Deporte

Giovanni Carrara: «Los pitchers siempre deben corregir sus errores al lanzar»

Por: Eduardo Chapellín

“Todos los pitchers que firman en cualquier equipo y están en el roster de 26 tienen chance de de hacer un buen trabajo. Lo que tiene es que corregir son los errores que cometen lanzando y escuchar las correcciones”, señaló Giovanni Carrara, coach de pitcheo en Bravos de Margarita.

Agregó rápido que “es importante que mejoren su capacidad de tirar strikes. Clave son enfocarse y tener concentración en el juego, son cosas muy importantes”.
Carrara de verdad sabe de pitcheo y conoce la LVBP, ya que lanzó 24 zafras (21 de ellas con Cardenales de Lara y sus tres primeras con Águilas).

De hecho, su récord global es de 67 ganados y 38 debacles con 2.93 de efectividad en 334 partidos lanzados, 105 como abridor   y 918.2 actos. Lo más destacable es que también acumuló 56 salvados, único en la LVBP con dígitos de más e 50 victorias y 50 rescates.

“Agradezco que en mis tiempos tuve gente a mi alrededor como Luis Leal, Antonio Castillo, Oswald Peraza, toda esa gente que me ayudaron a ser quien fui. El darme la confianza, a ser lo mejor de mi y ser siempre agresivo en el montículo”, esbozó el apodado cariñosamente “Gio”.

Recalcó que todos los coaches, sea en Venezuela o en el exterior, lo ayudaron en su carrera, “especialmente nombro a Jim Colborn, quien fue coach de pitcheo de Dodgers de Los Ängeles, donde viví mis mejores años en las mayores. Me dio la confianza de estar en Grandes Ligas y siempre estaba pendiente de mi”.

«Siempre recordaré a los Dodgers. De verdad, verdad ellos fueron los que me dieron el real chance de lanzar en Grandes Ligas, sobre todo por la confianza que me dieron siempre. Fue lo principal que aprendí”.

En sus diez zafras en la MLB, estuvo también con Toronto, Cincinnati, Colorado y Seattle, dejando marca global de 29-18 en 331 partidos, pero en cinco zafras con Dodgers de Los Ángeles acumuló registro de 24-11: «Ahí están los números que lo demuestran». 

Muchos recuerdan una foto de AP donde lanzaba su primer envío, durante su debut en 1995 en la MLB con Azulejos de Toronto. En esa oportunidad se apreció que se había abrochado mal la camiseta de lanzar: “Eso pasa, pero lo más importante es que superé los nervios y logré trabajar bien mi mecánica”.

En 2006 estuvo con Pittsburgh en los entrenamientos primaverales, pero al lanzar en el primer Clásico Mundial de Béisbol en 2006, perdió el chance de quedarse: “No me arrepiento porque quería lanzar y representar a Venezuela”.

En nuestro país y Estados Unidos fue abridor y relevista indistintamente en diversas zafras: “Dios me dio la bendición de tener el brazo que tuve durante toda mi carrera y no tuve ningún tipo de lesión».

Sin embargo, uno siempre debe trabajar. Acuérdate del dicho ‘ayúdate que Dios te ayudará’. Si tú no te ayudas nadie te ayudará».

Este nacido en El Tigre, estado Anzoátegui, hace 55 años, recordó que en su caso, él trabajaba mucho las piernas y su hombro derecho de lanzar: «Eso sí, para el brazo muchas ligas y pesas pequeñas».

Agregó que la experiencia de los años te ayuda a modificar envíos, agregar otros y dosificarlos bien: «Si chequeas mis números en las menores fueron buenos y mejores años en las mayores fueron con los Dodgers, que me dieron como te dije la confianza. Lo más importante es que nunca dudé de mí y siempre estuve positivo».

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