Alessia Drago: instructora de baile que enseña con el corazón a bailar con el alma
Texto: Jairo Arturo Cano Rivero.
Alessia Drago es bailarina, instructora y coreógrafa peruana. Actualmente, imparte clases en la escuela VABE, donde forma a jóvenes bailarines con pasión y compromiso. Su trabajo sigue tan vivo como el primer día: siempre atenta a cada detalle, guiando con firmeza pero también con mucha sensibilidad. Más que enseñar pasos, Alessia busca transmitir una filosofía de vida donde el arte se conecta con las emociones, el esfuerzo y el crecimiento personal.
En tu camino como coreógrafa e instructora, ¿cómo logras equilibrar la técnica con la expresión emocional en tus clases y montajes?
Considero que lograr la técnica con la expresión emocional es muy importante para la danza. La danza se trata de transmitir, sea en una tarima, en una clase, teatro o en cualquier lugar. Para lograrlo, primero aprendo bien la coreografía y los movimientos; una vez lograda una base sólida, comienzo a explorar más con mi cuerpo y con mis gestos, dándole también mi esencia.
Con mis alumnas intento que el proceso sea el mismo, solo que yo me encargo de ponerle tiempos. La primera parte de la clase les enseño la coreografía y les menciono que esa parte será solo para aprender y memorizar. En la segunda parte, les digo que lo hagan con fuerza para que su cuerpo asimile la coreografía más allá de solo recordarla. Finalmente, cuando veo que ya tienen bien la coreografía, les digo que comiencen a transmitir. Muchas veces las hago escuchar la letra de la canción o intento que descifren qué podrían transmitir con esa melodía, y ellas mismas comienzan a experimentar.
En los montajes, que dependen mucho de la canción, suelo intentar contar una historia en base a la letra, melodía o concepto del show. Prefiero usar pasos más sencillos para que, en conjunto, se vea más ordenado y con nivel. Primero les enseño a todos la coreografía, luego les pido fuerza y precisión, y después armo el montaje. Cuando tienen todo claro, les digo: “ahora disfruten”. Hacemos ejercicios frente al espejo solo con expresiones, para que puedan verse y transmitir lo que queremos mostrarle al público.
¿Qué consejo le darías a quienes desean seguir tus pasos en el mundo del baile profesional, especialmente en un contexto tan competitivo como el latinoamericano?
Les podría decir que nunca dejen de creer en ustedes mismos. Si te visualizas haciendo algo, es porque puedes lograrlo. Vas a tener altos y bajos, incluso dudar si esto es lo tuyo o no, pero si crees en ti, puedes hacerlo. Algo muy importante, y que yo tuve que entender a la mala, es que cada uno tiene su proceso y debes disfrutarlo. Algunas personas cumplen sus metas más rápido que otras, pero no debes compararte porque tú no eres ellos. Tú tienes tus propias luchas internas y tus propios tiempos.
Efectivamente, Latinoamérica es muy competitiva y hay mucho nivel de danza, pero también la sociedad es muy cálida y siempre están dispuestos a ayudarte. Competencia siempre habrá, en todos lados, pero no dudes de tu talento. Disfruta tu proceso, sé disciplinado, constante y no dejes de entrenar ni de aprender.
Alessia Drago, con tan sólo 24 años, nos recuerda que el verdadero éxito no solo se mide en escenarios o reconocimientos, sino en la capacidad de inspirar a otros. Como instructora y artista, deja huella en cada alumno y en cada coreografía. El camino que ha recorrido es prueba de que el arte puede transformar, conectar y acompañar a quienes lo viven con entrega.