Mujeres indígenas: defensoras de la identidad de sus pueblos
Por Alexis Bonte, Representante de FAO en Venezuela
Desde 1983, todos los 5 de septiembre se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Indígenas. Se decidió esta fecha para honrar la memoria de la heroína indígena Bartolina Sisa, quien falleció el 5 de septiembre de 1782. Pasó a la historia por liderar junto a su esposo, Túpac Katari, en igualdad de condiciones, la insurgencia de los indígenas denominada Aymara Quechua, que estalló en Perú en 1781.
242 años después de la muerte de Bartolina Sisa, el rol de las mujeres indígenas es el mismo: preservar, defender y fortalecer la identidad de sus pueblos, reafirmando sus voces como elemento vital de la riqueza cultural que representan, contribuyendo con ello a los espacios políticos, sociales, económicos y culturales.
Las mujeres indígenas son importantes agentes de cambios hacia un mundo mejor. Desde tiempos ancestrales han contribuido a que sus culturas y formas únicas de relacionarse con la gente y el medio ambiente se transmitan de generación en generación.
Las mujeres indígenas tienen significativos aportes en el alcance de una mejor nutrición y un mejor medio amiente. Los sistemas alimentarios de los pueblos indigenas históricamente han estado empleando sus arraigadas tradiciones, conocimientos únicos, prácticas sostenibles para producir alimentos nutritivos y en conexión con la pacha mama además por su capacidad de transmitir estas prácticas de generación en generación
Si hablamos de un mejor medio ambiente, guiados por las enseñanzas de generaciones pasadas, las mujeres indígenas han preservado las leyes de la naturaleza donde la responsabilidad y la reciprocidad son las formas de mantener a la Madre Tierra, y nutrir un planeta saludable.
La Representación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) en Venezuela, a través de distintos proyectos y acciones en territorio promueven políticas y programas que, además de reconocer el valor del conocimiento tradicional, los sistemas alimentarios, medios de vida y las prácticas de gestión del territorio de los Pueblos Indígenas para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; promueven la autodeterminación y empoderamiento de las mujeres indígenas.
Muestra de ello es el proyecto en la Reserva Forestal del Imataca, en el estado Bolívar, donde la FAO contribuyó con la creación de Tukupu, la primera empresa social forestal indígena de Venezuela que está a cargo del comanejo sostenible forestal en más de 50.000 hectáreas otorgadas por Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (MINEC). Ya esta iniciativa cuenta con el primer contrato de manejo sostenible de madera con una empresa privada, y, junto a la Universidad Nacional Experimental de Guayana, que les ha permitido la construcción de una carpintería modelo para mejorar y diversificar los medios de vida de la comunidad.
Tukupu es liderada principalmente por mujeres que, haciendo uso de su sabiduría y practicas ancestrales, han logrado reforestar y mantener el bosque para futuras generaciones. Actualmente, en los campos que habían sido degradados, ahora siembran cacao, café, guanábana, guayaba, naranja, mandarina, entre otros frutos. Además, en la Casa Kariña, en la localidad de Tumeremo, estado Bolívar, se brinda atención social a toda la comunidad, y se vende además miel, pan, aceite y carbón producidos por la comunidad.
Por otro lado, la FAO ha contribuido en la rehabilitación productiva de al menos 5 Escuelas Técnicas Agrícolas en los estados Zulia, Bolivar, Delta Amacuro, Amazonas y Apure donde sus estudiantes en su mayoría son población indigena; que participaron en la creación de sistemas alimentarios de circuitos cortos sustentables, resilientes y sostenibles para garantizar una mejor nutrición.
Adicionalmente, la FAO iniciará dos proyectos en comunidades indigenas; uno en el estado Zulia y Delta Amacuro que permitirá la diversificación de los medios de vida y el empoderamiento de las mujeres indigenas para que puedan tener una vida digna y, el segundo proyecto, que mitigará los impactos de la sequía como consecuencia del fenómeno El Niño en La Guajira venezolana. Estas acciones son de mucha relevancia ya que promueven el empoderamiento de las mujeres, principalmente a través de acciones de corto y mediano plazo.
En el marco de la agenda 2030, y del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible con el firme propósito de “No dejar a nadie atrás”; el rol y la participación plena y efectiva de las mujeres Indígenas es fundamental para ganarle la batalla a las desigualdades sociales y reivindicar los derechos de la Madre Tierra y de la vida.