Mundo Diplomático

Expresidente de Colombia, Ernesto Samper: “La nueva palabra de la globalización es la desdolarización”

Por: Eduardo Chapellín

“Se está produciendo un fenómeno de desglobalización en el mundo que existe hoy en día, donde hay pocos ganadores y muchos perdedores, que tiene mucho que ver con el de dolarización. Hemos convertido al dólar sin darnos cuenta en la moneda única de la globalización y se está utilizando precisamente contra Venezuela, Irán, Cuba y en 32 países, que están siendo víctimas de restricciones monetarias, de sanciones monetarias, que a cuenta de esa dolarización están quedando por fuera de la globalización”, acotó el expresidente de Colombia, Ernesto Samper.

Las contundentes palabras las pronunció durante su participación en el Foro: “Los Desafíos de la Integración en América Latina y el Caribe”, organizado por el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), en la sede del organismo, en Caracas: «Ningún país tiene derecho de bilateralmente de imponer sus normas extraterritoriales a otro país».

“La nueva palabra de la globalización es la desdolarización. Si no logramos tener una moneda neutra en términos políticos. Si no logramos que esa moneda (el dólar) se siga utilizando para castigar, dejando por fuera de los circuitos financieros internacionales a varios países por castigo. Si mantenemos la condicionalidad del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial como patrones para imponernos unos determinados modelos de desarrollo. Si dejamos que esto prospere, simple y sencillamente vamos a terminar acabando con la globalización o lo poco que habíamos avanzando”, reflexionó sin titubear.

Para eso sugirió el “construir una nueva arquitectura financiera que permita defendernos de ese proceso de globalización igual a dolarización. Esa nueva arquitectura financiera debería ser el principal propósito en una nueva política macroeconómica en América Latina que consistiría en fortalecer nuestros bancos regionales de desarrollo y establecer alianzas estratégicas con los bancos del sur y bancos asiáticos”.

Está en contra de los denominados tratados de libre comercio si se quiere construir una verdadera integración latinoamericana y mundial: “Esos tratados parten de lo que le interesa especialmente a Estados Unidos y no favorece a los países que los aceptan”.

Precisó que “debe nacer un nuevo sistema de gobernanza en el mundo. El mundo no lo estamos gobernando bien, no podemos permitir genocidios en un mundo globalizado. Esto debe tratarse sobre la base de bancadas de países y que se comporten como un gran parlamento mundial y que el bloque latinoamericano se exprese como un bloque unificado”.

Samper reiteró que la polarización ideológica impide avanzar el proceso de integración.Esta polarización, que está alimentada por las redes, es una polarización basada en los odios y resentimientos. Cuando yo estuve de secretario general en Unasur no hubo una discusión que se zanjara ideológicamente. Había siete países progresistas cinco países de derecha y jamás nadie puso por delante la ideología. Hasta ahora que aparecieron las redes…  Esta región perdió la capacidad de ponerse de acuerdo. Hay que recuperar esa capacidad”.

En este sentido enfatizó la propuesta de una matriz de convergencia regional, “para encontrar los caminos comunes que nos permitan avanzar en un nuevo modelo de integración para América Latina y el Caribe, dicho modelo debe trabajar tres cosas: valor, inclusión social y movilidad humana en la región”.

A la hora de las preguntas, acotó que le preocupa el tema de los migrantes: “Yo creo que ha terminado por convertirse en un problema por cuenta nuestra. Realmente es preocupante que muchos países de América Latina se están comportando respecto a los migrantes cómo se comportan en Europa, como se comportan en Estados Unidos. Primero fue el extrañamiento, siguió la estigmatización y luego la criminalización de los emigrantes. Ahora estamos en una xenofobia política en el que se utiliza el odio a los emigrantes para obtener dividendos políticos. Esto es absolutamente inhumano. Los temas de los migrantes y el de las sanciones económicas son temas que tienen que estar a la luz del día en los debates que realicen”.

Recordó que en estos años se están celebrando los 200 años de dos políticas “totalmente contrarias. La Doctrina del presidente Monroe o el monroísmo, que era América para los americanos, pero la verdad era América para los norteamericanos. Y está la Carta de Jamaica de Bolívar, que a mi juicio es el documento político más importante de la Independencia. Todavía hoy después de tantos años seguimos enfrentados a esos dos proyectos: el monroísmo, que la política de la integración a base de la intervención, de la fuerza, de la arbitrariedad, de la imposición y la hegemonía; mientras el bolivarianismo que es la integración a base de la democracia, de la hermandad, de la identidad y estar solidariamente trabajando y remando para el mismo lado. Por mi parte me quedo cien veces siempre con el bolivarianismo”.

EVITAR TRABAS

Por su parte, el Secretario Permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), Embajador Clarems Endara, agradeció a Samper por “compartir esa orientación necesaria para avanzar en la integración de la región”.

Lo calificó como “uno de los grandes impulsores e ideólogos de la integración de la región”.

“Lamentablemente, nuestra integración ha sido construida básicamente con una visión extra regional, y esto ha sido una de las trabas que ha impedido sea mucho más sólida”, enfatizó el Secretario Permanente, citando que sólo el 15% de las inversiones de los países latinoamericanos se realizan en la región, mientras el otro 85% apunta hacia otros continentes.  

Ante los desafíos regionales recalcó que “hay que responder con más integración, que nos permita a nosotros presumir de tener recursos únicos, y pueden ser pilares para el fortalecimiento de la unión de los países de la región”.

“Hay un trabajo pendiente en los organismos de integración. Se necesita mucha más integración, evitar duplicidades y funciones, ser mucho más efectivos a la hora de que el ciudadano de a pie entienda qué es integración y se beneficie de ello; y en ese camino, por supuesto, las grandes guías son sumamente importantes (…) Creemos que hay mucho por dialogar en la región, y un nuevo modelo de integración con una gobernanza más flexible, va a ser una de las soluciones que podríamos abordar”, concluyó.

El Foro: “Los Desafíos de la Integración en América Latina y el Caribe”, se realizó en la sede del SELA, en Caracas, con la participación representantes del Cuerpo Diplomático en Venezuela, autoridades e invitados especiales, bajo el propósito de analizar el contexto regional.

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