FAO, Min Educación y Unión Europea refuerzan dietas saludables en comedores escolares con producción local
Con el proyecto Una Agricultura Familiar Innovadora y Remunerativa al Servicio de una Alimentación Escolar más Saludable, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO, por sus siglas en inglés), junto al Ministerio del Poder Popular para la Educación y con el apoyo financiero de la Unión Europea se mejoró y diversificó los menús escolares en 26 Escuelas Técnicas Agrícolas, en todo el país, beneficiando a más de 10.000 niñas, niños y adolescentes.
De esa cantidad de estudiantes atendidos con el proyecto, 6.274 son alumnos de los Simoncitos -que recibe a niños de 1 a 5 años de edad- y demás escuelas cercanas a las ETAs, donde con la ejecución del punto y círculo, también fue posible proveerles una dieta saludable y diversa, gracias a la producción de alimentos frescos de las escuelas técnicas.
El proyecto tuvo como objetivo la mejora del consumo de proteína animal y de micronutrientes, a través de la producción en las mismas instituciones educativas. Para ello se rehabilitaron huertos para la producción de vegetales, y se dotaron gallinas ponedoras, lo que permitió que la dieta incluyera huevos y vegetales, por lo menos dos veces por semana en los comedores de cada ETA. Según los datos de cierre del proyecto, entre octubre de 2022 y marzo de 2023, se sirvieron más de 500.000 platos con estos alimentos nutritivos.
En el caso particular de la ETA Agropesquera Kanuye Añu en el estado Zulia se recuperaron tres lagunas de producción de cachama y el laboratorio de reproducción, donde se logró incluir el pescado en los platos que sirven en el comedor escolar.
Por otra parte, se aumentó el consumo de vegetales en las ETAs, con la rehabilitación de alrededor de 200 hectáreas para la siembra y cosecha de hortalizas, maíz, caraotas, tubérculos y frutas. Con la reactivación de la capacidad productora de las escuelas, el proyecto promovió alianzas entre las instituciones educativas y las Asociaciones Locales de Productores, lo que a su vez impulsó mejoras en los modos de vida en las comunidades cercanas a las escuelas gracias a la venta de una parte de la cosecha, y facilitó la obtención de una dieta sana, sabrosa, segura y soberana.
En las ETAs y unos Simoncitos, también se instalaron microjardines para la producción de espinacas, acelga y amaranta que producen hojas ricas en hierro, vitaminas y fibras de manera fácil y permanente con un ciclo corto, lo que garantizó su disponibilidad frecuente en la mesa de los comedores de las instituciones educativas Leonor Fernandez, coordinadora del Programa de Resiliencia de la FAO en Venezuela, resaltó que los resultados obtenidos en las ETAs, demostraron que el reforzamiento de las capacidades de producción de alimentos para una mejora de la dieta, y de los ingresos de los actores de la agricultura familiar incrementa la resiliencia y sostenibilidad de los medios de vida. “Le brinda una esperanza a la comunidad educativa de que una mejor nutrición y una mejor producción es posible. La meta es alcanzar un modelo de escuelas sostenibles”, afirmó.
«Con este proyecto tuvimos la oportunidad de trabajar en gran parte del territorio de Venezuela, y eso para nosotros fue muy importante, porque pudimos prestar cooperación en muchos estados, y al mayor número de personas posible, sobre todo la población que está en edad escolar, porque son ellos son los que requieren más una alimentación nutritiva, una dieta saludable.», indicó Alexis Bonte, Representante de la FAO en Venezuela.
Además de la dotación de gallinas y formación técnica para la reactivación de la producción agrícola de las ETAs, el proyecto también apoyó a las instituciones educativas con incubadoras, entregó alimentos para las gallinas y aportó kits de herramientas agrícolas para acondicionamiento y preparación de áreas de cultivo, de sistema de riego, de semillas, de utensilios para el comedor. Adicionalmente, contribuyó con reparación de tractores y autobuses, y a través del proyecto se distribuyeron entre las ETAs árboles frutales dotados por el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo.
Asimismo, agregó la coordinadora del Programa de Resiliencia, que se logró dinamizar los mecanismos de comercialización en las instituciones, porque al menos el 60% de la producción de alimentos se destina a la venta para garantizar recursos para las ETAs y las asociaciones de productores, que permiten a su vez la reinversión como elemento de sostenibilidad.
“Todas estas acciones fueron acompañadas con asistencia técnica y el fortalecimiento de las capacidades de miembros de la comunidad escolar y de las comunidades cercanas a las ETAs”, dijo Fernández. Precisó que la formación que brindó el proyecto fue en temas de alimentación y nutrición, producción de bioinsumos, producción avícola y vegetal con enfoque agroecológico, higiene, manipulación de alimentos, y en la estrategia de Arepas Estrellas.
Arepas Estrellas, tradicionales y saludables
Con la producción de proteínas y vegetales que promovió el proyecto, nacieron las Arepas Estrellas, que son el resultado de integrar en la masa de maíz tradicional, los alimentos frescos como hortalizas, verduras, granos y algunas proteínas de origen animal, para aumentar su valor nutricional.
Hoy en día, las Arepas Estrellas se cocinan en las 26 ETAs de 15 estados del país. La preparación de este plato promueve: El consumo de alimentos ricos en vitaminas, minerales y fibra; hábitos de alimentación saludables y nutritivos; comidas diversificadas; la introducción de nuevos alimentos en la dieta de niños y niñas; mejora de la economía local y familiar; la realización de cultivos y huertos familiares sensibles a la nutrición, y la disminución de la pérdida y desperdicios de alimentos.
Por los múltiples e importantes beneficios, la FAO Venezuela en conjunto con el Instituto Nacional de Nutrición trabaja por la masificación del consumo de comida saludable incluyendo a las Arepas Estrellas. Es por ello, que busca promocionarlas en hogares, escuelas, programas de alimentación escolar, comunidades populares e instituciones. Ellas son parte de las dietas saludables y sostenibles que ayudarán en la transformación de los sistemas alimentarios en Venezuela.
“Las Arepas Estrellas son el símbolo de la consciencia alimentaria y nutricional, enalteciendo con ella la importancia de la agricultura familiar y de la producción local para lograr dietas saludables y especialmente económicas. Los huevos y hortalizas con las que se elaboran las arepas son producidos en las mismas escuelas”, resaltó Bonte.