Crisis económica de Perú precariza la situación de las familias
Información IPS Venezuela
El tema recurrente entre las familias en Perú es el de la crítica situación económica expresada en el congelamiento de salarios, aumento del costo de vida y reducción del consumo. “La plata no alcanza para llegar a fin de mes”, comenta Guillermina Rojas, quien labora en el mantenimiento de una empresa.
Este país sudamericano y andino de 33 millones de habitantes se ha visto afectado durante el 2023 por una honda crisis política que paralizó su economía a inicios de año, a lo que se unió el ciclón Yaku y el Fenómeno de El Niño durante el primer trimestre, así como por el recrudecimiento de la sequía que disminuyó su producción agrícola.
Son todos factores que han acentuado la crisis económica que se arrastra desde la pandemia de la covid-19.
“Yo trabajo para tener una pensión; necesito aportar por lo menos 17 años para sacar 350 soles (93 dólares), me faltan 10. Me siento fuerte y con capacidad, pero no sé si el otro año me volverán a contratar porque en la empresa ha habido reducción de personal debido a que las ventas han bajado”, cuenta Rojas a IPS en la sala de su hogar en el populoso municipio de San Martín de Porres, en el noreste de Lima.
Rojas tiene 65 años, la edad de la jubilación en Perú, y desde hace siete trabaja en el área de mantenimiento de una empresa de insumos eléctricos donde gana el salario mínimo de 1025 soles mensuales (273 dólares), que se mantiene desde mayo 2022, cuando el gobierno del destituido Pedro Castillo decretó un aumento de 95 soles (25 dólares).
La reducción de puestos de trabajo que comenta refleja la caída en la producción.
Me siento fuerte (para trabajar), pero no sé si el otro año me volverán a contratar porque en la empresa ha habido reducción de personal debido a que las ventas han bajado”: Guillermina Rojas.
El Banco Central de Reserva redujo a 0,9% la proyección del crecimiento de la economía este año, por debajo del estimado de entre 2,5 % y 3,0 % estimados. Y en su último resumen informativo del 02 de noviembre recoge que la confianza empresarial, sitúa aún más bajas las expectativas para final de año, entre 0,1% y 0,3%.
El propio ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, afirmó el 20 de octubre que la economía peruana se encontraba en recesión.
“La plata (dinero) que gano solo cubre mis pasajes, mi alimentación y servicios, no me alcanza para todos mis gastos hasta fin de mes. Quisiera ahorrar alguito para tener un fondo de emergencia por si me quedo sin trabajo a fin de año, pero no puedo, cada semana los precios suben y no solo eso, también están cobrando más por luz y agua”, comenta Rojas.
Nacida en el departamento norteño de Piura, desde los 12 años laboró como trabajadora en el servicio doméstico y siguió haciéndolo cuando llegó siendo joven a Lima. Se casó y tuvo cinco hijos hombres y dos mujeres. El mayor tiene 46 años, la menor 25 y solo uno vive con ella.
Su vida es de esfuerzo y tenacidad constantes. Separada de su esposo hace casi dos décadas nunca ha dejado de trabajar. Tras más de 30 años como empleada doméstica, que incluyó un periodo en el vecino Chile, se desempeñó en el rubro de venta de ropa hasta que logró ser contratada formalmente en su empleo actual.
“No me puedo apoyar en mis hijos, cada uno tiene su familia y sus problemas, no pueden estar pendientes de mí. Yo deseo que no nos falte salud para seguir trabajando y luchando, porque del gobierno no espero nada, son todos corruptos igual que los del Congreso, pensando solo en sus bolsillos y no en las necesidades de la gente”, recrimina.
“Vivimos una inflación tremenda”
Oficialmente, la inflación de enero a octubre en Perú fue de 3,37% según el estatal Instituto Nacional de Estadística e Informática, con una tendencia a la baja tras cerrar 2022 con 8,56%.
Sin embargo, diferentes analistas coinciden en señalar que dependerá de la gravedad o moderación del fenómeno El Niño, próximo a reaparecer en la costa peruana, que la tasa se incremente o no debido a su impacto en la actividad agrícola.
Por ejemplo, entre los productos que registraron más alza están dos básicos de la dieta peruana: la papa que subió 45 % en junio y el limón 100 % en septiembre. Aunque han disminuido algo su precio, se consideran muy caros todavía.
Los indicadores de inflación y de caída de la producción en Perú se ven menos alarmantes que los de otros países en la región, sin embargo, para los estables estándares peruanos son preocupantes y además se ceban con los productos y servicios básicos.
El producto interno bruto (PIB) peruano promedió un crecimiento de 4,5 % anual entre 2010 y 2019, mientras que la inflación en los últimos 20 años se situó en 3 % interanual.
“Ha habido una inflación tremenda en el precio de los materiales con los que trabajo y mi economía está muy golpeada”, declara a IPS por teléfono desde la ciudad de Trujillo, en el norte peruano, Karem Peralta, quien tiene una microempresa de confección de calzado a mano.
Agrega que los insumos han subido 200 % y que si bien han bajado un poco no han recuperado su nivel anterior. “La inversión que tengo que hacer es más grande, pero no puedo subir mucho los precios de mi calzado, porque los sueldos siguen siendo los mismos y se ha reducido la capacidad adquisitiva de la gente”, analiza.
Peralta tiene 36 años y está a cargo sola de la crianza y manutención de su hija de nueve años. Prefiere no dar su nombre, ni el del padre, pues se encuentra actualmente en un proceso para que asuma sus responsabilidades.
En el hogar familiar que comparten ella, su hija, su madre y su hermana, ha instalado su taller.