Andrés Chaparro: “Cada entrenamiento ha valido la pena”
El merideño Andrés Chaparro cumplió su sueño de llegar a Grandes Ligas, convirtiéndose en el compatriota 490 en hacerlo. Y en su debut ligó de 4-3 (tres dobles) para que Nacionales de Washington ganara 4-3 a Orioles de Baltimore.
“No voy a mentir y decir que nunca soñé con este día y cómo resultaría. Por muy bien que me haya ido hoy, no podría haber tenido un sueño mejor, especialmente el hecho de que pude contribuir de la manera en que lo hice para ayudar al equipo a ganar”, admitió Chaparro después del partido, según la reseña de MLB.com.
De paso, los tres dobletes igualaron la mayor cantidad para un pelotero en su estreno en MLB, desde 1901, siendo antecedido por Ed Freed (11/09/1942), Ben Grieve (03/09/1997), Craig Wilson (05/09/1998), Mark Quinn (14/09/1999), Kaz Matsui (06/04/2004), Nick Evans (24/05/2008) y J.P. Arencibia (07/08/2010), según informó la analista de MLB.com, Sarah Langs. Entre sus compatriotas, superó a Carlos González (Oakland, 2008) y Juan Yépez (San Luis, 2022), quienes lograron par de biangulares por cabeza en su primer careo de MLB.
“Simplemente estaba tratando de mantenerme concentrado, permanecer en mi zona (de strike). Buscaba hacer un contacto fuerte y, con suerte, las cosas encajarían”, agregó Chaparro, quien fue alineado por el mánager Dave Martínez, como inicialista y sexto bate.
El infielder de 25 años recibió el llamado a las mayores después de batear para .328/.405/.977, con 23 jonrones y 85 remolcadas en 105 juegos en Triple A, jugando para Reno (sucursal de Cascabeles de Arizona) y Rochester (Nacionales).
Este año en las menores, Chaparro logró imponer nuevos topes personales en hits (132) y dobles (27), y estaba cerca de superar sus marcas personales en jonrones (necesita dos para igualar los 25 de 2023) y remolcadas (está a cuatro de igualar las 89 del año pasado), siendo también la primera vez en una campaña en la que su promedio de bateo es superior a .300 y su porcentaje de embasado superior a .400.
“El Chappy” fue adquirido por los “patriotas” desde Arizona el pasado 31 de julio, a cambio del lanzador derecho Dylan Floro, y en la última semana conectó cuadrangular durante cuatro compromisos consecutivos y remolcó nueve carreras en seis choques.
Chaparro se convirtió en el primer pelotero nacido en El Vigía, estado Mérida, en jugar en Grandes Ligas y lo hará después de jugar ocho temporadas en las menores, circuitos en los que acumula 100 cuadrangulares y 394 remolcadas en 627 compromisos, en los que tiene promedio vitalicio de .263.
BUEN MOMENTO
Chaparro, quien en Venezuela pertenece a Águilas del Zulia, fue el Novato del Año de la pasada temporada de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) y este año se llevó dos veces el premio al Jugador de la Semana en la Liga de la Costa del Pacífico.
Sobre su temporada 2024 en menores, acotó: “Estaba teniendo un buen momento en Triple A, estaba poniendo buenos números, me estaba enfocando en hacer buen contacto con la pelota, hacer que las cosas fluyeran y los resultados se estaban dando, las cosas estaban saliendo. Gracias a Dios estaba teniendo un año increíble y ahí están los frutos. Recibí el llamado con mucha ilusión, con mucha felicidad, porque llevo años de entrenamiento, años de mucho esfuerzo, mucha disciplina y mucho sacrificio. La espera, por fin, ha terminado. He recibido mi oportunidad, toca aprovecharla al máximo, y espero poner mi granito de arena con el equipo para ayudarlo lo más que pueda”.
Sobre su llamado a Grandes Ligas, dijo antes de su debut: “En verdad era algo que sí esperaba, obviamente por los números que estaba poniendo en Triple A y por las cosas que venía haciendo en la última semana. Después que se acaba el juego (el domingo) los muchachos me dijeron que había un meeting con el mánager. En ese momento pensé que era por alguna cosa del juego del domingo, que habíamos ganado, pero al final terminó siendo una sorpresa para mí, porque el mánager habló y me dio la noticia de que había recibido el llamado y que me iba a unir al equipo de Grandes Ligas”.
Sobre su largo camino hacia las mayores, reflexionó: “Para nadie es un secreto que el año pasado no tuve ningún chance con Yankees de Nueva York, pero como he dicho muchas veces, son cosas que se escapan de mis manos y que no puedo controlar. Obviamente tenía la ilusión de debutar el año pasado, pero así son los planes de Dios y el tiempo de Dios es perfecto. Obviamente este año busqué un equipo en el que tuviera chance y escogí Arizona, porque era un equipo que acababa de meterse en la Serie Mundial el año pasado, un equipo que está compitiendo a un alto nivel y pensé que iba a ser el equipo que me diera el chance, pero así es el béisbol. Nunca me imaginé que mi debut iba a ser con Nacionales de Washington y que iba a estar donde estoy ahora”.
Fue sincero al agregar que “lo del cambio fue un poco sorpresivo para mí, porque nunca pensé que me iban a transferir, no pasó por mi mente que me iban a meter en un cambio, y mira cómo estamos ahora. Nunca he bajado la cabeza, a pesar de los altos y bajos”.
MUCHOS SACRIFICIOS
“La espera ha acabado. Fueron ocho años en las menores, con mucho sacrificio, mucho esfuerzo, mucha disciplina, tratando de mejorar cada año, tratando de dar lo mejor de mí para obtener esa gran oportunidad de ir a Grandes Ligas y debutar, por lo que cada cosa que he hecho, cada sacrificio y cada entrenamiento ha valido la pena, así que estoy súper feliz de ir a Grandes Ligas aponer mi granito de arena”, señaló muy emocionado.
Y lo más importante es que habló sobre sus expectativas en Grandes Ligas: “Las tengo muy claras: Uno. quiero llegar al equipo, conocer a los muchachos, tratar de integrarme lo más rápido que pueda a ellos y tratar de poner mi granito de arena en el campo. Y como lo dije antes de mi debut, que esperaba poder dar lo mejor de mí, poner mi granito de arena para que el equipo consiga la victoria noche tras noche”.
Como se señaló, será el primer jugador nacido en El Vigía en jugar en la MLB: “Para Mí significa mucho. Es un orgullo representar, en primer lugar a Venezuela, y a mi pueblo de El Vigía. Obviamente ser el primer jugador de El Vigía en llegar a Grandes Ligas es una gran satisfacción y es un orgullo inmenso que siento en el pecho por poder dar a conocer de dónde soy, de dónde vengo y no olvidar mis raíces. Para mí es un gran orgullo y me siento súper feliz por eso”.
Reconoció que el haber jugado en la LVBP, lo ayudó mucho: “Creo que mi paso por Venezuela el año pasado me ayudó muchísimo. Es una liga que te enseña bastante y que te ayuda a conocerte como bateador. Obviamente tenía cerca a muchos jugadores experimentados, a muchos jugadores con experiencia de Grandes Ligas, muchos jugadores con muchos años jugando y ellos, en su momento, me dieron ese consejo que supe aplicar a mi juego, que supe aplicar a la ofensiva y a la defensiva”.
Precisó que “la liga de Venezuela me ayudó mucho, porque es una liga bastante competitiva, en la que te enfrentas a pitchers de Grandes Ligas, de AA, AAA, de la Rookie. Ves de todo un poco y tienes que hacer muchos ajustes, entonces creo que para mí la LVBP ha sido fundamental para ser el bateador en el que me he convertido hoy en día. Le doy mucho mérito al hecho de haber jugado allá, porque siento que me ayudó muchísimo, tanto ofensivamente como defensivamente”.