Pepe Delgado Rivero: «Yo nunca he negado que era del Caracas»
Por: Eduardo Chapellín
Papita, maní, tostón” es la frase que quiéralo o no es el caballito de batalla que lo identifica entre aficionados y amigos a José Ángel“Pepe” Delgado Rivero, quien a sus 69 años sigue transmitiendo esa pasión por todo lo que hace en la vida.
En una visita cordial a la redacción del Grupo Últimas Noticias, señaló que “el apodo de Pepe me lo dieron Jesús Leandro y Manuel Correa, para que mi nombre se asemejara al de Pancho Pepe Croquer. Yo escuché sus transmisiones y trataba de imitarlo y conseguí la similitud de Delio Amado (León) con él. Definitivamente Delio Amado fue el mejor de los narradores que yo viví sin restarle méritos a figuras como Foción Serrano, Felo Ramírez y otras grandes voces y narradores, como actualmente lo es Alfonso Saer… De afuera no tengo ninguna influencia”.
Su vocación por la narración “es una herencia. Mi papá fue un locutor en San Cristóbal. Se llamaba José Marcelo Delgado, pero lo conocían como Max Carrero. Y de mis hermanos, soy el mayor de todos, la mayoría son locutores”.
Con casi medio siglo en la locución y la narración, sus comienzos se remontan al circuito del Magallanes a comienzos de la década de los setenta, de la mano de Carlitos González; y como locutor comercial por tres años con Aly Khan y su Monitor Hípico”.
“Eso sí, mi primera vez en la televisión me la dio ‘Chiquitín’ Ettedgui en VTV, quien me escuchó narrando con Magallanes y le gustó mi estilo. Me llevó a la televisión, pero no narraba directamente, sino que participaba en un programa llamado Variedades Deportivas”, acotó.
El mismo Carlitos González le da el espaldarazo para que entrara en RCTV, ya que buscaba un tipo joven y educado, que escuchaba recomendaciones, para que fuera a narrar béisbol, cuando esa televisora transmitió béisbol rentado criollo en la década de los ochenta.
En su fase en la televisión, no volvió a narrar en los circuitos radiales de pelota, “pero si lo hice con varios equipos. Los únicos donde no trabajé fue con Caracas, La Guaira y Lara”.
Por supuesto que “el no hit no run de Urbano Lugo hijo en el juego para darle el campeonato al Caracas (24 de enero de 1987) fue especial. Fue tan famoso porque fue en televisión y en una final”.
No hizo mucho boxeo, pero no dudo en señalar que el baloncesto es el deporte que más le exigió, “incluso en la voz, porque el béisbol es sumamente cómodo. El basquetbol no te da chance de respirar. Y cuando decía ‘uuupa papá’ ya el balón venía de regreso en la otra cancha y tenía otro ‘uuupa’. Sentía que me iba a volver loco, pero fue una bonita experiencia. Me enseñó Pedro Zarlengo, quien me decía narra así y otros detalles. Luego empecé a escuchar otros narradores”.
“Yo era de Leones del Caracas y no lo puedo negar… pero cuando estuve narrando con Radio Caracas Televisión (RCTV), Carlitos González, quien era magallanero, me enseñó a apartar el corazón y entender la realidad. Por eso cuando narro dejo que fluya el juego. De corazón nunca le fui al Caracas, sino al equipo para el que yo trabajara en radio”.
Tengo por norma que cuando no estoy en el béisbol, ni escucho ni veo nada. Me desconecto porque realmente se le pegan a uno las malas mañas y buenas costumbres. Me refiero en caídas de voces. Escuchaba a Carlos Tovar Bracho y se me quería pegar su estilo, escuchaba a Saer y se me pegaba el (estilo) Saer… De las nuevas voces, uno que tenía tremenda voz pero que se fue a Estados Unidos es Pascual Artiles. Iba a ser otra figura inmensa en la narración. Y otro es ya un veterano, Luis Enrique Sequera. Artiles y Sequera con Fernando Arreaza ahí están en la pelea”