Stéphane Rolland presentó su colección Alta Costura «Primavera-Verano 2024»

Plenitud

Profundidad infinita y sensualidad: las dunas del desierto. Stéphane Rolland evoca una atmósfera serena: cada mujer se protege y se acurruca en un capullo, escondida y revelada.

Tonos alba, ocres y rosados: la roca se va dorando. Un albornoz de cachemira de terracota, una túnica de gran tamaño con capucha en gazar de palisandro empolvado, Oriente y Occidente se encuentran y se mezclan para converger en un precioso equilibrio.

Bark de Oud:

Una larga silueta marrón con velo de raso y acero cepillado, otra con una bufanda asimétrica envuelta en gazar quemado por el sol, las costuras trenzadas en cuero y bordadas con cristales. El oro estalla con audacia y luz, un adorno casi visionario para un nómada del mañana. Un pasamontaña de cadenas, tocados esculturales que caen en cascada hasta la cintura, o puños articulados y largos pendientes de oro con diamantes… Su camino, como una peregrinación.

Túnicas largas de gazar blanco y caftanes adornados con rosas de arena en porcelana o silicona dorada. Un mono se convierte en un saroual, un vestido de muselina drapeado. La gasa cubre las piernas como ondas de arena en el viento, una houppelande de seda se envuelve alrededor de los hombros y cae al suelo. La mirada es regia y orgullosa.

Un estreno:

Adornado para algunos vestidos con nuevas piezas de joyería pavimentadas con diamantes creadas por el modisto. El exceso de piedras cinceladas engastadas en oro blanco o en oro marrón como corteza. Escultórico y orgánico. Orígenes crudos y extrema sofisticación. La mujer es una obra de arte. Caligrafía dorada bordada sobre una túnica de vicuña de color topo, mosaicos de silicona dorada metidos entre los pliegues de un inmenso peto de mikado… tesoros redescubiertos.

Misterioso.

Bustier de Moucharabieh en cuero negro que apenas oculta la boca sobre un cuerpo forrado en satén beige. El cabello anudado está envuelto en un turbante y adornado con largos flecos de cuero, oro o metal esculpido. Tribal, un abrigo de gasa de color marfil bordado con rastas de platino y una túnica de color negro intenso tachonada con cadenas plateadas.

Atardecer: el sol se pone.

La larga procesión del desierto se detiene por un momento. Azul tuareg profundo, con un vestido cruzado gigante de rafia cortada, bordado con diamantes.

Un crisol de culturas diferentes e inspiradoras.

Stéphane Rolland, rodeado de arte y artistas visuales, recupera las primeras raíces, dejando que los orígenes aparezcan y se fusionen.

Joyas o la ilusión de la extravagancia.

Un sueño ilimitado de esculturas de joyería con infinitas dimensiones. Piedras casi reales para la ilusión de un diseño ilimitado. La artesanía de la Alta Joyería crea piezas de Alta Costura. El acto de dibujar ya no se preocupa por las limitaciones, creando un juego entre teatralidad y contemporaneidad. El estilo es seguro, sofisticado y atemporal. Conjuntos de joyería excepcionales.