Obra de la artista venezolana Carolina Otero se expone en Houston
La Fundación Transart para el Arte y la Antropología de Houston, presenta en su sede una exposición individual de la artista venezolana Carolina Otero bajo el título “L’inframince”, con su serie de obras gráficas, y de piezas labradas en yeso instaladas en el espacio.
Según escribe Surpik Angelini (Fundadora y directora de la Fundación Transart) en el texto que acompaña la exposición, las creaciones artísticas de Carolina Otero, “brotan del aura mística de los paisajes que se sumergieron en su imaginario en momentos cruciales de su vida”.
Carolina Otero “convirtió sus últimas anotaciones en marcas visuales casi imperceptibles (…) Así, en la propia percepción de Carolina de la naturaleza como texto, una huella o marca primordial en el suelo se puede leer de cerca o a gran distancia, asemejándose a algo tan esencial como un petroglifo o un plano urbano (…)”.
Asimismo, Surpik Angelini afirma en su texto que, Mercedes Otero -hermana de Carolina y compositora de la pieza musical electrónica de 1983 que la acompaña, titulada Danza de una Flor para el Desierto– “compara con precisión las notaciones visuales de Carolina con los ‘neumas’ medievales: signos para uno o un grupo de tonos musicales sucesivos. Un predecesor de las notas musicales, los neumas son la notación más antigua conocida antes de la invención del pentagrama de cinco líneas (…) eran ayudas mnemotécnicas taquigráficas y cuadradas colocadas sobre textos sagrados para indicar inflexiones en la recitación melódica de los cantos gregorianos”.
“Esta sobria inflexión es la que apreciamos en las marcas de Carolina y en cada una de sus piezas talladas a mano, hechas de delgadas losas de yeso blanco, dispuestas en grupos variados sobre un eje horizontal a lo largo de la pared de la galería. El espacio entre estas formas determina lo que podría empezar a evocar un sonido tenue o un silencio prolongado (…) En conclusión, siguiendo las distintas etapas del singular proceso creativo de Carolina, percibimos un mundo traducido en diferentes notaciones visuales arcaicas, algunas parecidas a la caligrafía oriental, otras que recuerdan pictogramas, notaciones musicales primordiales o configuraciones urbanas”, expresa Angelini.
El título de la muestra está asociado al término «L!INFRAMINCE”, «que fuera acuñado por Marcel Duchamp para delinear aquellos matices efímeros del mundo…. a veces traducido como infra-delgado, infra-mince denota una delgadez escasamente perceptible… gracias a su inefable sutileza. Duchamp sugería que inframince es imposible de definir: “uno solo se atreve a dar ejemplos… como el calor de un asiento recién dejado es inframince, así como el susurro que producen los pantalones de terciopelo al caminar, dos objetos vaciados del mismo molde, o el reflejo en un espejo o un vidrio.”