Funes, máquina y corazón compite en XXII Festival ELCO 2024
Por: Eduardo Chapellín
“Este documental trata sobre la vida de un personaje de la cinematografía venezolana. Es un maquinista. Normalmente las películas están hechas con actores principales… y este (José Manuel Funes) Josué Saavedra y es un personaje que nos enseñó y nos dio mucho de su vida y de su arte”, precisó Josué Saavedra, director del documental Funes, máquina y corazón.
Esta ópera prima ya se estrenó comercialmente en Venezuela, pero ahora está en un periplo de festivales. Uno es el XII Festival de Cine Entre Largos y Cortos de Oriente (ELCO), que termina este fin de semana en Lechería, estado Anzoátegui.
Compite en la categoría de largometraje documental junto a Hortensias para Inés de Yekuana Martínez; Mariposas de papel, de Rafael Medina Adalfio y Éxodo artístico, venezolanos en Bogotá por Henry D’lima y Deivid Quintero; también óperas primas, aparte de Ozzie: la Historia de Oswaldo Cisneros Fajardo, de Maurizio Liberatoscioli.
“El proceso fue un poco largo. Son esas cosas que de repente se le ocurren a uno, que pasa cuando estás viendo un personaje dices que es muy importante e interesante. Y decidimos entre un grupo de amigos hacer un documental con parte de su vida, porque su vida fue muy extensa. Él vivió ochenta y tantos años y en esos años hizo de todo un poco. Él tenía muchísimos cuentos y no podíamos hacerlos todos, sino un extracto”, precisó Saavedra.
Como en el caso de Funes, Josué Saavedra es un experimentado cineasta e ingeniero de sonido que habitualmente ha permanecido en la trastienda de las obras cinematográficas, abocado por 40 años a los aspectos relaciones con el audio, hasta que decidió de un tiempo a esta parte dedicarse al trabajo de producción y dirección de micros, cortos y mediometrajes… hasta llegar a su debutante largometraje.
“Hemos venido trabajando un poco en función de la memoria de Venezuela. Como ya no tenemos cronistas que antes existían hace cuarenta años atrás, estamos un poco de rescatar la memoria de cada uno de los venezolanos, qué no siendo tan ilustres, si lo son y le damos un poquito de relevancia en el proceso histórico del país”, señaló convencido del camino que tomó.
“Lo que me preocupa es que la juventud ha perdido la memoria. Tú le preguntas a cualquier (joven) sobre Renny Ottolina y nadie sabe de él. Simplemente para ellos no existe. Entonces, estamos tratando de rescatar esa parte de la historia nuestra, que es lo importante”, recalcó el experimentado hombre de cine.
Como se indicó, la cinta es un homenaje a José Manuel Funes, fallecido el 27 de junio de 2008, un personaje iconográfico de la cinematografía venezolana en la que laboró como maquinista, camarógrafo, sonidista, decorador, ambientador, montajista, productor, asistente de dirección, jefe de máquina. Estuvo junto con directores como Luis Armando Roche (Aire Libre y El cine soy yo) y Alessandro Blasetti (La epopeya de Bolívar), entre muchos otros, e incluso más allá de nuestras fronteras cuando incursionó en el cine mexicano. Fue también creador del Museo Cinematográfico de Venezuela José Manuel Funes, con sede en el Centro Cultural Tulio Febres Cordero de Mérida,
“Nada que ver con su temido y recordado abuelo, Tomás Funes Guevara, el mítico explotador del caucho y militar que llegó a ser conocido como ´el terror del Amazonas´ a principios del siglo pasado”, finalizó Saavedra, cuya ópera prima contó con el apoyo incondicional de Amazonia Films, ANAC y el CNAC.