Amnistía Internacional observa uso de plataformas digitales para reprimir en Venezuela
Cortesía IPS Venezuela
Amnistía Internacional (AI) advirtió este miércoles 7 como “precedente peligroso” el empleo de aplicaciones de plataformas tecnológicas para denunciar a manifestantes opuestos al gobierno de Venezuela.
Las empresas tecnológicas “sientan un precedente peligroso con una aplicación para que sus usuarios puedan denunciar a personas que expresan su desacuerdo con el gobierno actual inmediatamente después de la controvertida reelección del presidente Nicolás Maduro”, indicó la organización humanitaria en una declaración.
Maduro había anunciado el 30 de julio en un mitin que “vamos a abrir una página del VenApp para toda la población, para que ahí de forma confidencial me pongan los datos de los que han atacado al pueblo, para que haya justicia”.
Venezuela efectuó una elección presidencial el 28 de julio y Maduro, en el poder desde 2013, fue oficialmente declarado presidente electo para un tercer mandato de seis años, pero la oposición y varios gobiernos del hemisferio sostienen que el vencedor con una votación abrumadora fue su oponente, Edmundo González.
El 29 de julio estallaron protestas en varias ciudades del país, algunas degeneraron en desórdenes y llevaron a una represión que cobró al menos 24 vidas, decenas de heridos y centenares de detenidos, según organizaciones de derechos humanos.
Desde 2022 el gobierno puso a disposición de la ciudadanía la aplicación digital VenApp para que los ciudadanos pudiesen dar cuenta de sus requerimientos de servicios públicos, emergencias médicas o dificultades en trámites burocráticos.
Matt Mahmoudi, director de la Iniciativa Silicon Valley de AI, declaró que “el hecho de que los desarrolladores de tecnología revisaran la aplicación para la nueva función y las plataformas tecnológicas la incluyeran después en fuentes ampliamente disponibles plantea de seguidas una pregunta”:
“¿Están estas empresas cumpliendo sus responsabilidades en materia de derechos humanos?”, interrogó, y observó que “de haber sido ser así, habrían evaluado el riesgo de que el gobierno venezolano utilice dicha aplicación”.
El riesgo que advirtió es el de que la aplicación se utilice “no sólo para limitar el derecho de las personas a la libertad de expresión y de reunión pacífica, sino también para contribuir potencialmente a detención y reclusión ilegítimas y otros abusos graves contra los derechos humanos”.
AI considera que al alentar la denuncia de manifestantes y proporcionar una plataforma en la que esto se pueda hacer en gran escala, el gobierno venezolano corre el riesgo de violar el derecho internacional de los derechos humanos.
Mahmoudi dijo que AI “ha documentado cómo, con demasiada frecuencia, las empresas de tecnología siguen prácticas que afectan negativamente a los derechos humanos sin una evaluación adecuada de estos riesgos”.
Esas empresas “tienen la responsabilidad de actuar con la debida diligencia y abordar de forma adecuada cualquier posible riesgo, algo que debería haber estado bastante claro en este caso, habida cuenta del largo historial de la administración venezolana en materia de represión de cualquier forma de disidencia.”
Según organizaciones de derechos humanos, durante la situación postelectoral y hasta el mediodía del 7 de agosto se han registrado 1152 detenciones, entre ellos 101 adolescentes y cinco indígenas.
El gobierno ha anunciado que los detenidos llegan a 2000, considera que muchos están incursos en delitos de terrorismo y prepara dos cárceles de máxima seguridad para recluirlos pues “esta vez no habrá perdón”, según dijo el presidente Maduro.
Políticos y activistas sociales han sido arrestados mediante lo que el gobierno denomina “Operación Tun Tun”, la onomatopeya del toque con el puño sobre la puerta de los hogares a donde llegan los gendarmes para detener a los sospechosos.
AI escribió en su cuenta de la red X que la aplicación se ha eliminado de buscadores digitales Google Play y App Store, pero continúa activa para quienes ya la habían descargado en sus teléfonos.
Por otra parte, el presidente Maduro anunció que borró la aplicación WhatsApp de su teléfono y pidió a todos sus partidarios y a la ciudadanía en general seguidores que sigan su ejemplo.
“Voy a romper relaciones con WhatsApp, porque WhatsApp está siendo utilizado para amenazar a Venezuela. Voy a borrar mi WhatsApp del celular para siempre, transfiriendo mis contactos a Telegram, a WeChat. Tenemos que decirle no a WhatsApp, sacar WhatsApp de Venezuela”, dijo en una presentación televisada.
Sostuvo que oficiales de las Fuerzas Armadas, policías y dirigentes oficialistas reciben amenazas vía WhatsApp debido al respaldo expresado a su reelección.
En Venezuela, de 28,5 millones de habitantes, hay más de 18 millones de personas que acceden a internet y más de 90 % de ellos emplean WhatsApp, en buena medida para informarse, según portales especializados como Wired o Socialgest.