Oscar Prieto Párraga escribió Béisbol se escribe con S..
Por: Eduardo Chapellín
Si algo caracteriza a Oscar Prieto Párraga es que es un hombre que va por el medio del plato cuando lo enfrentan. Nada de medias tintas, ni respuestas “políticamente correctas”. Recta a las costillas si te pasas o cree él que te pasastes.
Y si no lo creen, pueden leer Beisbol se escribe con S.. Es un libro de rápida y muy, muy amena lectura. Recomendable en especial es el “capítulo 4: Los cambios una lotería”, donde señala por qué salió en su momento de estrellas como Jesús Marcano Trillo, Henry Blanco, Roberto Petagine, César Tovar y Víctor Davalillo, aparte de prospectos como Miguel Cairo. De uno de los nombrados admitió que las cosas le salieron mal, pero como fue su consigna en todos los realizados: “No existe el mínimo remordimiento por haberlo hecho”.
“A mí siempre me venían a la mente anécdotas, cosas por el estilo, hasta que un día, después de tanta presión para que lo hiciera, decidí hacerlo. Fue a abril y mayo del 2024, pero empezamos como en julio y, ya ven, lo terminamos”, señaló humilde.
No piensa sacar una serie de libros sobre su vida en la pelota: “Yo no creo, no creo (risas). No está fácil hacerlo… Es complicado”.
Aclara que en todas las historias que relata, “estuve involucrado. No es la historia de mi vida, pero si estuve involucrado. Todas son anécdotas mías con alguien… La venta del Caracas (abril en 2001) yo la narró desde mi punto de vista. Salió en la primera página de todos los períódicos de Caracas (y del país) de la época”.
Lo más importante que resalta este odontólogo de profesión es que “describir cómo es el negocio del beisbol no es nada fácil. Creo que nadie ha hecho eso en ninguna parte. Y a mí me parece que el libro está bien estructurado. Le hago un gran homenaje a Pablo Morales, quizás el soporte principal que yo tuve en los 21 años que estuve como gerente general”.
Relajadamente admite que ya el negocio del beisbol manejado sólo por familias, es una especie en extinción: “Es completamente diferente. Hoy el beisbol es una corporación, que haga zapatos, edificios, que tenga un equipo de pelota”.
A quiénes se burlan diciendo que trabajar con los melenudos es una “manguangua”, ya que dicen que sólo trabajan cuatro meses y el resto del año es vacaciones, le espeta: “Eso es una mentira que han hecho verdad. Yo recuerdo haber terminado la Serie del Caribe el 8 de febrero y el nueve a empezar a pensar en la próxima campaña”.
Prieto Párraga nació en una familia beisbolero donde él fue el mandamás y generó seis cetros y una Serie del Caribe (1982).. Méritos le sobran.
