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Corte Internacional de Justicia da un nuevo paso hacia la justicia climática

Información IPS Venezuela

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) concluyó dos semanas de audiencias sobre las obligaciones jurídicas de los Estados ante la crisis del clima y los daños causados por los mayores contaminantes, sobre lo cual emitirá opinión como un nuevo paso hacia una justicia climática.

El máximo tribunal de las Naciones Unidas anunció que, después de escuchar los argumentos de más de 100 países y organizaciones internacionales, “comenzará ahora su deliberación. La opinión consultiva se emitirá en una audiencia pública, cuya fecha se anunciará oportunamente”, según indicó en un comunicado.

Para ese entonces se espera una opinión clara aunque no vinculante de la Corte sobre los deberes jurídicos de los Estados para de poner fin a los daños climáticos y remediarlos, como han demandado sobre todo los países más amenazados -incluso su existencia misma- por el cambio climático.

Nikki Reisch, directora del Programa de Clima y Energía del Centro Internacional de Derecho Ambiental (Ciel en inglés) afirmó que “en las últimas dos semanas se hizo historia en La Haya. Las audiencias climáticas en la CIJ han sido un momento decisivo para la justicia climática, los derechos humanos y la responsabilidad legal”.

“La abrumadora mayoría de los países instó a la Corte a afirmar que la conducta que impulsa la crisis climática y sus catastróficas consecuencias es ilegal según múltiples fuentes del derecho internacional, y que los responsables tienen una clara obligación legal de cesar y remediar el daño”, dijo Reisch.

El caso se inició porque en marzo de 2023, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó solicitar la opinión consultiva de la CIJ, a pedido de Vanuatu, con respaldo de otros pequeños Estados insulares del Pacífico y el Caribe.

Cuando fue su turno de hablar en La Haya, Laingane Italeli Talia, Fiscal General de Tuvalu -quizá el primer archipiélago que puede ser borrado del mapa debido al aumento del nivel del mar- afirmó que su país “podría volverse pronto inhabitable”.

“En estas circunstancias, no cabe duda de que se está violando nuestro derecho fundamental a la autodeterminación. Y en este proceso judicial, como era de esperarse, hay un consenso considerable entre los participantes de que el cambio climático está impidiendo el derecho a la autodeterminación”, señaló.

La Asamblea de la ONU pidió a la Corte opinar, en primer lugar, sobre las obligaciones de los Estados en relación con el cuidado del sistema climático y el medio ambiente frente a la emisión de gases de efecto invernadero, con repercusiones para las generaciones presentes y futuras.

Por otro lado, espera la opinión sobre las consecuencias jurídicas derivadas de las acciones u omisiones que hayan causado un daño significativo al sistema climático y al medio ambiente, incluyendo entre los afectados a los pequeños Estados insulares.

Reisch destacó que “los productores de combustibles fósiles y los principales emisores intentaron esconder su responsabilidad por la crisis climática bajo la alfombra, alegando que sus obligaciones legales comienzan y terminan con el Acuerdo de París”, pactado en 2015 para reducir voluntariamente esas emisiones.

“Pero hacer promesas vacías en las conversaciones climáticas anuales no es suficiente”, dijo Reisch, quien espera que “la opinión de la Corte resonará en todo el mundo y sentará las bases para una acción climática más ambiciosa y reparaciones por el creciente daño climático”.

Países desarrollados, responsables hasta ahora de las mayores emisiones de gases de efecto invernadero, han expresado que ya existe un marco jurídico —como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático— respecto de la obligación de los Estados en relación con la protección del medio ambiente.

La Unión Europea (UE) pidió a la Corte “mostrar cautela”, en el sentido de que prefiera aclarar las principales obligaciones de los Estados bajo los distintos tratados en vigor y el derecho consuetudinario, en vez de “determinar de manera concreta si se han violado las obligaciones”.

Aunque las opiniones de la CIJ no sean vinculantes (de obligatorio acatamiento y aplicación), “tienen un valor de autoridad y no pueden descuidarse”, según la secretaría de la Corte, debido a su enorme carga de autoridad moral.

El dictamen sobre el cambio climático puede fundamentar procedimientos judiciales posteriores, como casos nacionales, influir en el proceso diplomático y se le citará en pleitos relacionados con el clima en todo el mundo, incluidos aquellos en los que los pequeños Estados insulares solicitan indemnizaciones a las naciones desarrolladas.

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