Moda

Highlife Chronograph Automatic: El nuevo dúo de cronos de Frederique Constant

Con ocasión del 25 aniversario de su colección insignia, Frederique Constant propone nuevas versiones de su modelo deportivo, el Cronógrafo Automático de 41 mm. Dos modelos que inauguran enfoques muy complementarios: una primera versión no limitada con caja chapada en oro rosa y esfera azul medianoche, una combinación muy elegante; y, en paralelo, una versión limitada a 1.888 piezas en una caja de acero que ofrece la combinación única de una esfera opalina con contadores verdes, con un espíritu deportivo y contemporáneo. Como es habitual, cada pieza, equipada con el calibre FC-391 con una reserva de marcha de 60 horas, viene con varios brazaletes intercambiables (dos y tres, respectivamente).

La colección Highlife de Frederique Constant, que debutó en el mundo de la relojería en 1999, fue una adelantada a su tiempo: brazalete integrado e intercambiable, un diseño fiel a los cánones de la alta relojería suiza, un alto nivel de acabado y una atención particular por un precio justo que permite al mayor número de personas posible acceder al lujo Swiss Made.

La colección reintroducida en 2020, que tiene como embajador al músico y productor The Avener, se consolidó inmediatamente como uno de los mayores éxitos de la Manufactura.

Por tanto, el lanzamiento de dos nuevas referencias es importante, ya que duplica la colección. Sobre todo, ofrece a los coleccionistas dos alternativas muy diferentes. El primero forma parte de la colección actual. Marca un punto de inflexión en el Highlife Chronograph Automatic, al ofrecer su primera edición en oro rosa chapado. Esta elección de lujo presenta un modelo que sigue siendo muy accesible, al tiempo que  inyecta un toque extra de alma de alta relojería, clásica y elegante, donde el color dorado es esencial. Su esfera azul y correa de color azul con contadores plateados azulados confirman su estilo decididamente moderno. Todo el mundo apreciará especialmente sus finos detalles, como sus agujas pulidas a mano, sus superficies pulidas y satinadas que se alternan o la elección, además del caucho, de una correa de ante azul con un motivo de aligátor grabado.

La segunda pieza va en una dirección muy diferente. No forma parte de una colección y estará estrictamente limitada a 1.888 ejemplares. Es una pieza de colección poco común: es solo la segunda vez, en tres años, que Frederique Constant suscribe un Highlife Chronograph Automatic de acero de edición limitada.

Su caja de acero presagia su temperamento deportivo. La elección de correas y contadores de color verde pino confirma su vocación por el aire libre. Si bien en la ciudad esta versión resultará discreta con su correa de ante verde, sus otros dos brazaletes -uno de metal pulido y el otro de caucho- la dirigen decididamente hacia el descubrimiento del planeta, el cual está grabado en la superficie de su esfera opalina.

Estas dos almas gemelas, cada una con su propio temperamento, comparten el mismo corazón palpitante, el calibre FC-391, tricompax horas/minutos/segundos, con ventana de fecha a las 4h30. Este movimiento supera a los dos Highlife Chronograph Automatics de la colección. Se trata, pues, de un calibre fiable y probado, que garantiza 60 horas de reserva de marcha, razón por la cual permite pasar cómodamente el fin de semana a quienes se quitan el reloj el viernes por la tarde y lo encuentran en hora el lunes por la mañana.

Visible a través del fondo de cristal de zafiro, deja ver las costas ginebrinas que lo adornan, debidamente protegidas por una caja de 41 mm con una estanqueidad garantizada de 10 ATM.

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