Grabiel Lugo entre el uniforme militar y la máscara de esgrima
Grabiel Lugo decidió frenar su carrera militar para dedicarse 100 por ciento a la esgrima, además de instalarse en Polonia. Ocho años después, logra el cupo olímpico.
“Feliz porque era una de las metas que quería alcanzar desde hace casi ocho años, cuando abandoné mi carrera militar para venirme a Polonia a entrenar con el equipo olímpico de espada”, asegura el carabobeño, que debutará en Juegos Olímpicos.
“Me siento bastante contento. Me siento aliviado ya que hemos logrado este primer paso. Fue un año de clasificación bastante fuerte. Gracias a Dios pudimos dar los resultados en las competencias más importantes como el Campeonato Panamericano, con el primer lugar; el Campeonato Mundial, con bronce y también bronce en una Copa del Mundo. Un año duro, pero gracias a Dios conseguimos la clasificación”, expresó Lugo, desde Polonia, luego de la Copa del Mundo de espada en Georgia, última prueba clasificatoria del arma a París por el ranking mundial.
Lugo terminó en el puesto 22 de la prueba georgiana en individual y confirmó además la clasificación del equipo junto a Francisco, Rubén y Jesús Limardo.
“En lo personal ese alivio me beneficia mucho, ya no siento la misma presión del año de clasificación. La clasificación es lo más difícil de lograr, ya que en la espada masculina hay mucha competitividad no solo a nivel mundial sino en América. Nosotros tenemos a Estados Unidos, Canadá, Colombia, Argentina, equipos bastante duros”.
Lugo ahora será una de las opciones para los tres cupos de la competencia individual en París. En el listado individual del orbe, ocupa a la fecha, el puesto 40. “Soy un mejor tirador en equipo. Sigo trabajando para mejorar mis resultados individuales”, confesó.
Grabiel paró su carrera militar, seis meses antes de graduarse. La esgrima descubierta por casualidad, terminó siendo su camino de vida: “Presenté para entrar al liceo de Formación Deportiva Carabobo con una prueba física y de habilidades. Quedé en el listado, pero no sabía en qué deporte. El primer día fui a entrenar atletismo y de repente llegó un entrenador, Rodolfo Castillo, con una lista y empezó a sacar varios chicos del grupo de atletismo, incluyéndome y nos dijo que habíamos sido seleccionados para entrenar esgrima. En ese momento no tenía ni idea de qué era ese deporte. Lo había visto antes en las olimpiadas de Beijing 2008, pero no sabía que se llamaba así”.
“Cuando termino el liceo, estaba entrenando en la sala de esgrima de Naguanagua. Un coronel del ejército habló con mi entrenador Lázaro Ortiz y estaba buscando personas que quisieran entrar a la Academia Militar a estudiar y con los Juegos Militares buscaban deportistas y sobre todo esgrimistas. Me hicieron la oferta, pero al principio la rechacé. Luego al terminar bachillerato, lo pensé mejor y me ofrecieron muchas comodidades. Acepté, y decidí entrar junto a otros dos compañeros. A falta de seis meses para graduarme, como teniente y como licenciado en Ciencias y Artes Militares, tomé la decisión, un poco antes de Río 216: le escribí a los muchachos en Polonia para ver si me apoyaban para ir a entrenar con ellos. Era juvenil en ese momento. Luego de Río 2016, me dieron respuesta y me apoyaron para ir a Polonia, entrenar con ellos y prepararme para las próximas olimpiadas en Tokio. Nunca he dejado la parte militar, siempre he estado en contacto con mis compañeros de promoción en ese entonces. Igual subalternos y superiores siempre han estado atentos a mis resultados y apoyándome. No fue una decisión fácil. Lo pensé mucho y decidí irme por la carrera deportiva. No me arrepiento de la decisión”, aclaró Lugo.
La esgrima se disputará en el Grand Palais de París del 27 de julio al 4 de agosto. El último evento clasificatorio para la esgrima, será el Torneo Preolímpico de Costa Rica, a partir del seis de abril.