 32 739 cartuchos para tanques de 120 mm y equipamiento relacionado;

-la venta de una familia de vehículos tácticos medianos (FMTV) y equipos relacionados por valor de 583 millones de dólares;

-la venta de 30 misiles aire-aire de alcance medio avanzado (AMRAAM) y equipo relacionado por valor de 102 millones de dólares;

-y la venta de 50 000 cartuchos de mortero de alto explosivo M933A1 de 120 mm y equipo relacionado por valor de 61 millones de dólares.

En junio de 2024, la agencia Reuters informó de que el gobierno estadounidense había transferido al menos 14 000 bombas MK-84 de 2000 libras, 6500 bombas de 500 libras, 3000 misiles aire-tierra guiados de precisión Hellfire, 1000 bombas antibúnker, 2600 bombas de pequeño diámetro lanzadas desde el aire y otras municiones.

Ramzy Baroud, periodista y editor de The Palestine Chronicle, dijo a IPS que «para que Israel cometa su genocidio contra los palestinos de Gaza, necesita un suministro grande y constante de armas. La mayoría de estas armas provienen de Estados Unido»».

«De hecho, a lo largo de 11 meses de genocidio israelí y tras numerosos informes de organizaciones internacionales, sabemos con precisión cómo se han utilizado los cazabúnkeres estadounidenses y otras armas y municiones destinadas a asesinatos masivos», señaló.

Sin embargo, a pesar de todo ello, Estados Unidos sigue proporcionando a Israel todas las bombas y cohetes necesarios para infligir la violencia más mortífera contra los palestinos, incluidos los refugiados en campos de desplazados, en escuelas de la ONU, en hospitales y en otras zonas que pretenden ser «zonas seguras».

Pero el apoyo estadounidense a Israel no puede limitarse al suministro de armas, afirmó Baroud, porque Washington sigue siendo el más firme valedor y defensor de Israel ante las instituciones internacionales, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU.

Este apoyo «ciego e incondicional ha envalentonado a Israel para continuar con el genocidio más despreciable contra una nación inocente y asediada», aseguró.

Añadió que incluso la llamada «propuesta de alto el fuego» de Biden el pasado mayo fue supuestamente comunicada en nombre de Israel, y luego, extrañamente rechazada también en nombre de Israel.

«No puede haber otra interpretación de esto: el genocidio de los palestinos de Gaza lo llevan a cabo conjuntamente Israel y Estados Unidos», afirmó  el también investigador principal no residente del Centro para el Islam y Asuntos Globales (Ciga, en inglés).

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