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Patricia Ortega causa polémica con su cinta «Mamacruz» 

Por: Eduardo Chapellín

La cineasta zuliana Patricia Ortega sumó cuatro estatuillas para su película Mamacruz, en los premios Carmen, de la Academia de Cine Andaluza en España.

Durante la premiación celebrada en la ciudad española de Huelva, el mencionado filme de la criolla obtuvo, además del galardón a la mejor dirección para Ortega, los reconocimientos como mejor actriz de reparto, María Paz Sayago; el de la actriz principal, Kity Manver; y en montaje, Fátima de los Santos.

Mamacruz es una producción hecha por la venezolana que ha estado en el centro de la polémica, luego de que una portavoz del partido Vox pretendió dejarla fuera de varios festivales y galardones de ese país por su trama.

“Le pedí permiso a la Virgen de la Macarena para hacer Mamacruz, por solicitud de mi propia madre, quien es fiel creyente y a quien está dedicada la película. Creo que usted no ha tenido la oportunidad de verla y que solo la está juzgando por la imagen amorosa que propone nuestro cartel internacional”, respondió a Ortega a Sara Álvarez Rouco, dirigente de Vox, a quien incluso ofreció enviarle la cinta, según se aprecia en varios portales espapañoles.

“¿Quiere que le envíe el link de visionado? Estoy segura de que cuando la vea, le va a encantar. Porque Mamacruz festeja la humanidad, la diversidad y los orgasmos que abrazan a todas las personas sin distinción”, agregó la zuliana.

De acuerdo con ella, el partido “no comparte la utilización que se hace de símbolos y convicciones católicas profundamente arraigadas y, mucho menos, aprueba su patrocinio con dinero y recursos públicos”.

La historia versa sobre una mujer de la tercera edad quien, luego de aprender a navegar por internet, descubrió la pornografía y quiso revivir sensaciones.

 “Todo empezó con Olmo (Figueredo González Quevedo, el productor), quien creyó en esta película. ¿Yo no sé cómo? Un hombre con una chaqueta, que yo pensaba que era muy ‘machirulo’, quería hacer una película de una abuela que tenía chocho luminoso (risas). A mí me pareció eso (hacerla). Luego llegué a una productora en donde no conocía a nadie y con un equipo sin saber quién era yo. ¿Quién es esta venezolana, qué hace?… pero (al final) me recibieron como una amiga, como una hermana, como familia, me respetaron, me quiseron. Y de verdad les agradezco mucho ese amor, ese abrazo… Fui muy feliz en ese rodaje”, señaló al momento de recibir su galardón como mejor directora.

“Para mí ha sido un viaje y lo primero es darle las gracias a este territorio andaluz que me abrió los brazos y me ha permitido de tener la oportunidad de un futuro mejor. Para los inmigrantes es importante ese abrazo”, agregó.

Agradeció a las dos productoras (Patricia Ramírez y Blanca Rey), porque lograron que aparte de ser una cinta venezolana, “fuera ahora andaluza, bueno sevillana. Espero que sigamos haciendo cine diverso, ese cine polémico que necesitamos”.

El año pasado, Mamacruz se presentó en el Festival de Sundance en la sección World Cinema Dramatic Competition. Este año, el filme protagonizado por Kiti Mánver, compite en la categoría a mejor montaje en los Premios Goya.

Nacida en Maracaibo, estado Zulia, durante 1977, Ortega debutó en 2013 con su primer largo: El regreso, un drama sobre una niña de la etnia wayú que es testigo de la violencia que la rodea, premiado en diversos festivales como los de Bogotá y Mérida.

La sinopsis nos cuenta sobre un grupo armado quiebra la tranquilidad de quienes habitan en la Bahía Portete de la Alta Guajira Colombiana. En medio de aquel horror y sangre, las mujeres arriesgan sus vidas para ayudar a escapar a sus hijos. Shuliwala, una niña de apenas diez años, logra huir hasta una ciudad fronteriza. Pero una vez que se encuentra en ese territorio extraño, deberá ingeniársela para poder sobrevivir y no perder la esperanza de volver a su hogar.

También su segundo largometraje, Yo, imposible, cosechó éxitos a nivel local e internacional. La película, protagonizada por la actriz colombiana Lucía Bedoya y estrenada en 2018, ha ganado casi una veintena de premios tras su paso por los festivales internacionales.

Tocó un tema LGBT, abordando un personaje intersexual, a través de la historia de una joven modista religiosa llamada Ariel, quien tras una relación sexual fallida descubre el secreto que su familia le ocultaba: para corregir su intersexualidad, luego de una cirugía fue criada como niña.

Entre los galardones para este segundo largo destacan el premio Gamechanger en South by Southwest, el premio Maguey en el Festival de Cine de La Habana y la selección como representante venezolana en la categoría de mejor película internacional para la edición 92 de los Premios Óscar, celebrada en el año 2020, pero en la que no llegó a la nominación final.

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