Expertos aseguran que servicios públicos, impuestos e informalidad afectan el turismo en Venezuela

Vicky Herrera: «esta temporada de Carnavales nos tomó con muy poco tiempo de intermedio y yo siento que ha sido bastante dura»

Rafael Guerra: «son prácticamente 19 parafiscales que nosotros tenemos que pagar que afectan terriblemente nuestra operatividad»

Alberto Vieira: «hemos visto en las primeras dos semanas del año hoteles que han reportado 100 % de ocupación»

Para analizar cómo será la dinámica de los venezolanos en Carnavales, «Abriendo puertas» preparó una edición especial en la que Margarita Oropeza abordó la actualidad del turismo en el país, junto a Vicky Herrera (presidenta de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo – Avavit), Rafael Guerra
(presidente de la Cámara Venezolana de Multipropiedad y Tiempo Compartido – Camytcom) y Alberto Vieira (presidente de la Federación Nacional de Hoteles de Venezuela – Fenahoven).

Mesa de análisis

La presidenta de Avavit, Vicky Herrera, remarcó que el turismo en el país ha tenido un gran empuje en los últimos dos años y que tienen altas expectativas para este 2024. Sin embargo, lamentó que la boletería durante los Carnavales se vio afectada «por el hecho de estar tan cerca del cierre de la temporada decembrina (…). Esta temporada de Carnavales nos tomó con muy poco tiempo de intermedio y yo siento que ha sido bastante dura, complicada».

Aseguró que la isla de Margarita ha sido el destino más demandado para la fecha debido a las facilidades que ofrece a los viajeros, incluyendo la oferta de servicios hoteleros a crédito.

A este punto, el presidente de Camytcom, Rafael Guerra, agregó que en estas fechas «la gente va ida por vuelta, sobre todo a destinos cercanos; de sol y playa (…) y definitivamente el impacto sobre la actividad económica formal es muchísimo menor». Sin embargo, rescató que en Mérida «creemos que se ha registrado un incremento importante tanto en la demanda de hotelería como la de gente que va vía terrestre».

Mientras que Alberto Vieira resaltó que «se ve que el 2024 va a ser muy dinámico. Hemos visto en las primeras dos semanas del año, principalmente la zona norte costera, hoteles que han reportado inclusive 100 % de ocupación, eso después del fin de año. Hemos visto también que gracias a la iniciativa que ha tenido el Estado a través del Ministerio de Turismo, ha podido venir un contingente importante de turistas rusos, polacos, donde cada avión que llega principalmente a la isla de Margarita viene lleno de 500 turistas y esto ha ayudado mucho a la actividad».

El presidente de Fenahoven aseguró que «el año 2023 resultó interesante para la actividad turística. Hemos visto que varios índices han mejorado. El hotelero se ha mantenido y ha estado en torno a un 31 % de ocupación promedio».

Asimismo, aseguró que el norte costero del país sigue siendo la zona con mayor asistencia de temporadistas, según la data que manejan en Fenahoven. «Falcón principalmente, las costas de Carabobo, las costas de Aragua (…), por supuesto la perla de nosotros que es la isla de Margarita también ha presentado mejoras en su ocupación».

Por su parte, Herrera agregó que el destino con mayor demanda en las agencias de viajes es la isla de Margarita y que debido a las solicitudes de viajeros han incluido paquetes a destinos como Falcón, Aragua, Carabobo, Anzoátegui y localidades de Los Andes.

Sin embargo, tras hacer un análisis de la realidad del turismo en Venezuela, Guerra habló sobre las amplias trabas y explicó que la mayor está en los servicios públicos. «El suministro de combustible, de luz eléctrica, de agua, son elementos fundamentales que tienen que estar garantizados en los destinos a los cuales la gente se va a vacacionar». Asimismo, indicó que otro de los puntos que más les afecta es el tema de los impuestos, «porque no solamente son los impuestos públicos nacionales (…) son prácticamente 19 parafiscales que nosotros tenemos que pagar (…) que afectan terriblemente nuestra operatividad, encarece los costos y conspira contra la posibilidad de supervivencia en muchos establecimientos y prestadores de servicios turísticos».

Herrera sumó a este punto la ausencia de incentivos. «Estamos los formales, los que trabajamos cumpliendo con absolutamente todas las normativas que aparecen, pero somos los que estamos regulados, supervisados, vigilados. Y necesitamos justamente que el foco vaya hacia el lado de todos aquellos que están haciendo la actividad de manera informal». Una postura que fue secundada, así como la anterior, por Vieira.

Sobre la cifra de más de un millón de visitas señalada por el gobierno nacional, Vieira precisó que «nosotros podemos apreciar mayor afluencia, pero todo esto es logrado gracias a los convenios que ellos han podido establecer, gracias a los polacos y los rusos que han venido y que de hecho se están alojando». Los tres expertos indicaron que también habían registrado visitas de ciudadanos de Cuba, China y Colombia.

Pero Guerra aclaró que «si logras ver la nomenclatura correspondiente, estamos hablando de visitas internacionales o de llegadas internacionales, pero estas llegadas no necesariamente tienen que ser de turistas (…). Hay una diferencia entre un turista internacional –que es una persona que vive en otro país y que viene por razones turísticasy una llegada; porque esta llegada internacional puede ser de un venezolano que vive acá, que salió y que regresa. De manera que esa cifra no necesariamente significa que fueron visitantes».

En cuanto al tema de la informalidad de algunos prestadores de servicios turísticos, Vieira aseguró que había apoyo por parte del ministerio en esta materia. «Hemos visto (…) como ya se han certificado 76 rutas turísticas, algo que no pasaba anteriormente y esto da un aval a la hora de escoger estos destinos, de contratar los servicios de una agencia o de una posada porque están debidamente certificados».

Mientras que Guerra aclaró que «las posadas y los hoteles son dos tipos de productos turísticos distintos. Cuando nosotros hablamos de informalidad, no nos estamos refiriendo a ellos (…). Nos referimos a estas casas vacacionales que tienen unas ciertas condiciones que pueden servir (…) pero que muchas veces (…) cuando la persona llega se encuentra con que no tiene planta eléctrica, que el elevador no funciona, que las condiciones no eran como las había visto en la foto».

Al hacer un diagnóstico de la infraestructura turística de Venezuela, Guerra indicó que «muchos hoteleros, agencias de viaje, prestadores de servicios turísticos, requieren de créditos para poder invertir y mejorar la calidad y las características de sus establecimientos (…) y como no existe la opción de créditos, entonces podemos tener un cierto rezago en ese sentido (…). Nosotros estamos en unos 15 puntos –de crecimiento- (…), pero mucho de eso ha sido gracias a la inversión del bolsillo de los propios prestadores de servicios que creen en el país, que se quedaron y que están poniendo todo su empeño para mejorar las condiciones».