El mercado asiático se ha convertido en un impulsor del arte latinoamericano
El mercado asiático ha emergido como catalizador para algunos artistas latinoamericanos, generando un interés global en figuras como el colombiano Fernando Botero, el cubano Wifredo Lam y, más recientemente, el venezolano Oswaldo Vigas. La inserción exitosa de estos artistas en Asia ha elevado su reconocimiento y, también, ha fortalecido sus posiciones en el panorama internacional.
Dentro del amplio espectro de artistas occidentales, los maestros impresionistas han capturado históricamente la atención del coleccionismo asiático. Un hito memorable fue el récord alcanzado por la obra Los girasoles de Van Gogh, subastada en Christie’s Londres en 1987 por 39.5 millones de dólares, cifra impactante para su época.
Ese mismo año, Irises se vendió por 53.9 millones en Sotheby’s Nueva York, consolidando el fervor asiático por piezas maestras de Occidente. Desde entonces, el interés del coleccionismo asiático por hacerse con los símbolos culturales emblemáticos de occidente no ha dejado de aumentar. Artistas como los norteamericanos Jean-Michel Basquiat, Andy Warhol, o el alemán Gerhard Richter han visto sus obras venderse a precios estratosféricos, impulsando a las principales galerías internacionales a establecer sedes en ciudades estratégicas como Hong Kong, Shanghai, Seúl, Tokio y Singapur. En este contexto, el arte latinoamericano ha ganado terreno para ofrecer narrativas y perspectivas únicas que dialogan con las sensibilidades de este público.
Fernando Botero: universalidad y estabilidad
El colombiano Fernando Botero se ha consolidado como el artista latinoamericano más codiciado en Asia. Sus exposiciones en el Museo Nacional de China, en Beijing (2015), y el Museo de Arte de Shanghai (2016) marcaron un antes y un después en su posicionamiento en esta región. En un mercado caracterizado por la volatilidad, Botero ha mantenido una trayectoria ascendente, que alcanzó en 2024 una puja hasta los 5.132.000 dólares con Los músicos, al ser subastada en Christie’s. La universalidad de sus temas, como el amor, la familia y la pasión, ha logrado resonar en un público cuya sociedad avanza hacia una desconexión emocional en favor de dinámicas económicas. Botero representa un puente que conecta las raíces humanas con un imaginario cultural que trasciende fronteras.
Wifredo Lam: un legado multicultural
El caso de Wifredo Lam ha destacado por su capacidad de dialogar con sus raíces chinas y su herencia afrocubana. Octavo hijo de un inmigrante cantonés establecido en Cuba, Lam combinó en su obra elementos de ambas culturas, lo que ha despertado un interés creciente en Asia. Su retrospectiva en el Asia Society de Hong Kong en 2023 y exposiciones en Beijing, Shanghai y Hangzhou han reforzado su lugar en este mercado. La subasta de su obra Omi obini (1943), por 9.6 millones de dólares, subraya el valor que se le otorga a su visión multicultural, capaz de dialogar con las complejidades culturales de Asia.
Dos nuevas exposiciones de Oswaldo Vigas en Asia
Más recientemente, después de la publicación de su catálogo razonado en el año 2022, el venezolano Oswaldo Vigas ha comenzando a afianzarse en el mercado más competitivo y demandante del panorama internacional. Su obra, que abarca más de siete décadas, combina elementos de la mitología y el arte prehispánico venezolano con la estética europea contemporánea y con un lenguaje visual que celebra la riqueza de su identidad mestiza. Esta síntesis, que Vigas describió como un cruce entre tres continentes, dota a su producción de un simbolismo que trasciende barreras culturales.
Después de la realización de su primera exhibición en la Galería Kwai Fung-Hin de Hong Kong, celebrada en 2023, la institución ha anunciado la realización de dos otras exhibiciones individuales que ampliarán el entendimiento del modernista latinoamericano en territorio asiático. La primera, a celebrarse en el mismo espacio de Hong Kong, abrirá sus puertas en el primer trimestre de 2025 y demostrará la capacidad del artista de moverse entre diferentes medios, presentando por primera vez en Asia, su escultura, cerámica y tapicería. El próximo paso en esta estrategia será una exposición en la sede que la institución proyecta inaugurar en la ciudad de Singapur en 2026. Según Catherine Kwai, directora de la galería, “a pesar del distanciamiento geográfico donde fue creada, la obra de Vigas establece una conexión emocional inmediata con el público asiático. El uso de sus símbolos y arquetipos nos conecta, independientemente de nuestro lugar de origen, con nuestras emociones más primitivas.”. Las palabras de Kwai enfatizan el carácter universal de la obra de Vigas, consolidándolo como un referente tanto del modernismo latinoamericano como del ámbito del arte global. Después del comienzo de la colaboración con la institución asiática, su obra “Concitadoras”, de 1972, alcanzó el valor de 440.500 dólares durante la subasta de Arte Moderno de la casa Sotheby´s.
Conexión global a través del arte
La presencia de artistas latinoamericanos en el mercado asiático refleja una interacción cultural enriquecedora que trasciende geografías. El interés de Asia por estos creadores subraya el valor universal de sus obras y reafirma la importancia de su lugar en un escenario global en constante transformación.