Cristal: ¿caza o presa? mezcla acción con suspenso al estilo venezolano
Por: Eduardo Chapellín
La cinta Cristal: ¿caza o presa? del cineasta merideño Mario Ramírez, ya está en las salas de cine del país. El filme de suspenso, hecho por producción independiente con el apoyo del Cnac y filmado durante la pandemia en diversas parroquias caraqueñas, llama a la reflexión sobre el trauma que le causa a una joven sifrina de 17 años, hija única y estudiante universitaria, el secuestro del que es víctima y cómo este hecho transformó su vida.
En el preestreno para la prensa, observamos que la historia da varios giros. Primero, presenta a la protagonista como una víctima de la violencia de género, para luego colocarla como la cazadora de unos adolescentes que intentan violarla y asesinarla, cuando el secuestrador la deja abandonada en el sitio de cautiverio, ya que es asesinado por su jefe (un capo narcotraficante), por deudas con la droga.
El director apuesta a crear un ambiente de suspenso cuando la trama da el giro y aparece Cristal como la mujer que se subleva y se defiende de los muchachos que quieren violarla y matarla.
«Sí, yo creé ese personaje y le di esas cualidades para mostrar a la mujer como una luchadora por su sobrevivencia. Quise dar ese mensaje de que por instinto una persona es capaz de hacer cualquier cosa y sacar fuerza desde sus entrañas», esbozó Ramírez, al referirse a las cualidades de su personaje Cristal cuando enfrenta a sus victimarios.
EN PANDEMIA
La cinta está protagonizada por Stephanie Lobatón y Louis Larrua, entre otros. En la música participan los cantautores Diosbely Torrealba y Jesús Efraín González, quienes crearon los temas Ángel Demonio y Cautiverio para darle soporte sonoro. Por cierto, ambas piezas con letras muy reflexivas y arreglos musicales que atrapan enseguida.
El rol de Cristal es interpretado Stephanie Lobatón, en su primer papel protagónico y actoral en cine: «Me impresioné cuando supe que Mario me quería dar el papel de protagonista. No me lo esperaba. De verdad me quedé sorprendida de asumir ese reto, ya que no tengo mucha experiencia en la actuación. Pero me quedé enganchada y sé que voy para ese camino».
Entre tanto, Louis Larrua, cuyo papel del secuestrador “Buche”, un drogadicto y distribuidor de estupefacientes, lleva el peso clave en la historia: “En mi caso, siempre trato de estudiar bien el personaje, la parte psicológica, sobre todo, pero sin disociarme. Es importante meterse dentro del papel y lograr que el espectador sienta lo que quieres expresarle».
Y lo consiguió Larrua, quien del elenco es el que más experiencia teatral tiene y lo demostró en el set al actuar: «El film me enseñó mucho, y lo disfruté. Trabajar con Mario (Ramírez) fue una experiencia bonita y con todos los demás también. Fue un trabajo duro, día tras día, sobre todo porque se filmó en pandemia».
Ramírez, quien también se encarga de la producción y el guion, lleva más de medio siglo en el séptimo arte y además de tener una larga experiencia en la elaboración de cortos, documentales y series, fue durante varios años asistentes del respetado director ítalo venezolano Franco Rubartelli.
Este trabajo del siempre carismático Ramírez, salió a la luz pública luego de seis años desde que se espetó el primer “cámara y acción”. Fue filmado durante la pandemia en Caracas en las parroquias San Pedro, Santa Mónica y el Jardín Botánico de la Universidad Central de Venezuela (UCV): «Fue hecho con un muy bajo presupuesto, pero con el apoyo de muchas personas; el amor y cariño puesto en todas las escenas que se lograron con mucho esfuerzo y constancia, durante largos siete meses», detalló el director Mariano Ramírez.
La película ahora puede ser vista en los circuitos Cinex y Cines Unidos en el país. Contó con el apoyo del CNAC.
