Anthony Santander: “Quiero estar donde tenga el chance de ganar una Serie Mundial”
Por: Eduardo Chapellín
“El dinero no es lo más importante (para firmar con un club), sino donde tenga el mejor chance de ganar una Serie Mundial”, acotó un orgulloso Anthony Santander por recibir el Premio Luis Aparicio 2024, debido a su gran temporada este año en las Grandes Ligas, durante un acto realizado en la sede principal de Empresas Polar en Caracas.
Humildemente pensó que el receptor William Contreras (Cerveceros de Milwaukee) o Luis Arráez (Padres de San Diego) y campeón bate por tercer año al hilo, “lo podían ganar. Los dos tuvieron tremendas temporadas y números. Por eso es un honor ganar este premio”.
Cuando le repreguntaron sobre cuáles clubes serían de su preferencia, atizó: “Los del Este de la Americana y los del Este de la Nacional… ¿Y los Dodgers? Casi todos esos clubes tienen chance de ir a la Serie Mundial”.
En general y según reportes de la prensa especializada de las mayores, suenan los nombres de Filis de Filadelfia, Mets de Nueva York, Azulejos de Toronto (“mi papá quiere conocer Canadá”), Medias Rojas de Boston, Yanquis de Nueva York y lo que citó: Dodgers de Los Ángeles.
Sobre el cero interés que mostró Baltimore, su único equipo en la MLB desde que debutó en 2017, no se lo tomó a mal: “Esto es un negocio. Yo lo que me enfoqué fue en trabajar los siete años que estuve ahí y es lo único que puedo controlar, pero hasta ahora no me han hecho alguna oferta. Lo que sí es que estamos en conversaciones con varios equipos y aunque no sabemos cuándo será la firma, sólo es esperar a ver cuándo se dará la noticia”.
Sobre el número de años y la cantidad a cobrar, considera que incidirá la firma de Juan Soto (“yo le digo La Cabra”): “Es uno-dos hoy en día en Grandes Ligas. Tengo que darle las gracias a Dios que pude dar un poquito más de jonrones que él (44 a 41), pero él es una estrella. Hay que esperar que La Cabra firme (y por cuánto) y luego viene la firma de Santander”.
Admite que tiene como tarea pendiente mejorar su promedio (.235 este 2024 y .242 de por vida): “Tenemos que trabajar mucho esta área ofensiva. Este año los extrabases salieron pero trabajaremos más eso (bateo) para mejorar el promedio”.
“Creo que en clase A Fuerte me paré zurdo contra zurdo y dije ‘qué va, aquí no hay chance’, por lo que seguí trabajando a ambas manos”, para poder ser el ambidiestro que es.
“Me gusta esa pregunta, porque sabes que cuando estaba en clase A Media siempre tenemos que buscar los mejores bateadores para nosotros mejorar. En mi caso, a la zurda me enfoqué en ver videos de Víctor Martínez. De hecho, bateaba similar a él. Y a la derecha el ´Papá de los helados’ (Miguel Cabrera). Esos ritmos me llevaron a ser un bateador consistente y a llegar a Grandes Ligas. Allí fui buscando otro tipo de mecánica y esas cosas para mejorar”.
No podía dejar de señalar en presencia de sus padres Yoleida y Roger, que lo que es hoy, “es gracias a los valores, las ganas de seguir trabajando duro, porque (cuando niño) me la podía pasar fácil dos horas bateando piedras para allá y piedra para acá (risas). Pero lo importante es ser exitoso y mantener esa humildad que llevas y que son inculcados por tus padres”.
Al preguntarle un joven pelotero sobre cuál es el momento más importante en su carrera, Anthony lo pensó poco: “Creo que fue el de la firma, poder entrar al sistema (MLB) a los 16 años y trabajar por ese sueño”.
El siempre emotivo Ángel Bravo, orgullo de la pelota nacional, le dijo a la hora de la entrega del premio de su compadre Luis Aparicio: “Yo te lo dije el año pasado: tienes con qué mejorar más. Y espero que le próximo sea mucho mejor que este
TIRAR LA TOALLA
“Desde el fondo de mi corazón si tuve esa idea. No era fácil. Iba a buen ritmo pero me decía ‘vamos a seguir trabajando, que las cosas sigan saliendo’ pero desafortunadamente ese no fue el año, pero los 49 jonrones que dio mi compadre Eugenio Suárez, no son fácil darlos, sobre todo en Grandes Ligas, cuando en septiembre empieza el cansancio y todas esas cosas”, se sinceró sobre la intención de romper este año la marca de jonrones para un compatriota en un año, establecida por Suárez: “En el futuro veremos si se da otra oportunidad”.
Este margariteño de origen, reconoció que cuando estaba en las menores a comienzos de la década pasada, diversas lesiones estaban frenando su desarrollo como pelotero y pensó en rendirse.}
“Cada proceso para cada persona es diferente, pero en mi caso tuve cuatro cirugías. Llegó un momento que en mi tercera les dije a mis padres ‘saben qué. No quiero jugar más al beisbol. Estaba en clase A Media y sentía que no iba para ningún lado, pero mis padres gracias a Dios me dijeron ‘no se venga para acá. Siga echándoles bolas (risas). ¿Qué pasa? Esa palabra es criollita (risas). Fueron duros esos días, porque uno lloraba, peleaba con la almohada”.
“Es una guerra mentalmente, pero son altos y bajos que cada persona tiene en cada etapa de su vida, pero gracias a Dios y a mis padres aquí estamos todavía, porque nosotros los atletas nunca estamos al cien por ciento para jugar. Siempre tenemos que lidiar con lesiones, pero con buena disciplina, consistencia, podemos superar todos esos obstáculos”, filosofó.
En 2016 no lo protegió su primera organización en el norte: Cleveland y lo tomó Baltimore bajo la regla del Draft 5 (obliga al equipo a mantenerlo todo el año arriba o devolverlo a su club original): “Creo que estoy en los libros de los mejores adquiridos por esta regla (risas)”.
TENER UN PLÁN
“Hoy en día hay mucha información y soy un tipo de bateador que me gusta ver esa información”, señaló ya este margariteño sobre cómo es su día a día como bateador.
“Mi preparación comienza la noche anterior, cuando estudio al pitcher abridor y a los relevistas, cómo lanzan ellos. De esa manera, ya tengo una idea de cómo lanzan”, agregó rápido como su swing.
Pero recalcó que “ya cuando vas al plato, lo que debes es ir a competir con la información que ya tienes. Debes buscar tu pitcheo en una zona, si es recta, si es rompiente… pero siempre debe ser tu zona, ya sea la esquina de afuera, al de adentro o en el medio del plato.
“Eso sí, debes ir a la práctica con tu plan de trabajo. Si es pescarle la perla (recta) en la esquina de afuera, no puedes ir a la práctica a pulear (jalar) todas las bolas. Tienes que mantenerte hacia el medio del campo o hacia el otro lado, porque esa preparación es la que vas a llevar al juego”, precisó.
Recalcó que “no es como se comienza, sino como se termina. Este año no empecé bien, pero el equipo y yo no nos desesperamos y pude remontar. Es ser consistente con tu rutina. Tuve una buena preparación (en primavera), me mantuve sin lesiones y los batazos comenzaron a salir y nos ganamos el Bate de Plata. Y comenzamos bateando .081 (risas)”.
Y no podía faltar la pregunta de si jugará o no esta zafra 2024-2025 con Tiburones de La Guaira, por lo que soltó rápido: “Esta temporada no. Y el año entrante depende. Recuerden que uno tiene que tener el permiso del equipo para poder jugar en invierno”.
Se debe recordar que Santander en la LVBP ha jugado en dos clubes y apenas por dos temporadas: Magallanes (2015-2016) y Aragua (2018-2019). En total, ha participado en 62 careos para promedio de .237 (203-48), incluidos treces dobles, par de triples y cinco vuelacercas, más 19 boletos, 26 anotadas y 25 remolques.