Deporte

Alexander Palma: Un mal sueño del que no quiere despertar

José Ángel Rodríguez | Prensa LMBP

Alexander Palma durmió mal una noche y se convirtió en la pesadilla de los lanzadores en la Liga Mayor de Béisbol Profesional. Convertido en Freddy Krueger, desde entonces, el jugador de Centauros de La Guaira se ha ensañado contra los serpentineros -y sus sueños- en un rol limitado al de bateador designado.

Fue el jueves 25 de mayo, luego de un tiro desde la Calle Elm, perdón, desde los jardines contra Caciques de Distrito, que el dolor en el hombro del paleador derecho se agudizó, casi a la par que su madero no sólo mantuvo el explosivo ritmo de comienzos de temporada, sino incluso lo superó, con cuatro juegos multi hits en fila -tres ya sin actividad a la defensiva-.

“Voy día a día trabajando con el cuerpo médico para mejorar la leve lesión en el hombro, pero puedo tomar turnos y no me afecta en eso, que es lo importante”, dijo a LMBP.net Palma, en una visita reciente al Estadio José Bernardo Pérez de Valencia. “Parece que fue un mal dormir, que se unió con un disparo que hice tarde en el juego y me terminó de molestar. Decidieron sacarme unos cuantos días a la defensa, donde sólo podré jugar como designado”.

Hasta antes de la jornada del viernes, Palma batea para promedio de .381 (21-8) con un jonrón y seis carreras empujadas en los recientes seis compromisos, todos como designado. Si bien son números más que atractivos, están por debajo de la astronómica línea ofensiva global de .409/ .461/ 606 que compila en el ruedo.

Vamos, que el oriundo de Guarenas no es que se ha convertido en una angustia permanente sólo ante sus rivales en la LMBP, ni mucho menos luego de atravesar la dolencia que le ha alejado momentáneamente de las praderas. ¿No lo cree? Echemos un vistazo a sus números en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, apoyados en la herramienta de Pelota Binaria.

Palma, con 123 carreras empujadas, es junto a Ernesto Mejía (125), los únicos venezolanos con al menos 120 impulsadas en la LVBP durante sus primeras cuatro zafras en el circuito. Completan el reducido listado los importados Bob Darwin (124), Cecil Fielder (122), Clint Hurdle (121) y Yurendell DeCaster (120), siendo Fielder y Hurdle los únicos en lograrlo en tres contiendas.

Con las 35 fletadas en la última campaña con Leones del Caracas, se convirtió en el primer jugador de la franquicia que hilvana campañas consecutivas con al menos 30 remolcadas desde el cubano Félix Pérez (2014-2015 y 2015-2016), y en el primer criollo desde Jesús Guzmán, que concretó tres (2008-2009, 2009-2010 y 2010-2011).

“He trabajado mucho en drills de bateo el último año. Me he enfocado principalmente en hacer swing a pitcheos en la zona de strike, en buscar buenos envíos, y están saliendo los resultados”, explicó el mirandino de 27 años de edad. “La clave para este buen comienzo con Centauros ha estado en el trabajo de la pretemporada, llegué una semana antes de que iniciaran las prácticas y comencé a trabajar con Homy Ovalles (coach de bateo), quien ha sido parte importante”.

Esa disciplina en el plato a la que hace referencia el ex prospecto de los Yanquis de Nueva York se respalda en el hecho de que ha negociado más boletos (8), de las veces que se ponchó (7), luego de los primeros 17 desafíos con los mitológicos. Una marcada evolución si se compara con las 26 veces qué abanicó y las nueve que caminó, en la reciente ronda eliminatoria con los capitalinos, en el invierno.

Aunque el habitual guardabosque o inicialista fue pieza clave para los melenudos en la rueda regular, sufrió un súbito bajón en el Round Robin, hasta el punto que tan sólo ligó dos imparables en 26 turnos (.076). Una situación, a la que no huye al momento de buscarle causa.

“Yo creo que fue algo de cansancio. Fue un año duro, muchas altas y bajas”, admitió. “Pero por fortuna los compañeros pudieron levantarme y se logró ese campeonato que tanto necesitábamos”.

Palma aprovechó los siguientes tres meses luego de la coronación avileña para recuperarse del largo trajín invernal, vio como fue cambiado desde los Marineros de Carabobo hacia los litoralenses en la Liga Mayor y se preparó para reencontrarse con su mejor versión. Una que se parece mucho a la que lo tiene como segundo en incogibles (27), quinto en bases alcanzadas (40) y sexto en average (.409).

“Todo pelotero desea ser campeón bate”, afirmó. “Pero en este momento no pienso en eso. Sólo en cómo ayudar al equipo a obtener victorias, que es el paso importante”.

Ahora saben que, con Palma, nadie se puede dormir.

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