Álex Romero: “La mentalidad positiva ayudó a mi éxito”
Por Eduardo Chapellín
“Yo creo que parte de mi éxito en el bateo fue mi mentalidad en el juego. Yo trato de disfrutarlo al máximo, pero cuando estaba jugando era algo diferente. Debía creer en mí, porque sabía que había mejores peloteros que yo”, señaló Álex Romero, quien recibió un premio especial por sus mil hits en la LVBP.
El hoy retirado jugador precisó que “observaba a otros peloteros con un talento increíble, pero por alguna cosa no terminaban de concretar su sueño. Yo creo que al final de mi carrera vi el resultado de esa mentalidad positiva”.
“Temprano en mi carrera, coincidí con dos o tres peloteros que quizás no tenían elevadas condiciones como otros, pero en el terreno de juego sólo se comparaban con ellos mismos. “Igual pienso que me pasó a mí. Yo no considero que haya sido un pelotero con un talento increíble, pero siempre intenté disfrutar el juego. Yo no le decía a todo el mundo que era el mejor, pero sí me lo decía a mí mismo, para motivarme y ser positivo”.
Sobre su tendencia a decir que a tal o cual pitcher “a ese le pego dos hits hoy”, no lo hacía por pedantería: “Suena mal, pero creo que no lo hacía por mal, sino simplemente darme ánimo. No me había dado cuenta de que lo comentaba sin creerme que era mejor, sino para estar arriba con esa mentalidad de competencia”.
También usaba esas frases “para estimular al compañero. A veces llegaba un día y le decía ‘mira el bicho me dijo que te tenía dos ponches’. Era mentira, pero quería que el compañero se metiera el chip de querer hacerlo mejor, de querer competir con el pitcher. Yo creo que cuando tienes en un equipo esa picardía, de poder meterle en la mente a un pelotero esa mentalidad que le puedes ayudar como compañero, de verdad es importante”.
“Son tantos pitchers que vi en nuestra liga. Esta difícil, pero hay varios ahí. Uno es Ronald Belisario, porque no era su recta, sino su sinker que parecía un cambio, que salía para abajo, para arriba. No sabía para donde iba el pitcheo. Había un zurdo super difícil: Elvis Araujo, a quien me encontré y tiraba a cien millas, cuando nadie tiraba a cien millas…. Yo no trato de poner quién ha sido el mejor, sino simplemente salgo a competir todos los días por conseguir un logro”, esbozó sobre algunos de los lanzadores complicados que enfrentó.
Sobre los peloteros que en su carrera de más de dos décadas que lo impresionaron, lo pensó a profundidad: “Mira son muchos. Jugué con Miguel Cabrera y para nadie es un secreto lo que hizo… No me gusta decir el nombre porque se lo he dicho. Sin embargo, Luis Rodríguez es uno de los peloteros más inteligentes de los que he jugado. No corría 6.6, no se robaba cuarenta bases, no daba treinta jonrones, pero conocía los corredores, hacía las jugadas de rutina, tocaba la bola, se fajaba en los turnos que tenía que fajarse”.
MUCHOS ESTELARES
No dejó de citar a otros: “¿Sabes la cantidad de peloteros que yo vi a lo largo de estos años? Hay varios, pero te puedo citar a José Castillo, René Reyes, Marco Scutaro. Te puedo nombrar a Luis González, tercera base de Caribes. A lo mejor no duró el tiempo que debió durar en Grandes Ligas y en el beisbol, pero lo que yo vi de él me impresionó. Vi a un Roberto Zambrano que para mí fue como un tutor que me abrió las puertas, un Pedro Castellanos. Son tantos peloteros que influyeron en mi carrera. Un Álex Delgado que compartí con él. Conviví con Luis Maza que jugaba todas las posiciones. Lo ponían a jugar segunda base y te hacía el trabajo, lo ponías en el outfielder y lo hacía bien. Era un utility que podía sustituir muy bien a un pelotero regular clave… Hay otros nombres que se me escapan. Si te sigo nombrando se nos acaba el tiempo (risas). Si se me escapa alguno, que me disculpen, pero creo que todos han sido un complemento en el beisbol venezolano”.
“Soy partícipe de los peloteros que tienen esa manera de jugar, que buscan la forma de ser productivos en el juego. Es la inteligencia que lo hacen un poquito más adelantados que los otros, aunque no tengan las condiciones de otro, pero te resolvían. O buscaban la forma de entender mejor el juego para poder ayudar al equipo ganar”, agregó.
Con el correr de los años, Álex en cuanto a la ofensiva, “pulí la forma de batear, la forma en que buscaba el contacto de la pelota, creo que mejoró al dominar más la zona de strike. Me ayudó a tener ese balance entre boletos y strikes (ponches), que fuera bastante cerrado. Todo es un complemento. Si no tratas de ajustarte al tiempo o al beisbol que se juega, creo que te vas quedando atrás. Tienes que buscar tanto tu zona de strike como tus debilidades. Si es un pitcheo alto, bajo, adentro, afuera. Es simplemente eliminar el swing al pitcheo en el cual tú no te sientes cómodo y tratar de que el pitcher se equivoque y te ponga el envío que a ti te gusta”.
No quiere contar los pajaritos antes de nacer, pero señaló que tiene “una oferta por ahí de un amigo como técnico. Debe esperar si tomo un año de descanso o aprovechar la oportunidad si me la dan”.
“Pienso que algún día puedo ser mánager, pero en este momento creo que puedo ser un coach para tratar de ayudar a un equipo de la mejor manera. Ser mánager es más responsabilidad y debo prepararme mejor porque debo estudiar las estadísticas y análisis que existen el día de hoy. Creo que lo mejor es empezar por lo más bajo, pero con humildad y tratar de aprender más de béisbol, que todos sabemos que cada día se aprende algo nuevo”, finalizó.