Yulimar Rojas debe tener calma para su recuperación

Por Harold Urrieta

La lesión que sacó a Yulimar Rojas de los Juegos Olímpicos París 2024, sigue causando preocupación por la expectación que la misma ha generado de cara al futuro de la reina del triple salto, que prácticamente quedará inactiva por lo que resta de año.

Es importante describir que dicha lesión se presenta la mayoría de la veces en deportistas que implementan la carrera, y en consecuencia una sobrecarga en la parte posterior del talón, cuya ruptura se puede provocar también por debilidad en el mismo causando un desgarro y a su vez un fuerte dolor que obliga a la cirugía.

“Por lo general cuando el tendón de Aquiles se rompe eso debe ser un tema quirúrgico y lleva tiempo superar, puede ser de cinco a 6 meses. A ella se le practicó una tenorrafia, es decir, le suturaron el tendón, pero el problema no es ese sino más bien el proceso de recuperación ya que existe un porcentaje de no quedar bien y que termine con secuelas”, explicó a Líder en Deportes, Pedro Guerra, médico traumatólogo.

Aclaró que si la lesión hubiera sido en miembros superiores no habría mayores problemas, pero en el caso de una atleta de alto rendimiento como Yulimar, surge la interrogante de cómo pudiera luego sentirse ya que la lesión es justamente en el apoyo del movimiento habitual durante la ejecución de sus saltos triples.

“Ella pudiera haber tenido en el pasado un desgarro pequeño que luego desencadenó esto, pero no lo creo mucho porque hubiera sido imposible que mantuviera sus grandes marcas. Pero al correr y despegar lo que sintió fue un tirón y cayó al suelo, quedando imposibilitada incluso de caminar”, agregó.

Puntualizó que Yulimar fue sometida a una operación muy rápida que no pasa de una hora y que varía la técnica de acuerdo a cada cirujáno.

“La rehabilitación será clave para que conserve su nivel en la pista”, concluyó el galeno.

Y de acuerdo a la fisioterapeuta Ydalmis Bravo, hay esperar que el tendón se regenere para comenzar la rehabilitación, y el programa de entrenamiento en este caso debe ser gradual, respetando los tiempos en los que se reconstruyan los tejidos fibrosos según la cantidad de colágeno que se produzcan. 

“Debe estar inmobilizada por una férula para evitar los estiramientos y que no se corra el riesgo de que pueda volver a romperse. Hay que disminuirle el dolor, bajarle el edema, se le coloca varios tipos de corriente y se mejorara la amplitud y fuerza muscular”, precisó