La ONU propone diez puntos para frenar la matanza en Gaza
Información IPS Venezuela
Un plan de 10 puntos para “frenar la matanza” en la palestina Franja de Gaza presentó el jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha), Martin Griffiths.
Los 10 puntos “son una simple repetición de los fundamentos de cualquier operación humanitaria”, admitió Griffiths, y para emprenderla “tenemos los camiones, tenemos la gente, tenemos el plan. Podemos hacerlo profesionalmente”, agregó.
Sobre el terreno, el ejército de Israel entró al hospital Al Shifa, el más grande de Gaza, en una “operación precisa y localizada” para liquidar el centro de mando y almacén de armas que, según las autoridades israelíes, mantiene en sus instalaciones o en túneles bajo ellas la milicia del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Israel atacó Gaza después de que comandos de Hamás lanzaron el 7 de octubre un ataque en suelo israelí con saldo de 1200 personas muertas y 240 capturadas como rehenes.
Los bombardeos sobre Gaza y la incursión del ejército israelí han causado la muerte de más de 11 000 personas, entre ellas más de 4500 niños y 3000 mujeres, según cifras de la Ocha, además de 27 500 heridos y unos 1500 desaparecidos, muchos de ellos posiblemente bajo los escombros de viviendas tras los bombardeos.
En esa Franja, de 365 kilómetros cuadrados y 2,3 millones de habitantes, más de 1,5 millones de personas han huido de sus hogares y unas 700 000 se refugian en saturadas instalaciones hospitalarias y de agencias de la ONU.
“Silencien las armas. Detengan los combates para permitir que la gente se mueva con seguridad. Háganlo durante el mayor tiempo posible”, pidió Griffiths al presentar su plan para frenar la matanza en una rueda de prensa.
En primer lugar, facilitar los esfuerzos de las agencias humanitarias para un flujo continuo y seguro de convoyes de ayuda, y abrir pasos fronterizos adicionales para la entrada de ayuda y camiones comerciales, incluido Kerem Shalom.
Kerem Shalom es un paso fronterizo controlado por Israel en la triple frontera entre ese país, Egipto y la Franja de Gaza. Hasta ahora solo se ha permitido el acceso de unos pocos camiones por otro paso con la frontera egipcia, Rafah, y se impide que ingrese combustible, que podría utilizar Hamás según Israel.
El plan de Griffiths propone en cambio permitir a la ONU, a otras organizaciones humanitarias, y a entidades del sector público y privado, el acceso a combustible en cantidades suficientes para suministrar ayuda y prestar servicios básicos, como el funcionamiento de las plantas eléctricas y desalinizadoras de agua.
Pide permitir que las organizaciones humanitarias entreguen ayuda en toda Gaza sin impedimentos ni interferencias.
Asimismo, ampliar el número de refugios seguros para desplazados en escuelas y otras instalaciones públicas en toda Gaza, y garantizar que sigan siendo lugares seguros durante las hostilidades.
Propone mejorar un mecanismo de notificación humanitaria que ayude a preservar de las hostilidades a los civiles y a las infraestructuras civiles, y que contribuya a facilitar el acceso humanitario.
Permitir establecer centros de distribución de ayuda para civiles, de acuerdo con las necesidades, y que los civiles puedan trasladarse a zonas más seguras y regresar voluntariamente a sus residencias.
Financiar la respuesta humanitaria, que ahora asciende a 1200 millones de dólares.
El plan propone aplicar un alto el fuego humanitario, que permita reanudar los servicios básicos, el comercio esencial y que facilite la entrega de ayuda, permita la liberación de rehenes y dé un respiro a la población civil.
Preguntado si el plan no es más que una repetición de propuestas ventiladas hasta la fecha, Griffiths respondió que “repetimos porque la gente sigue diciendo que no tenemos un plan, y siempre lo hemos tenido. No es (un plan) alucinante. Es el fundamento de cualquier operación humanitaria”.
Agregó que la ONU negocia esos temas con Israel y que “lo negociaremos de día y de noche a partir de ahora. No dudo de que fluctuará en función de los acontecimientos, pero no cejaremos en lo que sabemos que necesitamos”.
Respecto de la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás, Griffiths dijo que “liberar rehenes no forma parte de un plan humanitario. Es una obligación de todos los involucrados. Tienen que ser liberados incondicionalmente. Todos ellos”.
Por su parte, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, consideró la incursión del ejército israelí en el hospital Al Shifa, incluso con blindados, como “totalmente inaceptable”.
“Los hospitales no son campos de batalla. Incluso si las instalaciones sanitarias se utilizan con fines militares, los principios de distinción, precaución y proporcionalidad siempre se aplican bajo el derecho internacional humanitario”, observó Tedros.
Ocha calcula que en Al Shifa quedan unos 600 pacientes, algunos bebés recién nacidos prematuros, varios cientos de trabajadores sanitarios y 1500 personas desplazadas de sus hogares y refugiadas allí. En una fosa común excavada cerca del hospital dieron sepultura a más de 120 cadáveres.