Florentino Mendoza: “Para mi, estos cincuenta años han sido un suspiro”
Por: Eduardo Chapellín
Nada mal para un joven de apenas 17 años que fue rechazado hace medio siglo para intentar integrar como violinista la Orquesta Sinfónica de Venezuela (OSV). Decidido en seguir en su pasión musical, se arriesgó no muy convencido al principio, de integrar un proyecto liderado por el siempre recordado Maestro José Antonio Abreu.
Cinco décadas después este dudoso muchacho, ya es un hombre de 68 años, que se puede jactar de ser uno de los fundadores del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, mejor conocido aquí en el país y en más de setenta naciones del orbe como “El Sistema”.
Este caballero, Florentino Mendoza, recuerda esos inicios de El Sistema, orgullo nacional: “Realmente comencé a estudiar música a los ocho años en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas en ese momento y realicé mis estudios teóricos, preparatorio, primero y segundo años, dictado musical. Y cuando tenía cinco años de formación me fui a vivir a Alemania por razones familiares”.
Claro está que siguió sus estudios en tierras germanas: “A los doce años en Colonia, la ciudad donde vivía continué mis estudios musicales. Ya había comenzado con el violonchelo dos años antes en Caracas y terminé mis estudios teóricos en ese país. Viví cuatro años en Alemania y luego fui a Francia a culminar mis estudios violonchelo”.
Retornó al país y cuando pensaba que con su fuerte formación se le abrirían las puertas, intentó entrar en la OSV y es rechazado: “Fue cuando tuve el primer contacto con el Maestro José Antonio Abreu y arrancamos este proyecto y aquí me quedé. Y si me hubieran aceptado (en la OSV), igual me habría venido como lo hicieron muchos músicos”.
Se debe recalcar que con el método Abreu, tocar y enseñar fueron al mismo ritmo, “porque nosotros formábamos niños paralelamente con la ejecución en la orquesta. A medida que tocábamos íbamos formando niños. Fue ese efecto multiplicador que nos mostró e inculcó el Maestro Abreu a través delos años”.
De quienes recibieron sus clases de violonchelo recalcó que “fueron varios que hoy en día siguen tocando. Uno de ellos fue mi compañero Johen Vásquez, quien fue primera viola por muchos años en la Orquesta de Pittsburgh (Estados Unidos). De mis alumnos tengo a Gonzalo Grau, quien fue mi alumno de cello y hoy en día es compositor. No ha dejado el instrumento, pero se fue por esa vía dela composición. Fíjate que estrenamos una obra de él en la gira que acabamos de realizar por Europa”.
“Estos son los primeros cincuenta años. Este movimiento es eterno realmente. Para mi, estos cincuenta años han sido un suspiro. Han pasado demasiado rápido (risas) y siento que hay muchísimo por hacer todavía… pero todo a su tiempo, hay que llevarlo con mucha conciencia, con mucha constancia permanentemente y con mucha responsabilidad”, finalizó Florentino Mendoza con esas ganas de seguir “tocando y luchando”.