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Luis Tiant marcó historia en las Grandes Ligas y Venezuela

Con su clásico e inolvidable windup giratorio, Luis Tiant convirtió sus actuaciones en puro teatro. Durante el apogeo de su carrera en la década de los 70, no necesitabas una radio o televisión para saber que el cubano estaba lanzando en Fenway Park.

Siempre que se subía a la loma, los gritos de “¡Looie, Looie, Looie!” resonaban alrededor de Kenmore Square y otras partes del barrio de Back Bay en Boston. El carismático y querido Tiant, “El Tiante”, falleció a los 83 años.

Pero dejó un legado que no será olvidado por aquellos que lo conocieron, jugaron con él o lo aplaudieron desde de las tribunas.

“Al menos la gente todavía me recuerda y recuerda lo que hice todos esos años. Sé lo que he podido hacer con mi vida, y tengo suerte. Tengo suerte de haber jugado todos esos años. Dios me dio la oportunidad de jugar. ¿Qué más puedes pedir? No puedes pedir más que eso”, señaló Tiant en una entrevista en 2017 con MLB.com.

“Nadie fue un competidor más duro ni un mejor compañero de equipo. Significaba demasiado para nosotros y para los fanáticos. Todos lo amábamos”, escribió el miembro del Salón de la Fama Carl Yastrzemski en el prólogo de la autobiografía de Tiant, “Son of Havana”, publicada en 2019.

Durante una carrera de 19 años en las Grandes Ligas, el nativo de Cuba tuvo un récord de 229-172 con una efectividad de 3.30, lanzando para Cleveland (1964-1969), Minnesota (1970), Boston (1971-1978), los Yankees (1979-1980), Pittsburgh (1981) y los Angelinos (1982).

Cuando su compatriota cubano Tony Oliva fue exaltado al Salón de la Fama en el 2022, se paró en el escenario en un domingo sofocante en Cooperstown, N.Y., y señaló que Tiant también merecía estar allí.

Aunque Tiant nunca recibió la llamada del Salón, el tres veces All-Star lideró la Americana en fWAR de Baseball Reference para lanzadores en 1968 y estuvo entre los diez mejores en otras siete temporadas. Esa campaña de 1968 fue el “Año del Lanzador”, y Tiant desempeñó el papel mejor que nadie, salvo Bob Gibson o Denny McLain, poniendo una efectividad de 1.60 en la primera de sus cuatro campañas de 20 victorias.

La Serie Mundial de 1975, en la que los sorprendentes Medias Rojas disputaron una emocionante serie de siete juegos antes de caer finalmente ante la temida Gran Maquinaria Roja de Cincinnati, convirtió a Tiant en un nombre conocido en todo Estados Unidos.

Pero para el tenaz derecho, hijo de una estrella de las Ligas Negras (también llamado Luis Tiant), todo comenzó en Cuba, donde nació el 23 de noviembre de 1940. Tiant siguió los pasos de su padre, convirtiéndose en un as en su tierra natal durante su juventud.

Ya en la MLB, para 1969, Tiant comenzó a tener problemas en el brazo y su efectividad subió a 3.71. En 1970, comenzó con un récord de 6-0 con Mellizos, pero pronto llegó el desastre. Tiant sintió una especie de estallido al tirar una curva y descubrió que tenía una escápula rota.

La ciencia médica, no siendo lo que eventualmente llegaría a ser, llevó a los doctores a sugerirle a Tiant que nunca volvería a lanzar. Dejado libre por Mellizos el día antes de que el Spring Training de 1971 terminara, Tiant fue firmado po Bravos, pero fue liberado tras un mes.  Medias Rojas lo firmó dos días después, y terminó siendo uno de los mejores movimientos en la historia del club.  

No había muchas expectativas para Tiant al comenzar la campaña de 1972, pero ese fue el año en el que se reinventó. Careciendo de la rápida y brillante recta que solía tener, Tiant reinventó su mecánica en una que nadie había visto antes.

Quizás Joe Garagiola lo describió mejor ante la audiencia de NBC años más tarde: “Si estás sentado en el jardín central, puedes verle los ojos. Mira eso”.

Había un método en la “locura” de Tiant, que él explicó en el documental: “Sabía que necesitaba algo diferente. Tenía que hacer algo para esconder la pelota mejor y poder retrasar más el lanzamiento. Me dio más potencia. Cambié mi mecánica por completo”.

Para Medias Rojas, Tiant se convirtió en un torbellino imparable, ganando 81 juegos en un período de cuatro años (1973-1976).

Luego vino el Clásico Otoñal, que Tiant abrió no solo tirando otro blanqueo contra los poderosos Rojos en Fenway, sino que también encendió el rally de seis carreras de su equipo en la parte baja del séptimo con un sencillo como primer bate, seguido de una de los corridos de bases más cómicos de todos los tiempos. Con un toque de sacrificio de Dwight Evans, el tiro de Johnny Bench a segunda fue bajo. El corpulento Tiant, vistiendo su chaqueta, prácticamente rodó sobre la segunda base mientras la pelota se dirigía a terreno corto del outfield.

Tiant hizo que los coaches, jugadores y fanáticos de Boston se quedaran sin aliento cuando comenzó a avanzar hacia tercera, pero de alguna manera tropezó y regresó quieto a segunda. Tras un sencillo impulsador de Yaz, Tiant inicialmente pasó por alto el plato sin pisarlo, pero luego volvió de puntillas antes de que los rojitos pudieran devolver la pelota, mientras el estadio estallaba en una mezcla de alegría y risas.

Luego vino su corajuda apertura en el Juego 4 en Cincinnati, donde los Medias Rojas necesitaban una victoria para empatar la Serie. Le tomó unos impresionantes 155 lanzamientos a Tiant, pero cumplió con la tarea, llevando a Boston a una emocionante victoria por 5-4. Sin embargo, Boston perdió en siete juegos ante Cincinnati. Luego su carrera seguiría con más éxitos hasta su retiro en 1981.

GUILLOTINÓ AL CARACAS

Y Tiant también lanzó en la LVBP. En 82 careos repartidos en siete zafras en nuestra liga invernal, registró 37 laureles y efectividad de 2.27, más 163 boletos y 468 recetados en 563.1 tramos

Debutó con Cardenales de Carora en la 1963-64 de la desaparecida Liga Occidental y de allí saltó al circuito central con los Industriales de Valencia. Con los “pericos” de la capital carabobeña se estrenó en la LVBP el 15 de diciembre de 1963, derrotando 3-2 Leones del Caracas… pero luego reforzó a esos “melenudos” por tres zafras (1966-67, 1967-68 y 1970-71), antes de vestir la camiseta de Tiburones de La Guaira en las ediciones 1971-72, 1972-73 y 1981-82.

 Luego de la justa 1970-1971, Oscar “Negro” Prieto, copropietario del Caracas, consideró que la carrera de Tiant estaba concluida, por lo que no reservó su nombre en la lista de refuerzos para la siguiente campaña… pero Pedro Padrón Panza, dueño de Tiburones de La Guaira, decidió incorporarlo a su nómina de importados para el certamen 1971-1972.

Y el domingo 14 de noviembre de 1971 en el estadio de la UCV, se produjo una de las venganzas que siempre serán recordadas en nuestra pelota rentada. Ese día Tiburones superó 3-0 a Leones 3-0 en una hora y 58 minutos. Únicamente permitió que Joe Lis se le embasara por pasaporte dos veces y recetó siete ponches.

En varias oportunidades estuvo presente la posibilidad del hit y en dos de ellas el propio Tiant defendió su no hit no run al realizar brillantes jugadas. En la tercera entrada, ya con dos outs, el antesalista Robert Marcano detuvo con la malla del guante una línea bajita de Barry Lersch, bateador zurdo, que amenazaba con seguir viaje al left.

Más tarde, el peligrosísimo Vitico Davalillo destapó un lineazo de frente al guante del jardinero derecho Antonio Correa, en el séptimo, y un acto antes el mismo Tiant tomó línea de Lersch cerca del montículo. Finalmente una rola fuerte de César Tovar a la izquierda del box o la derecha de Tiant, fue contenida por este cubano, quien se repuso y disparó un cañonazo a la inicial para retirar al caraqueño.

Y Vitico Davalillo falló con rodado al inicialista para cerrar las acciones… Entonces Tiant, pasándose su índice por el cuello y mirando el dogout del Caracas, sentenció orgulloso su venganza. Los guillotinó o les cortó el pescuezo.

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