Robert Pérez: «Lo que puedo decir es que Magallanes es una familia»
“La mayoría de los muchachos vienen con sus indicaciones de las organizaciones y a pulir lo que vienen trabajando. En mi labor de coach de bateo lo que trato es de canalizar los errores y trabajar en eso”, señala siempre con su voz calmada Robert Pérez, hoy coach de bateo para Navegantes del Magallanes.
Uno de los bateadores insignes de nuestra pelota local, aclaró que “no vengo a cambiarlos, ni sean como cuando yo jugaba, bateaba o trabajaba. Cada quien tiene su rol y lo que exijo es que trabajen y estar listos para cuando empiecen los juegos”.
“Yo le doy el crédito al pelotero que trabaja, que se ha preparado, que llega temprano al estadio. Es dedicarse día a día y establecer rutinas. Es ser disciplinado. Esa ha sido mi filosofía de toda la vida, no solo como coach. Los peloteros deben prepararse para la práctica y estar listos para el juego. Es un trabajo continuo y cuando veo un detalle durante el partido, se lo comento al jugador y lo ajustamos. No me gusta cambiar muchas cosas, apenas detalles: dónde se paran, dónde ponen las manos, dónde ponen el pie, qué pitcheos les están haciendo daño y por ahí se ven los resultados. El trabajo paga y si lo haces las cosas te tienen que salir”, filosofó el cariñosamente apodado «Pared Negra».
Cuando se le inquirió sobre la actual tendencia en los bateadores de intentar sacar la bola constantemente, reflexionó: “En el beisbol en mi visión particular hay que darle a la pelota. El beisbol más allá de la tecnología, ha evolucionado por supuesto que sí, porque hay más información para favorecer al bateador. Sin embargo, creo que el bateo es un buen swing. Hay bateadores a los que favorece el swing largo, a otros no, pero es el nuevo sistema y hay que adaptarse”.
Considera que la abundancia actual de lanzadores de cien millas “se debe a la preparación. Hoy en día cuando a un muchacho lo firman a los 16 años, viene de una academia desde los doce. Tiene más preparación, alimentación. Y hay mucho más talento ahora”.
SI LE GUSTARÍA
A sus hijos (Robert hijo con Seattle y Hedbert con Milwaukee) si les ha inculcado “lo que hizo el papá, que trabajen duro. Ellos me piden consejos, pero les respeto el trabajo de sus organizaciones. Si he visto que han evolucionado, pero mucho más el mayor que tiene más tiempo firmado y ha tenido buenas temporadas. Que sea fácil o no que lleguen a las mayores, depende de muchas cosas, pero lo importante es que trabajen mucho”.
Reconoce que la competencia para las grandes ligas es más fuerte, “porque existen jugadores mejor preparados, con más talento. El beisbol ha crecido en todos los países, porque existen más academias. También la parte de los técnicos ha evolucionado, hay más preparación y cuentas con más tecnología para trabajar con los jugadores”.
No le gusta laborar como scout, “me gusta más estar en el terreno. He tenido ofertas para trabajar en el exterior pero quiero estar aquí en mi país tranquilo”.
“Sí, si me gustaría ser mánager. Eso sí, quiero prepararme bien. No quise ser mánager enseguida una vez que me retiré. He aprendido mucho de Carlos García. Luis Sojo, Joe Torre, Cito Gaston. He estado con mucha gente que sabe dirigir. Lo que si es necesario es que te rodees de buenos coachs”, acotó.
Con respecto al Magallanes, «comparado con el año pasado se realizaron varias incorporaciones bastante temprano. Hay mucho entusiasmo en el equipo y está unido más que todo, porque vienen jugando de la temporada pasada y la antepasada. Los muchachos vienen con las ganas de hacerlo bien y repetir el título. Sólo falta la carta de MLB para que Magallanes pueda terminar de armar su conjunto. Lo que te puedo decir es que Magallanes es una familia».
GRACIAS MAMÁ
Nacido un 4 de junio de 1969 en San Félix, estado Bolívar, Robert Alexander Pérez Jiménez, jugó por 25 campañas en nuestra pelota rentada. Encabeza a la LVBP en juegos diputados (1.301), veces al bate (4.871), dobles (222) y remolcadas con (738), siendo segundo en hits (1.369), tercero en jonrones (125) y en triples (35). Además, fue dos veces Jugador Más Valioso del circuito (1995-1996 y 2006-2007).
De ahí que recientemente fue exaltado junto a Edgardo Alfonzo y Bob Abreu, al Salón de la Fama del Beisbol Venezolano, situado en Valencia, estado Carabobo.
“Jugar beisbol es bonito, pero lo que llena de orgullo es la formación de mis padres para ser un hombre de bien, tener educación y principios. Mi hermano falleció hace poco, pero fue mi gran modelo a seguir como atleta”, dedicó el nativo de San Félix, pero larense por adopción, en un emotivo discurso. “¿Mi fan número uno? Mi mamá, Luisa. Fue la persona que me agarró de la mano y me llevó al estadio por primera vez. Nunca faltó a un juego, aunque saliera a las dos de la mañana del estadio por mis rutinas luego de cada juego, ella me esperaba. Gracias, eres grande”, señaló emocionado esa vez,
“Me considero una persona que lo ven de buena forma, como alguien a quien lo enseñaron de la forma correcta. Siempre he tratado de ser un buen ciudadano y eso me lo enseñó el señor Domingo Carrasquel. Me enseñó tres palabras: responsabilidad, trabajo y ética. Y siempre traté de llevarlas y desarrollarlas toda mi carrera. Siempre traté de trabajar duro para que, cuando llegaran estas instancias (finales), ya estuviera bien. Siempre he querido ser ese ejemplo para los muchachos. Siempre los he querido motivar. Quiero que entiendan que esto es su trabajo. Hay que trabajar para poder lograr las cosas”, esbozó Pérez en otra oportunidad
«En un equipo de beisbol cada quien debe estar listo parta su rol, sea pitcher, bateador o técnico. Cada quien tiene que venir a demostrar qué es lo que puede hacer», recalcó para finalizar este guayanés.