El Tren Maya sigue esperando ser el motor de desarrollo prometido
Información IPS Venezuela
Cuando promovió el Tren Maya (TM) en 2019, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, quien gobernó México entre 2018 y octubre de este año, ofreció que el tendido ferroviario sería un motor de desarrollo para la suroriental península de Yucatán.
Espacios para los artesanos y ecoturismo en las estaciones, así como el traslado de miles de turistas, el impulso al turismo alternativo y la creación de empleos eran parte de la oferta para los tres estados de la península: Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
Pero un año después del comenzar a operar las tres de las cinco rutas establecidas, hay poca evidencia todavía de los beneficios prometidos.
Es verdad que más turistas internacionales han llegado a los aeropuertos de Mérida, la capital del sudoriental estado de Yucatán, o destinos turísticos como Cozumel, en el vecino Quintana Roo, entre enero y septiembre, en comparación con el mismo lapso de 2023.
Sin embargo, en el sitio turístico por antonomasia de la península, Cancún, con una estación, esos arribos cayeron 1,5 %, por lo que los especialistas consideran difícil atribuir la mayor afluencia general de turistas al TM.
Entre diciembre de 2023 y agosto pasado, el TM trasladó a 340 622 pasajeros, a un ritmo de 1425 diarios, según cifras oficiales. Cancún, Mérida, Playa del Carmen; Valladolid y Palenque, que tiene un sitio arqueológico, representan 80 % de los pasajeros.
La artesana maya Alicia Pech no conoce el ferrocarril, asegura que no tiene dinero para viajar en é, que no ha llegado más gente y que las ventas son bajas.
El tren, destinado a los turistas, usuarios curiosos y a la población local se vacía en las estaciones más grandes, Mérida o Cancún, y el pasaje es bajo en las más pequeñas.
Como en otras estaciones, Maxcanú, parte del tramo 3 que discurre entre Calkiní (Campeche) e Izamal (Yucatán) tiene ocho locales vacíos con rótulos como “Gastronomía”, “Turismo comunitario” y “Artesanía maya”.
En Valladolid, parte del tramo 4 que conecta Izamal con Cancún, ocurre lo mismo y en la estación Mérida-Teya, también de la ruta 3, operan dos tiendas de comida, una que ofrece suvenires del TM, un sitio de renta de autos y otra más que anuncia una futura pastelería.
José Rodríguez, originario de Cancún, mostró algo de decepción, porque la diferencia de costo con el transporte terrestre es baja y por un retraso de una hora que sufrió su trayecto a bordo en camino a Mérida.
De sus 34 estaciones planificadas, solo operan por ahora 26, pues Sedena aún tiende los dos últimos tramos entre Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo, y Centenario, en Campeche.
Para aumentar los ingresos y minimizar pérdidas, la presidenta Claudia Sheinbaum, quien asumió el 1 de octubre, planea agilizar su ampliación a Puerto Progreso, en la costa yucateca al norte de Mérida, para el movimiento de carga.
El gobierno mexicano sabía desde 2022 que el megaproyecto aumentaría el presupuesto. La Actualización del análisis costo-beneficio, elaborada en ese año por una consultora privada mexicana, concluyó en que el costo se disparaba del doble al cuádruple.
Pero el TM seguirá con el consumo de dinero, pues la propuesta presupuestaria de 2025 incluye una partida de 2173 millones de dólares, sumados al retraso de la obra y su sobrecosto total que ya supera 15 000 millones.