El maravilloso agave cocui llegará en agosto al cine
Por: Luis Jesús González Cova
El maravilloso agave cocui, es el título del más reciente documental del realizador venezolano, Héctor Puche y producido por Miguel Ángel Pérez. Se trata de un trabajo que busca sumergir a la audiencia, a partir del discurso coral conformado por unas 30 voces, entre portadores de la tradición, investigadores y académicos de diversas disciplinas, en el universo de la planta agave cocui, en su relación con parte de nuestra ancestralidad y su importancia en las dinámicas económicas, sociales y culturales de las poblaciones de Pecaya y Siquisique en los estados Falcón y Lara, respectivamente.
El trabajo que compite en la categoría correspondiente a los largometrajes documentales en el Festival de Cine Venezolano en su edición número 20, que se celebra en Margarita hasta el 20 de junio, no deja cabos sueltos en una historia que comienza con los más primitivos registros y testimonios sobre el empleo del agave cocui por parte de los pueblos originarios, hasta el complejo proceso de la elaboración artesanal de los alcoholes de cocui, pasando por la evolución de la relación de este fruto de la naturaleza con las sociedades venezolanas que han producido, a partir de él, alimentos, textiles, medicinas y muchos otros productos, sin dejar de lado las movilizaciones que tuvieron lugar en diversos momentos de nuestra historia en función de mantener esa relación.
Puche contó que la idea de hacer el documental surgió en 2016, de la curiosidad por esa bebida que él mismo consumía e incluso llegó a comercializar sin conocer su verdadera procedencia y origen. Por lo general, las historias para sus películas “las busco dentro de mí y en esta oportunidad comencé a preguntarme si eso que yo consumía era de verdad cucuy”.
Así comenzó una investigación que implicó un recorrido de siete años para conocer en profundidad, no solamente una bebida de la que los venezolanos deberíamos sentirnos orgullosos, sino además la generosidad de una planta que, con poco cuidado y en suelos semiáridos, es el sustento y elemento de cohesión social de dos publicaciones venezolanas.
Este viaje tuvo lugar en uno de los momentos de mayor complejidad económica, política y social de nuestro país, cuando muchas personas decidieron salir del país y otros menos, como Puche, decidieron hacer un recorrido hacia adentro, para dar a conocer y poner en valor un elemento que forma parte de nuestra identidad y que durante mucho tiempo fue menospreciado.
IDENTIDAD NACIONAL
El documental, que tiene previsto su estreno para el mes de agosto en nuestro país y que mereció el premio al mejor largometraje documental en el recién nacido Festival de Cine Independiente Valencia 2023, en el estado Carabobo cuenta, entre otras cosas, las historias de resiliencia de la comunidades que durante mucho tiempo fueron perseguidas por usar este recurso natural, especialmente en tiempos de Marcos Pérez Jiménez, cuando se asestó un duro golpe a los artesanos al prohibirse la destilación del agave cocuy, para beneficiar la industria dedicada a la producción de otras bebidas como el ron.
Igualmente, el material destaca los esfuerzos del sector artesanal, con el apoyo de científicos de distintas áreas, para conseguir la protección, por legislación de todos los procesos involucrados en el procesamiento de la planta agave cocui.
En este recorrido también se recoge la experiencia mexicana con la protección y puesta en valor del agave tequilero, materia prima de uno de los productos que más representa a la cultura de ese país en el mundo entero.
El largometraje también plantea contradicciones originadas por el desconocimiento generalizado, potenciado además por la elaboración inescrupulosa de otras bebidas que se han apropiado del nombre del cocuy, elaboradas generalmente a base de caña de azúcar, mucho más sencillas de producir, combinadas con una baja cantidad de agave, para engañar a paladares inexpertos, incapaces de reconocer el sabor de una bebida tan difícil de producir.
En promedio, de acuerdo al documental, unos 20 kilogramos de agave cocuy, que tarda unos 8 años en crecer, luego de un proceso de muchísimos pasos, dan aproximadamente un litro de la bebida cocuy, a un 50% de alcohol. De tal manera que no puede ser, de ninguna manera, una bebida económica.
“Hasta ahora se asociaba el alcohol de agave cocui como algo barato, era visto como algo pueblerino. Pero en la cotización en el mercado de los alcoholes venezolanos las botellas de cucuy están costando alrededor de $20 que compite con un alcohol tradicional de alto nivel (tradicional en términos de costumbres de consumo) como productos exclusivos de producciones muy bajas”, por sus procesos artesanales y ancestrales de producción que no permiten elaborar grandes volúmenes.
Afortunadamente, a juicio de Puche, el agave cocuy no solamente captura actualmente la atención de la comercialización internacional de alcoholes de alta calidad, sino además de otros cineastas, algunos como la experimentada Fina Torres, homenajeada en la presente edición del Festival de Cine Venezolano, interesados en poner en valor este elemento de gran importancia en la configuración de nuestro gentilicio y testimonio de nuestras tradiciones ancestrales.
El largometraje ha tejido exhibiciones en Italia y Estados Unidos. Además, en paralelo con su estreno, en los circuitos comerciales del país, está contemplado que El maravilloso agave cocui tenga un recorrido por los festivales internacionales que tengan a bien seleccionarlo dentro de sus programaciones.