Jackson Melián: Técnico nuevo de viejas costumbres
Yelimar Requena | Prensa LMBP
El sol enceguecedor que cubre al Parque de la Ciudad Universitaria a las 2:00 pm no debilita el espíritu de Jackson Melián. Corre a toda velocidad por la raya de cal, salta la cuerda como si entrenará para un maratón e incluso hace flexiones parado de manos, parece un pelotero más, pero no, es uno de los jóvenes técnicos que apuestan por la Liga Mayor de Béisbol Profesional (LMBP).
Jackson debutó como piloto del joven circuito en la edición pasada con Delfines de La Guaira y terminó alzándose como Manager del Año. Aunque el pase a la final le fue esquivo, logró dejar establecida una identidad de juego que la gerencia quisó mantener.
Para este año apostaron por el dominicano José Offerman, pero no descartaron a Jackson. Por el contrario, le asignaron la responsabilidad de ser la mano derecha del nuevo piloto y él aceptó, asumiéndolo como un paso más en su preparación como estratega.
“Siempre estoy agradecido por tener la oportunidad de estar haciendo lo que me gusta… Este año me tocó como coach de banca y me lo estoy disfrutando, tratando aprender lo más que pueda de Offerman”, comentó el ex toletero, que durante 20 campañas vio acción en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), defendiendo a seis equipos distintos.
“Preguntó mucho y le consultó siempre todas las jugadas, los planteamientos del juego, trato de entender sus razonamientos para seguir ayudando a los muchachos”, sostuvo el anzoatiguense de ahora 43 años.
Está como una esponja absorbiendo todo lo que puede, aunque en los últimos años él ha construido su propio estilo y es un defensor confeso del béisbol clásico, ese del librito que nadie ha visto, pero todos saben que existe.
“El juego con viveza, bateo y corrido, robo, toques, ese es el tipo de juego que a mí me gusta, un juego más clásico”, explica Jackson, que identifica sin problemas a Luis Sojo como un claro ejemplo a seguir.
“El béisbol ha evolucionado mucho, pero ese juego de detalles es el que nos calienta, el que nos gusta. Eso vienen a ver los fanáticos, no todo es el jonrón y los técnicos que recién empezamos tenemos la misión de mantener vivo ese juego”, sostuvo.
Lo más difícil
Mantenerse cerca del béisbol, luego de su retiro en 2016, nunca estuvo en discusión para Jackson. Él sabía que quería seguir haciendo vida en los estadios, escuchando a la afición en las tribunas, compitiendo, pero jamás imaginó cuán difícil sería vivir el juego fuera del terreno. Luego de tres experiencias en la liga invernal y una en la LMBP, está convencido de que nada te prepara para ser técnico.
“Puedes creer que los años como pelotero te dieron el conocimiento que necesitabas para estar en un staff. Pero no, cada juego tiene sus propias situaciones y todos los días estás en una batalla distinta”, confesó.
“Después de varios tropiezos aprendí que no hay decisiones buenas o malas, la mejor jugada que puede hacer un manager es la que sale bien, así sea una locura, si sale bien todos te respaldan”, añadió con una ligera sonrisa.
No tiene la menor duda de que las derrotas son más del manager que de cualquier otro y cree que la única manera de sobrellevar eso es “aprender a confiar en las decisiones que tomas y por qué las tomas”.
Un salto de fe “necesario”
Hay muchas razones por las que Jackson apuesta por la liga de verano, pero la más sencilla es “porque es buena para los peloteros y para el béisbol”.
“Ojalá hubiese existido una liga como esta en mis años como jugador (1997-2016). Yo después de 2012 decidí no jugar más afuera, había ido a México y Japón, pero luego quedarme en Venezuela era mejor para mí y la verdad me costaba mucho estar listo para la temporada de octubre”, recuerda nostálgico.
“Todos tenemos que confiar en que este proyecto pueda expandirse y esté más cerca del invierno, eso va a ayudar a que los peloteros lleguen en mejor forma a la otra liga y suba el nivel”, dijo sin titubeos, insistiendo además en que la afición es la primera que debe creer.
“Los fanáticos son la piedra angular del juego, cuando fui jugador lo que me motivaba era ver a la gente y decía voy a salir corriendo duro para que me vean, voy a hacer esto, voy a hacer lo otro, quiero que me aplaudan… Necesitamos su respaldo para crecer como liga”, reiteró el también ex nadador, que sigue cultivando sueños.
Y es que, luego de 20 campañas como pelotero profesional en Venezuela y 13 años en las ligas menores, el béisbol le ha dado a Jackson Melian muchos momentos especiales. Pero él quiere aumentar esa cosecha ahora como estratega.
“Quiero ser parte de un equipo campeón, me gustaría ser manager campeón y, claro, me gustaría ser parte de una selección de Venezuela así sea como recoge bate… esa puede ser mi tarea pendiente”, concluyó entre risas.