El X Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas muestra que una nueva generación va más allá de los celulares
Por: Eduardo Chapellín
Fueron reconocidos una veintena de jóvenes poetas, entre ganadores y finalistas del X Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas. La premiación y comentarios del jurado se concretaron en la Fundación La Poeteca en Caracas.
Se debe recordar que Ezequiel Isaza Bencomo con el poema Guasina, obtuvo el primer lugar; mientras completaron el cuadro Jorge Gabriel Romhain Lazo (San Cristóbal de Lizia) y Santiago Rafael Marques Bolívar (El país de Turandot).

El Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas, en su décima edición, recibió 247 poemas. En esta ocasión la participación aumentó 30 % con respecto a 2024. Los tres poemas premiados y los 24 finalistas serán publicados próximamente en una antología impresa y digital.
Logramos conversar con cuatro de los finalistas de esta edición. Una fue Joanna Sarai González Vargas quien escribió Cáscara: “Mi poesía suele ser muy personal, de temas muy propios. Y para este poema me inspiré en una situación de trastorno alimenticio. El poema se centra en los trastornos alimenticios, la bulimia y la anorexia”.
Como todos y todas, hay creadores que nos inspiran. Para Joanna, “sobre todo hay mujeres: Silvia Plath, entre otras… Y de la literatura, me inspiró muchísimo en Virginia Woolf y sus novelas. La verdad es que es mi poesía”.
Como dato curioso, “la verdad es que esta es la primera vez que escribo un poema y lo termino. Y decido darlo a conocer. Tengo varios poemas a medias, pero nunca había terminado ninguno. Pero creo que esto me ayudará a terminar otros. Creo que esto me dio mucho más valor en mi poesía. Bueno, de bomba que hay una reformulación, una decantación. Pero sí, creo que esto me va a dar el valor para empezar a terminar todos mis poemas… Y quizás, quizás en el futuro sí, quizás un poemario”.
Y Javier Hidalgo González fue finalista con Toponimia: “La verdad, este poema compatibiliza más o menos con una línea que ya yo venía escribiendo. Y este es un poema bastante íntimo. Ha sido uno de los más espontáneos que he llegado a escribir. Normalmente tengo una idea de lo que pienso escribir, más o menos. Y una vez que lo escribo, bueno, ya después viene todo el proceso de correcciones estilísticas… pero este poema no tiene ningún tipo de corrección. O sea, tal como está en el libro, fue como surgió por primera vez”.
Y cuándo se le inquirió si no dudó, soltó seguro: “No, lo dejé tal cual como estaba porque me parecía que estuvo bien. Como le digo, al ser uno de los poemas más íntimos, lo sentía de inicio a fin. Entonces no sentía ese temor porque me gustaba tal como estuvo. O sea, me parece que no podía haberse escrito de otra manera”.
Tiene ya 24 años, pero precisó que “digamos que el 80% de lo que he escrito depende de mi estado de ánimo en el momento. Suelo mantener la línea en cuanto a poesía, bastante emocional. Últimamente he estado variando un poco y he estado escribiendo poemas un poco más racionales, más pensados, con temáticas un poco más políticas, sociales”.
Sobre influencias espetó: “Más que poetas me han influenciado narradores. Me han influenciado mucho más, tanto cuentos como novelas. En cuanto a poetas, para hablar específicamente de los poetas, me han influenciado mucho el maestro Cadenas, por supuesto. César Vallejo también es otro autor que me ha influenciado mucho. Y en cuanto a los franceses, también hay cierta influencia. Hay un poeta que me gusta mucho que es Eugene Gilovich, ya que me ha ayudado mucho, sobre todo en la brevedad de su poesía. Eso de verdad es lo que me ha fascinado y considero que me ha ayudado mucho en cuanto a escribir mi poesía”.
“Considero que mi poesía es bastante breve. Sin embargo, últimamente se ha estado extendiendo un poco más. Como le digo, con este cambio un poco de temática y un poco más de racionalización a la hora de escribirlo…. pero suelen ser breves. Considero que mi línea poética es así, breve”, agregó sin que se le preguntara.
¿Y TÚ QUÉ LEES?
En cuanto a Stephany Trujillo, de apenas 23 años, fue finalista con Falso Linaje. Muy sincera y sorprende al confesar “yo no estudio nada que tenga que ver con artes. Normalmente me dedico a hacer tatuajes. Y tengo mi trabajo particular en el área… El tatuaje podría ser poesía, ya que uno expresa y transmite a través del mismo, sí”.
Este Falso Linaje es una constante en su poesía: “Sí, he escrito varias veces sobre temas similares, con el mismo estilo. Me enfoco más que todo en la familia. Siempre son poemas muy melancólicos, realmente escribo desde una tristeza. Y en su mayoría de experiencias que he vivido o que han vivido cercanos. Predominan el tema familiar, melancolía, tristeza, como que eso es lo que transmiten los textos. Es una constante”.
Por sus quehaceres no es una ávida lectora, pero “últimamente he estado bastante atrapada con unos libros. En este momento no recuerdo el nombre, porque realmente lo descubrí porque me regalaron Conversaciones con Dios, que es una saga (escrita por Neale Donald Walsch). Tiene un montón de libros, que los estoy leyendo en este momento. Y realmente he conseguido demasiada inspiración desde que los empecé a leer… Ahorita estoy leyéndolos nuevamente, pero los leo desde hace cuatro años… Mi tema con la lectura realmente vino ya de adulta, en el colegio realmente no leía mucho”.
La ayuda a inspirarse el escuchar mucha música: «Aparte estuve en una orquesta, tocando violín. El tema con la música clásica es como que me llevan como imágenes o situaciones y eso me inspira también a escribir. Entonces creo que más que la lectura, a pesar de que sí leo, es la parte musical, la auditiva, lo que me lleva a transformarla en poesía”.
Respecto a la precisa Sasha Ascanio Giménez, fue finalista con Hija mía, tus manos vírgenes. Con sólo 22 años de edad, el mundo de la cultura es su norte siempre. Graduada en comunicación social, ha participado en diversos coloquios como oyente de escritura y lectura.
Cuando de inspiración comente, “más que todo, Baudelaire, en todo lo que tiene que ver con esta poesía, como un poco abyecta. Y Julia Kristeva también, aunque no es poeta, es más que todo semióloga y psicoanalítica, pero me gusta toda esa corriente de pensamiento… donde atrapo imágenes”.
Fue metódica al responder sobre sus hábitos de lectura: “Bueno, la lectura general, desde adolescente, de 14, 15 años… pero de forma más sistemática, porque una cosa es leer. Yo creo que una cosa que te enseña mucho es la carrera de letras, aunque yo no estudié letras, fue una parte como extraoficial en mi carrera de la universidad… Tuve muchas clases de oyente y realmente me he integrado muy bien con el pequeño grupo de letras que tienen allá. Y sí, me enseñaron que una cosa es leer, otra cosa es aprender a leer literatura, no solamente leer de forma recreacional, sino leer con otros ojos, yo diría que a partir de los 17, 18 años”.
Considera también esta practicante del teatro qué al escribir poesía, “siento que hay una progresión. Creo que con cada poema uno progresa, pero mi trabajo sí tiene una línea bastante similar a lo que yo suelo escribir”.
“Cuando se dé la oportunidad publicaré. Yo creo que la vida de la escritura es así. No es cuando yo quiera, sino cuando se dé la oportunidad”, estuvo muy cautelosa y esquiva a la hora citar sí publicaría a corto o mediano plazo.
El Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas cuenta con el apoyo de La Poeteca, Autores Venezolanos, Team Poetero. Y para leer esta y todas las antologías, se puede visitar gratuitamente la Biblioteca Digital Banesco, colección Poetas venezolanos.