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Crece el empleo en energías renovables

Información IPS Venezuela

El sector de las energías renovables alcanzó los 13,7 millones de empleados en todo el mundo en 2022 y suma anualmente un millón de empleos, indicó un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena en inglés).

En el informe se indica que las energías renovables atraen una creciente inversión que favorece la creación de puestos de trabajo en cada vez más países, aunque, como en años anteriores, la mayoría de los empleos están concentrados en unos pocos Estados, especialmente en China, que representa 41 % del total global.

Brasil, los países de la Unión Europea (UE), India y Estados Unidos se encuentran entre las economías que también tienen una participación significativa.

Juntos representan la mayoría de las instalaciones de capacidad y desempeñan las tareas clave en la fabricación de equipos, ingeniería y servicios asociados.

La energía solar fotovoltaica volvió a encabezar la generación de empleo en 2022, según el estudio, con 4,9 millones de puestos de trabajo creados, más de un tercio de la fuerza laboral total en el sector de las energías renovables.

De ellos, 2,76 millones de empleos están en China, 517 000 en la UE, 282 000 en India, 264 000 en Estados Unidos y 241 000 en Brasil, las economías que fueron consideradas en el análisis.

La energía hidroeléctrica y los biocombustibles registraron cifras de empleo parecidas a las de 2021, alrededor de 2,5 millones de puestos de trabajo cada uno, seguidos por la energía eólica con 1,4 millones de empleos.

En esos subsectores el líder sigue siendo China, pero en biomasa –excluida la leña-, con 779 000 empleos en todo el mundo, la posición cimera la ocupa la UE, con 354 000 plazas.

Francesco La Camera, director general de Irena, con base en esta capital árabe, observó que “2022 fue otro año excelente para el empleo en las energías renovables, a pesar de que los desafíos se multiplican”.

“La creación de millones de empleos adicionales requerirá un ritmo de inversión mucho más rápida en tecnologías de transición energética”, apuntó La Camera.

Gilbert Houngbo, director general de la OIT, afirmó por su parte que “a fin de aprovechar las oportunidades de alcanzar un empleo pleno, productivo, libremente elegido, así como inclusión social y trabajo digno para todos durante estas transiciones complejas, es necesario desarrollar políticas específicas” en el sector.

Esas políticas y medidas “deben conseguir un crecimiento macroeconómico inclusivo, la creación de empresas sostenibles, la adquisición de habilidades, y otras intervenciones activas en el mercado de trabajo”, dijo Houngbo.

Agregó a la lista de requerimientos “la protección social, la seguridad y salud ocupacionales y otros derechos laborales, así como encontrar nuevas soluciones a través del diálogo social”.

El estudio sostiene que la calidad de los puestos de trabajo es tan importante como su cantidad, y que para promover la justicia social, la transición a un futuro de energía limpia debe ser justa e inclusiva para todos: trabajadores, empresas y comunidades.

Por lo tanto, “son indispensables marcos coherentes e integrados que pongan el foco en los salarios, la salud y seguridad ocupacionales y los derechos laborales, y que se basen en un diálogo social eficaz”.

Se afirma que las directrices de la OIT para “una transición justa hacia economías y sociedades ambientalmente sostenibles para todos”, son “son una referencia central para la formulación de políticas y acciones que respalden una transición justa”, y los gobiernos y otras partes interesadas puedan utilizar.

El documento también afirma que una transición energética justa e inclusiva debe procurar el desarrollo y la diversidad de la fuerza laboral, y destaca la necesidad de ampliar la educación y la formación, e incrementar las oportunidades profesionales para la juventud, las minorías y los grupos marginados.

Asimismo, considera que “la equidad de género es esencial”.

El empleo en energías renovables sigue desigualmente repartido entre hombres y mujeres. Actualmente, la tecnología solar presenta el mejor equilibrio de género en comparación con otros sectores, con 40 % de empleos ocupados por mujeres.

El análisis observa que muchos países muestran un creciente interés en la localización de cadenas de suministro y la creación de empleos a nivel nacional, con el respaldo de políticas industriales adecuadas, lo que va de la mano con el creciente deseo de reducir la inseguridad del suministro energético.

“China ha llevado a cabo con éxito una amplia gama de estas políticas industriales durante varios años. Más recientemente, Estados Unidos, India, Japón, Sudáfrica y la UE han anunciado iniciativas para estimular la producción nacional.

Sin embargo, señala finalmente el informe, los países tendrán que encontrar maneras de combinar sus esfuerzos de localización con el mantenimiento de la cooperación mundial en favor de una transición energética ambiciosa.

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