“Hamlet”: “Ser o no ser” con teatro dentro del teatro
Me burlo de lo que pareces que eres no de lo que eres”, es una de las frases que podemos apreciar en hora y media de una intensa lección de teatro entre una generación todavía vibrante y otra que surge con nuevos bríos. Y “Hamlet” de Willian Shakespeare es la perfecta excusa para que Omar Churión y Ludwig Pineda, bajo la dirección de Rufino Dorta, nos sumerjan en las profundidades de hacer teatro dentro del teatro.
El joven actor Omar Churión, ganador del VII Festival Jóvenes Directores con Penitentes, original de Elio Palencia, interpreta al “actor” joven en esta versión: “Fueron cuatro de meses ensayos intensos, donde nos veíamos casi todos los días. Esta versión en colectivo se centra en la relación amor-odio que existe entre el maestro y un alumno. Al maestro le da miedo aceptar que ya envejeció y este muchacho está buscando atención y amor. Y se aprovecha de sus cualidades (físicas) para intentar aprender y llegar a ser un gran actor”.
La tuvo difícil Churión, ya que desde hace dos meses participa en el V Microteatral Caracas con la comedia Duelo de machetes, que es una versión de El Oso de Anton Chejov: “Siempre cuando se están trabajando dos piezas en un momento, a veces se mezcla algo. Sin embargo el trabajo arduo me ayudó a despegar a este personaje tan dramático del otro No es nada fácil pero se logró”.
Y el “actor” experimentado Ludwig Pineda acotó: “Cuando leímos una pieza tan complicada como Hamlet y lo que ibamos a tomar como referencia para este viaje, nos preguntamos muchas veces de ese que llamamos mirarnos al espejo, de mirarse en el presente, en el futuro y en el pasado. De alguna manera eso está presente en la creación de los personajes”.
Agregó este maestro de las tablas, uno de los fundadores del mítico grupo TET, que “vemos a un actor que vivió el estrellato, la luminosidad, pero ya se le empieza a ver como merma sus experiencias anteriores, su memoria. Además está en búsqueda del amor y lo intenta conseguir en este muchacho, a quien quiere a través de la enseñanza, la imposición, del amor-odio, la entrega, la exigencia, trata de pasar todo eso, pero existe además ese espejo que va al pasado, donde también en el pasado se dan esos conflictos entre un actor ya veterano y uno joven como en la obra El veneno del teatro, Sobre todo cuando el joven comienza a absorber esas enseñanzas del maestro, a través de los medios que él considera necesarios, como en este caso la seducción mutua”.
Según gacetilla de la CNT, está libre vesión de este clásico dramatúrgico, cuenta la historia desde el mundo interior y exterior de un maestro de la actuación en decadencia y su discípulo. En medio del quehacer teatral y su relación de amor-odio, el espectador descubre entre ensayos, funciones y sábanas que el “ser o parecer” es un dilema presente en la vida de los artistas.
Pineda, interpreta a un actor teatral consagrado que está en el ocaso de su vida y su carrera, el cual se debate entre la razón y el corazón al toparse con el personaje interpretado por Churión quien es un buscavidas, un chico que quiere atención y amor, capaz de hacer cualquier cosa por conseguir sus sueños. Es decir, su deseo es ser un gran actor y aprovecha sus cualidades físicas en especial, para lograrlo.
Esta pieza de lujo estará desde hoy y hasta el domingo 12 de marzo en la Sala Paz y Mateo, a una cuadra de la avenida Andrés Bello (subiendo por los Pollos Hermanos Rivera) en Caracas. Los horarios son de jueves a sábados a las cinco de la tarde; mientras los domingos a las 3:00 pm. La ficha técnica la complementa Yurahy Castro como asistente de dirección; iluminación por Alejandro Martínez; Ariana León en el diseño gráfico; Jason Hernández en la producción; mientras la general corre por Chabasquen producciones.