Protestas por el sistema de cuotas laborales se intensifican en Bangladesh
Cortesía de IPS Venezuela
Las protestas estudiantiles por el sistema de cuotas para acceder a empleos en el sector público de Bangladesh han escalado desde nediados de julio y han provocado una violenta represión por parte de la policia.
Los enfrentamientos han continuado sacudiando a Daca, la capital, y a la norteña ciudad de Rangpuras, donde estudiantes universitarios continuaron su protesta por el sistema de contratación de funcionarios del gobierno. El número de muertos superó ya los 100 el último fin de semana los 100, según diferentes fuentes.
Desde la medianoche del viernes 19, el gobierno de la primera ministra Sheikh Hasina impuso el toque de queda en todo el país y desplegó a las fuerzas armadas, en un intento por controlar una situación que a los cuerpos policiales se le ha ido de las manos. También se estableció el toque de queda, mientras que el acceso a internet ha sido restringido.
El sistema de cuotas, como se le conoce, reserva actualmente 56 % de los puestos en la función pública a determinados grupos: 10 % a las mujeres, 10 % a quienes proceden de distritos subdesarrollados, 5 % a los pueblos indígenas, 1 % a las personas con discapacidad y 30 % a quienes lucharon en la guerra de independencia de 1971, junto con sus descendientes.
En junio, la Corte Suprema de Bangladesh dictaminó restablecer la medida de reservar puestos de trabajo para los combatientes, que había sido abolida en 2018 por la primera ministra.
Estudiantes y jóvenes trabajadores plantearon su preocupación por el hecho de que este sistema no premiaba el mérito, sino que favorecía a los afiliados a la Liga Awami, el partido gobernante.
Desde entonces, los estudiantes exigen una reforma del sistema de cuotas. Esto se produce en un momento en que la tasa de desempleo es de 40% entre los jóvenes, que no trabajan estudian en la universidad.
Pero con el paso de los días, las protestas sobrepasaron la exigencia inicial de la eliminación de las cuotas laborales en el sector público y se han transformado en las mayores en décadas en este país del sur de Asía.
El 14 de julio, Hasina dio a entender que los manifestantes eran \»razakars\», un término polémico en Bangladesh, ya que se refiere a las personas que apoyaron a Pakistán durante la guerra de 1971, traidores a los ojos del pueblo bangladeshí.
Los comentarios de Hasina causaron indignación entre los estudiantes y fueron objeto de repudio durante las protestas.
La escalada de violencia comenzó el 15 de julio, cuando los manifestantes fueron atacados por miembros de la Liga Chhatra de Bangladesh (BCL), el ala estudiantil de la Liga Awami. Surgieron informes de ataques indiscriminados de miembros de la BCL fuertemente armados contra manifestantes desarmados, entre ellos mujeres y estudiantes jóvenes.
El gobierno ordenó el cierre de todos los campus universitarios en medio de las tensiones. La policía fue enviada para reprimir el movimiento, donde ha utilizado balas de goma y gases lacrimógenos contra los estudiantes.
Las protestas y los consiguientes enfrentamientos violentos han estallado en todo el país, incluidas Chittagong, Rangpur y Daca.
El jueves 18, el gobierno desplegó el ejército, concretamente el Batallón de Acción Rápida (RAB). Desde entonces, se han registrado al menos 105 muertos y más de 25.000 heridos durante las protestas. Esta cifra podría ser mucho mayor.
Desde el 18 de julio se han interrumpido las comunicaciones telefónicas y por Internet, primero en algunas zonas y luego en todo el país.
El cierre de Internet también ha provocado que los sitios web de algunos de los principales medios de comunicación, como el Daily Star y Bangladesh, hayan dejado de funcionar. Justo antes del cierre, el sitio web oficial del BCL fue pirateado con un mensaje que decía \»Pirateado por THE R3SISTANC3\».
También hay informes de que los sitios web oficiales de la policía y la oficina del primer ministro también fueron hackeados con mensajes que decían: \»Dejen de matar estudiantes\» y \»Ya no es una protesta, ahora es una guerra\».
En medio de las protestas, el gobierno anunció el jueves 18 que estaría dispuesto a sentarse con los manifestantes para discutir sus demandas de reforma del sistema de cuotas.
El ministro de Justicia, Anisul Haq, dijo que las conversaciones se celebrarían siempre que los manifestantes estudiantiles estuvieran de acuerdo.
Hasta ahora, los manifestantes estudiantiles han negado este llamamiento a la acción, y uno de ellos declaró el jueves 18 a la BBC: \»El gobierno ha matado a tanta gente en un día que no podemos participar en ninguna discusión en las circunstancias actuales\».
También la Corte Suprema decidió restructurar el sistema de cuotas, en consonancia con las exigencias estudiantiles el domingo 21, pero el movimiento estudiantil dijo que las protestas se mantendrán mientras los cambios no se hagan efectivos.
El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó su preocupación por la violación de los derechos humanos y ha pedido investigaciones imparciales sobre los ataques.
\»El gobierno debe tomar las medidas necesarias para garantizar la protección y seguridad de los estudiantes que participan en protestas pacíficas, y para garantizar el derecho a la libertad de reunión y expresión sin temor a ataques contra su vida e integridad física, u otras formas de represión\», ha manifestado.
Añadió que \»los líderes políticos de Bangladesh deben trabajar con la población joven del país para encontrar soluciones a los retos actuales y centrarse en el crecimiento y el desarrollo del país. El diálogo es la mejor y única forma de avanzar\».
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó su profunda preocupación por la violencia y pidió \»contención a todas las partes\».
En una declaración emitida el jueves 18, pidió a las autoridades que \»investiguen todos los actos de violencia, exijan responsabilidades a los autores y garanticen un entorno propicio para el diálogo\».