Arte y Cultura

Patricia Castillo: «El teatro siempre será colectivo»

Por: Eduardo Chapellín

La dramaturgia para Patricia Castillo no le es extraña, ya que el año pasado ganó el V Premio de Dramaturgia Trasnocho por la pieza Las cosas que nos quedan: “Este texto es inédito, nunca se ha presentado.  De los otros, el más importante para mí en este momento es la Vida perdida con el que me gané el premio Isaac Chocrón, que la llevé a representaciones”.

Y otra prueba de su pasta dramaturga, actriz y directora es que este sábado 15 y domingo 16 de febrero, siempre a las cinco de la tarde, sigue con su monólogo Subterráneos en el Teatro Luis Peraza de Los Chaguaramos en Caracas. Esta sala está a tres cuadras del Metro Ciudad Universitaria y al lado de la iglesia San Pedro. Castillo cuenta con la asistencia de dirección de Manfred Carreño y la excelente iluminación de Stephannye Baena. Este trabajo forma parte del del I Festival de Creación Actoral Ludwig Pineda, que se realiza en varias salas de la capital.

Nos recordó que tiene Humanos con el que se graduó en Unearte: «De los que ha escrito estos son los dos que ha representado. Y el monólogo Subterráneos que ya he presentado”.

«Las cosas que nos quedan es el texto más personal que heescrito porque habla de una parte de mi familia, de un hecho que le ocurrió alprimo con quien me crié. Falleció de leucemia estando muy joven y la obra va decómo reaccionó su familia, su madre y la pareja de él alrededor de lo que había ocurrido.Uitilicé ese vehículo de mi familia para hablar de algo en específico denuestro país, que es la salud pública, las condiciones en que están loshospitales. El cómo es acceder a una clínica en este país para las personas clasemedia y baja. Tampoco dejé de tocar el tema de la migración”, explicó este mujer del signo Cáncer.

Con respecto a Humanos, que es un texto más experimental, para Las cosas que nos quedan. “escribí un texto bastante naturalista que juega en ciertos momentos con la poesía, pero la verdad es que todo es cotidiano. Con dos personajes cuento una historia bastante amplia a partir de dos actores en escena. El texto tiene su parte naturalista y toca la poesía, dependiendo de lo que está ocurriendo (en escena)”.

AYUDA SELECTA

Todo el texto, incluyendo la parte poética, son de su autoría. Año y medio pasó desde que comenzó a escribirlo: “Luego realicé una primera versión y comencé a corregir, corregir, hasta que hice la última versión dos meses antes de una versión más actual, siempre enviando estos borradores a otras personas para recibir feedback y esperando, hasta que dije ‘esta va ser la última versión’. Inclusive hicimos una lectura con los dos actores y ahí realizamos la última modificación cuando escuchamos el texto leído”.

No es una dramaturga cerrada, “sino que estoy totalmente abierta a los cambios. De hecho, el texto tuvo muchas modificaciones a raíz de conversaciones que tuve con varias personas. Por supuesto, admiradas y apreciadas por mí, a las cuales se las compartí. Luego de último cuando tuve una versión que dije ‘esto está bueno’, hicimos una lectura con los dos actores con quienes quiero llevarla a escena. Y gracias a esa lectura, ellos aportaron cosas que para mí ayudaron a la versión definitiva. Una cosa importante en la estructura surgió de esta lectura dramatiza”.

No dudo en citar a Elvis Chaviente como una de las personas que más la ayudó en esa última decisión, «ya que el teatro es colectivo, quien piense lo contrario creo que está haciendo otra cosa (risas) que no es teatro. Es absolutamente colectivo, así que yo creo que uno puede empezar a recortar hasta qué punto entran los demás, pero siempre es un trabajo colectivo”.

Nacida un 24 de junio hace 27 años señala que haber entrado a los 17 en el Taller de Experimentación Teatral (TET), “cambió mi vida por completo, de la visión que tenía del teatro, porque venía de hacer teatro sólo en bachillerato. Luego entré en Unearte donde las cosas estaban un poco confusas. Había gente que me gustaba, otra no, pero cuando entré al TET me ayudó a definirme”.

Se rió pero admitió que lo primero que deseaba ser “era escritora, pero antes de conocer el teatro. Cuando conocí el teatro quería ser directora y luego terminé siendo actriz por consecuencia. Quería escribir novelas, cuentos, pero no sabía que existía algo llamado dramaturgia y cuando la conocí dije ‘verga’ esto también lo quiero´. Y lo hice”.

Eso sí, no descarta escribir un libro de cuentos… pero no en este momento. Lo suyo ahora es “puro teatro». Ahora el objetivo es montar Las cosas que nos quedan; aparte de seguir otra temporada con su monólogo Subterraneos

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